La Consejería de
Fomento y Turismo de Ceuta, liderada por Alejandro Ramírez, inició hace dos semanas las obras para reparar el socavón abierto en el
Puente del Quemadero. Los trabajos consistirán en la ejecución de un pozo vertical que permita acceder y resolver los problemas identificados por lo que, en primer lugar, se están realizando las tareas de pilotaje de cara a dicha construcción. En este sentido, los operarios de
Tragsa, que son los encargados de dicha obra, están avanzando pero sin prisas debido a la dificultad de las obras y para que todo quede en las mejores condiciones para cuando se reabra el paso para los vehículos rodados y los viandantes.
Se trata de una actuación de envergadura que ha requerido de un proyecto a cargo de los servicios técnicos de la Consejería, habiéndose elaborado en un corto periodo de tiempo dada la importancia de actuar de manera urgente. El propósito es el de reponer el vial a su estado natural, sin que entrañe riesgo para la ciudadanía. Además, en el desarrollo del proyecto se tendrá en cuenta la necesidad de minimizar las afecciones a obras de reciente ejecución, como son el campo de fútbol, el parque infantil de la zona o la propia carretera, así como los servicios básicos (suministro eléctrico a la prisión). Está en un lugar de paso que conecta con las inmediaciones de la barriada del Príncipe, por lo que toda precaución es poca para causar el menor agravio a los vecinos del lugar.
Entre los medios que ha tenido que utilizar la Ciudad para reconocer esta gran avería se incluye un dron que ha servido para averiguar el daño de todo este lugar. Fue en marzo cuando se abrió este gran agujero que ha impedido el tráfico y que ha terminado por crear un gran problema en la conexión viaria debido a la imposibilidad de pasar por esta zona. El socavón, que llegó a ocupar parte de la acera y la carretera, obligó a la activación de los Bomberos y de las fuerzas de seguridad ante el riesgo evidente derivado de esta abertura.
Los pasos iniciados en un principio por parte de la Ciudad fueron la inmediata reparación de la tubería y el relleno del terreno del socavón, así como la inspección de la tubería en toda su longitud por si hubiera otros tramos fracturados y la realización de una inspección sísmica para descartar la existencia de otras cuevas en el tramo afectado.