Ocho ceutíes detenidos por reclutar yihadistas para Siria

La llegada de 70 agentes de la Guardia Civil y de alrededor de 40 policías nacionales en la noche del pasado jueves hacía presagiar que alguna operación de relevancia se estaba gestando en Ceuta.

Pocas horas después, se ponía en escena un operativo perfectamente planificado y coordinado entre las dos fuerzas de seguridad del Estado: la Benemérita y la Policía Nacional contra una supuesta red dedicada a la captación, adoctrinamiento y facilitación de viajes a Siria de yihadistas. Una red que, según reconocería el propio ministro de Interior, Jorge Fernández, podría estar vinculada con filiales de Al Qaeda.
A las cuatro de la madrugada, los furgones de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía abandonaban el Muelle de la Puntilla para preparar ya la intervención. Poco después le seguirían hasta dos grandes autobuses llenos de guardias civiles que se habían alojado en el Hotel Parador La Muralla y en el Ulises. Comenzaba así a prepararse el dispositivo, con ambas fuerzas coordinadas y detallando sobre la misma mesa qué viviendas tenían que ser registradas (acudiendo en compañía de secretarios judiciales de distintos juzgados) y quiénes eran las personas que debían ser detenidas por su presunta relación con esta red. Se contaba con la ficha de cada uno de los señalados, su vivienda y el lugar exacto en donde, se presumía, debía estar durmiendo. No cabía sorpresas, salvo alguna inesperada de última hora. Hasta ese momento, los policías y guardias civiles llegados de fuera desconocían en qué iban a participar; lo mismo pasaba entre algunos de los agentes de Ceuta que estuvieron en la operación, dándose detalles en ese momento. Las comisarías generales de Información de ambos Cuerpos, agentes de la Judicial y de la Científica, entre otros, cooperaron en las labores.
La intervención iba a llevarse a cabo a las 5.30 horas, pero se retrasó hasta las siete por orden de la Audiencia Nacional, para cumplir así las 72 horas de detención y hacer que los arrestados pasen a disposición del juez el lunes a primera hora. Con las calles recibiendo a los primeros trabajadores marroquíes cruzando la frontera y algún que otro vecino del Príncipe saliendo a trabajar, una hilera de furgones de ambos Cuerpos avanzaba, acelerada, hacia la barriada. En unos minutos todo el Príncipe quedó tomado: el corazón y sus aledaños. Además los exteriores quedaban también controlados por agentes que registraban cada uno de los vehículos que querían entrar en la barriada.
Ayudados de arietes para reventar puertas, los agentes se introducían en algunas de las viviendas señaladas. En otras, las puertas se abrían al grito de ‘¡Policía!’, y así, agentes de ambos Cuerpos acompañados de personal judicial y otros compañeros que grababan cada uno de los pasos dados para dejar constancia del operativo iban desarrollando este golpe que, hasta el momento, carece de nombre. Hubo participación -a modo de apoyo ante posibles incidentes- de los Grupos Rurales de Seguridad de la Benemérita y de la Unidad de Intervención de la Nacional.
Las detenciones de hasta ocho personas, todas vecinas de la barriada y ceutíes, se llevaban a cabo a la vez que los registros en sus viviendas. Dos helicópteros (uno del CNP y otro de la Guardia Civil) controlaban desde el aire todos los movimientos llevados a cabo en la calle Fuerte, en San Daniel, cerca del Polifuncional, calle Este y en los accesos a la barriada... Sobre las nueve de la mañana los detenidos fueron trasladados en vehículos camuflados u oficiales, mientras otros compañeros continuaban con los registros que quedaban por finiquitar.
El Ministerio de Interior no ofrecería los primeros datos de la operación hasta las ocho y media de la mañana, confirmando que lo que todavía estaba pasando en la barriada tenía que ver con la presunta vinculación de las ocho personas detenidas con una red, próxima a Al Qaeda, dedicada a la captación de yihadistas para enviarles a combatir a Siria. Un tema de sobra conocido en la ciudad, de donde se ha confirmado (vía denuncia) la marcha de 9 ceutíes desde abril de 2012 hasta hace escasamente unas semanas.
Se piensa que entre los ochos detenidos, había tres que iban a marchar en breve a Siria y que, con su detención, se ha conseguido frustrar la marcha. Esos son los que, se piensa, tienen menos carga de imputación y podrían quedar en libertad con cargos el próximo lunes. Se sospechaba de la preparación de más salidas de jóvenes hacia Siria, así que el propio Ministerio dio la orden de intervención ya. La fecha elegida fue la de ayer. El juzgado central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, bajo la batuta del magistrado Ismael Moreno, ha avalado las distintas entradas, registros y detenciones. Los detenidos, que ya se encuentran en Madrid, deberán responder el próximo lunes (fecha en la que serán puestos a disposición judicial) de los cargos que se les imputa, en concreto un delito de integración en organización terrorista.
El ministro de Interior comparecerá hoy para ofrecer todos los datos finales de la operación (ayer todavía permanecía abierta), sin que se haya difundido la lista con las identidades de los ocho detenidos. Sí que se ha sabido que dos de ellos fueron ya arrestados en la famosa Operación Duna, quedando posteriormente absueltos en sentencia dictada por la propia Audiencia Nacional y que ya es firme. Ahora han vuelto a ser detenidos en esta nueva causa.
Según los datos aportados por Interior de manera oficial, con esta intervención se ha buscado impedir la captación de yihadistas que estaban preparados para viajar a Siria e integrarse en grupos afiliados a Al Qaeda. Esta red desarticulada, asentada en Ceuta y Castillejos, realizaba presuntamente “labores de captación, adoctrinamiento, facilitación y financiación de los viajes, en contacto externo con otros terroristas y siguiendo las directrices de Al Qaeda”, indicó el Ministerio de forma oficial.
En los registros llevados a cabo se intervino abundante documentación además de una escopeta, una pistola y otra simulada. Además se sacaron abundante materiales personales de las viviendas objeto de intervención policial.
Lo desarrollado ayer no nace de forma arbitraria. De hecho, tanto la Policía como la Guardia Civil habían iniciado sus investigaciones por separado en los años 2009 y 2011sobre el mismo asunto. El desastre de la Operación Duna (por aquel entonces las fuerzas de seguridad trabajaron por separado y de hecho la Guardia Civil no fue informada de la operación de la Nacional) forzó que aquel sistema de trabajo desapareciera, así que a principios de este año los responsables de Información de ambos Cuerpos continuaron conjuntamente las operaciones, bajo el mandato de la Audiencia Nacional.
Según el Ministerio de Interior, se tiene constancia de que decenas de personas han viajado desde Ceuta y Marruecos a Siria con la cobertura de esta red y de que alguno de ellos ha podido participar en atentados suicidas y otros se han incorporado a campos de entrenamiento como paso previo a la acción armada.
La célula islamista contaba con varias rutas establecidas para trasladar a las personas hasta Siria. En algunas ocasiones estas personas partieron de Málaga y acabaron en ese país árabe tras su paso por Turquía, pero en otros casos se seguía la ruta hacia Marruecos, pasando por Casablanca, tal y como se ha ido informando en anteriores ediciones de El Faro.
Turquía era siempre el último destino antes de ingresar en Siria, si bien el plan variaba en la fase anterior. La célula podía trasladar a personas desde Ceuta hasta otros países de Europa, como Países Bajos o Bélgica.
El traslado de personas para combatir en Siria es una de las grandes preocupaciones de la Unión Europea en estos momentos y centró la reunión de ministros del Interior celebrada en Luxemburgo el pasado 7 de junio.

Las claves

Europeos en siria
Bruselas cifra la marcha en 700 europeos
La cifra global que maneja Bruselas sitúa entre 600 y 700 los nacidos en países europeos que han ido a combatir a Siria. En concreto, la preocupación de los Veintisiete es que estas personas puedan volver luego a sus países de origen más radicalizadas y con capacidad y conocimientos para realizar actos terroristas. El propio Ignacio Cosidó trasladó este temor en una entrevista con El Faro.
Ex de la duna
Dos de los detenidos lo fueron en la Duna
De entre los ocho detenidos figuran dos que ya lo fueron en la anterior operación contra el terrorismo islamista, la Duna. Por aquel entonces la Audiencia Nacional los absolvió a todos ellos. Pues bien, ahora dos de aquellos han sido arrestados por hechos similares.
Decomiso
Armas en los registros
La Policía ha intervenido una pistola, una escopeta de cañones recortados y otra pistola simulada además de munición y documentos relacionados con la operatividad que tenía esta organización además de videos de exaltación de la yihad.