La Consejería de Educación y Cultura de Ceuta liderada por Carlos Rontomé ha adjudicado a
‘Construcciones y obras Farkhani S.L.’ las distintas ejecuciones que se llevaran a cabo en el
CEIP Ruiz Picasso. Aunque en un principio se presupuestó por algo más de 60.000 euros, finalmente las
obras tendrán un costo de 46.410,64. Durante el proceso de licitación, cinco fueron las empresas que presentaron su candidatura para hacerse con las
obras del centro educativo situado en la barriada de Benzú.
El proyecto elaborado responde a la petición cursada por la Dirección del colegio a la Dirección General de Educación para la realización de diversas obras en sus instalaciones, algunas a instancias del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y otras “para mejorar la calidad del servicio prestado” a la comunidad educativa.
El objeto del presente contrato trata de las obras necesarias para acondicionar diversas zonas del colegio y que por su diversidad y con el fin de mejorar su grado de definición, se han recogido en un proyecto técnico redactado en el área de Educación de la Consejería de Educación y Cultura.
Concretamente son cinco las contempladas: la creación de un espacio para ubicar una fotocopiadora, cubrir un patio trasero, la habilitación de una nueva entrada al centro que cumpla con todos los requisitos de accesibilidad, la canalización de las aguas de la cubierta del patio de gimnasia y la renovación del acerado exterior.
El plazo de ejecución estimado para su realización se ha cifrado en cuatro meses. Las obras más cuantiosas en términos económicos serán las relativas a la entrada al colegio, cuyo presupuesto estimado se acerca a los 20.000 euros, mientras que las del acerado exterior superan los 14.000 de acuerdo con las previsiones de los técnicos de la Consejería que lidera Carlos Rontomé.
Las obras tendrán una duración estimada de 4 meses desde el día que comiencen
Todos los materiales a emplear que no dispongan de certificado CE podrán ser sometidos a los análisis o pruebas, por cuenta de la contrata, que se crean necesarios para acreditar su calidad. Cualquier otro que no haya sido especificado y que sea necesario emplear, deberá ser aprobado por la dirección de las obras, bien entendido que será rechazado el que no reúna las condiciones exigidas para la buena práctica de la construcción.
En las instalaciones eléctricas que se plantean, el cableado y todos los tubos por los que discurra el cableado, serán libres de halógenos. En las canalizaciones superficiales, los tubos serán rígidos, en los cambios de dirección se emplearán racores específicos para el diámetro de tubo que se esté empleando y la fijación al paramento será con grapa clipada. No embridado.
En las canalizaciones empotradas, los tubos protectores podrán ser rígidos o corrugados curvables o flexibles. Los tubos se unirán entre sí mediante accesorios adecuados a su clase que aseguren la continuidad de la protección que proporcionan a los conductores.
El dimensionado de los tubos y su trazado permitirán la fácil introducción y retirada de los conductores después de colocarlos y fijados éstos a sus accesorios, disponiendo para ello de los registros que se consideren convenientes, que en tramos rectos no estarán separados entre sí más de 15 metros.
Las conexiones entre conductores se realizarán en el interior de cajas apropiadas de material aislante y no propagador de la llama.
Los interruptores automáticos destinados a la protección de los circuitos serán de ruptura al aire y de disparo libre y tendrán un indicador de posición. El accionamiento será directo por polos con mecanismos de cierre por energía acumulada. El accionamiento será manual. Llevarán marcadas la intensidad y tensión nominales de funcionamiento, así como el signo indicador de su desconexión.