La obra de la Gran Vía ha entrado en una nueva fase, la correspondiente a la mejora de los soportales que mejorará sustancialmente, entre otros aspectos, los accesos para personas con alguna limitación en la movilidad.
Y es que la erradicación de las barreras arquitectónicas ha sido una constante en el proyecto de mejora de toda la zona centro y para ello se han eliminado los escalones de acceso a estos soportales, nivelandose el terreno a fin de facilitar el paso de personas en silla de ruedas, carritos de bebé o de cualquier otro ciudadano que tenga dificultades para superar un escalón.
Durante esta fase se ha habilitado un paso y pasarelas para acceder a locales y portones
La ejecución de esta nueva fase ha conllevado la apertura de un paso peatonal para permitir el tránsito de los ciudadanos mientras se desarrollen estas obras en los soportales. Unas pasarelas permitirán el acceso a los establecimientos comerciales y portones de las viviendas.
De momento, la actuación ha dado comienzo por una de las aceras y se ejecutará por pequeños tramos para minimizar las molestias que la obra pueda ocasionar. A medida que vaya concluyendo la intervención se irán habilitando nuevas zonas en las que actuar.
La solería alternará losas de granito y de mármol Sierra Elvira, ambos antideslizantes
En primer lugar se está llevando a cabo la impermeabilización del suelo de los soportales mediante la colocación de tela asfáltica y, posteriormente, se procederá a la colocación de una capa de protección para concluir con la distribución de la solería, que alternará losas de granito y de mármol Sierra Elvira, antideslizantes. De esta manera continúan los trabajos en la céntrica zona cuya fecha de finalización está prevista para el próximo 20 de diciembre.
Seguidamente daría comienzo la actuación en Jáudenes, una vez se abra Gran Vía al tráfico rodado. El proyecto de esta céntrica calle y sus zonas aledañas nace con el objetivo de mejorar las deficiencias constatadas después de 30 años sin haber acometido actuación alguna.
Además de la eliminación de barreras arquitectónicas, se busca la puesta en valor de edificios emblemáticos históricos, así como la revitalización de la zona tal y como ya ocurrió en su día con el Revellín. La actuación en Gran Vía hace hincapié en la fachada del Palacio Autonómico, el Convento de los Trinitarios, la Plaza de África y los edificios nobles de las inmediaciones.