Legislatura tras legislatura la cantinela del Gobierno de la Ciudad ha sonado igual en cada uno de los temas abordados: desde el empleo para el que se iban a establecer fórmulas de cara a su erradicación, hasta la sanidad, o la infraestructura. Ha sido especialmente en esta última cuestión donde el Ejecutivo de Vivas ha ‘machacado’ año a año presentado multitudinarios y ambiciosos proyectos, todos ellos repetidamente demandados por la ciudadanía y que, en la mayoría de los casos, si bien se han llegado a ejecutar, se han hecho con retraso, y no en todas las ocasiones, con el beneplácito del ceutí.
Ahora se plantea una duda con las tan cacareadas obras anunciadas después del inicio de la tercera legislatura de Vivas ¿cuándo darán comienzo proyectos como la pista de atletismo o la segunda fase del parque de San Amaro?, cuya inauguración, por cierto, tuvo que ejecutarse tras imprimir una velocidad de crucero a los últimos días de obra con el objetivo de cumplir la promesa hecha por el Gobierno sobre la fecha de apertura de la renovada zona de ocio.
¿Una pista de atletismo fantasma? Es uno de los proyectos más demandados por la ciudadanía y en una zona en la que, precisamente, se ha apostado por las infraestructuras y la urbanización. La pista de atletismo es un intento por fomentar el deporte entre los jóvenes especialmente de los vecinos de Loma Colmenar donde Emvicesa edificó 186 viviendas de protección oficial. Mucha publicidad, muchas visitas de los técnicos y, a día de hoy, ni rastro del inicio de este proyecto que también contaba ya con el apoyo del Consejo Superior de Deportes mediante su compromiso de instalación y suministro de la pista, aportando una partida de 1.200.000 euros, con cargo al capítulo VI del programa 322K del presupuesto del CSD. Igualmente, su personal prestaría asesoramiento técnico en relación con el proyecto deportivo. Además, el Plan de Extensión de la Educación Física y el Deporte Escolar contemplaría actuaciones en centros escolares cofinanciando el 50% de las partes firmantes por un importe de más de seis millones de euros, garantizando el uso de estas instalaciones a la población escolar de la ciudad. Todo ventajas que la Ciudad no ha sabido, de momento, aprovechar. ¿Será cuestión de la crisis? ¿Será que las partidas presupuestarias no son suficientes para acometer proyectos comprometidos una y otra vez? Sólo el tiempo lo dirá.
Un sendero hasta la ermita Inauguración con promesa incluida Sólo la plantilla de trabajadores del renovado parque de San Amaro conocerán el ritmo de trabajo que habrán tenido que llevar a cabo para cumplir el compromiso anunciado por el presidente Vivas de cara a finalizar las obras el día 1 de noviembre y que los ceutíes celebraran la tradicional festividad de la ‘Mochila’ en el recinto. Pues muchos ciudadanos sí lo saben, día y noche, durante las 24 horas del día no han parado ni un segundo para concluir la obra. En su inauguración, y sin que la Ciudad dejara de colocarse ni una sola flor en el ojal, Vivas anunció que ya se preveía una segunda fase, la ejecución de un sendero que alcanzaría hasta la ermita de San Antonio. Siete meses después, la Ciudad no ha dado ni una leve pista sobre ese magnífico camino rural que atraería a los caballas a recorrer la naturaleza en su auténtica esencia. ¿Se construirá? Otra respuesta sin contestar. La crisis es mala aliada para promesas lanzadas en un momento de euforia, al que encima se le suma un baño de masas con palmaditas en la espalda. Ceuta tiene su parque de San Amaro renovado, y lo tuvo el día en que se prometió, el tan tradicional Día de la Mochila, pero tal vez se quede sin su sendero desde el que los fieles subirían a la Romería de San Antonio.
¿Habrá parque urbano donde hasta ahora había un vertedero? Una licitación con retraso Si bien la apertura del sellado del vertedero de Santa Catalina se encuentra en plazo, sobre este proyecto se plantea una nueva duda. ¿Por qué aún no ha salido la licitación sobre la segunda fase del proyecto? Precisamente la que podría considerarse la más interesante del mismo, es decir la que convertirá el antiguo vertedero de la ciudad en un parque urbano abierto al mar. Según ha podido constatar ‘El Faro’, la licitación estaba prevista para antes de las elecciones, cuestión que no se ha llevado a cabo por motivos que se desconocen, lo que hace suponer que la crisis puede sobrevolar nuevamente sobre este hecho y el que los ciudadanos puedan quedarse con otro de los proyectos más interesantes que han salido a la luz en nuestra ciudad.
Entre las actuaciones propuestas se incluía la recuperación de los acantilados; reubicación de un pudridero de cetáceos e incluso la construcción de un centro de interpretación medioambiental. Precisamente, la zona está declarada LIC o Lugar de Importancia Comunitaria, y es considerada como un espacio protegido por la Red Natura 2000. El área es un hábitat natural con especies protegidas, además de paso constante de aves migratorias.