El proyecto de reforma de este concurrido espacio se presentó ayer en la Biblioteca Pública
La reforma de la Avenida Sánchez Prado, plaza de Nuestra Señora de África y calle Jáudenes fue presentada ayer en el transcurso de un acto que se celebró en la Biblioteca Pública Adolfo Suárez. La actuación que tanto revuelo ha causado en los últimos meses entre partidos políticos, comerciantes o ciudadanos en general, finalmente se dio a conocer en la Biblioteca Pública Adolfo Suárez. El proyecto nace para la consecución de varios objetivos: mejora de las deficiencias constatadas en la zona después de 30 años sin haber acometido actuación alguna en la zona; eliminación de barreras arquitectónicas; puesta en valor de edificios emblemáticos históricos y revitalización de la zona tal y como ya ha ocurrido en el Revellín. “Esta obra va a tener una incidencia directa en la economía y el turismo. Queremos continuar con la transformación del casco histórico que ha comenzado con la era Vivas”, expresó el consejero de Fomento, Néstor García. Proyecto del arquitecto Ángel Moreno, autor también de emblemáticas obras como la Plaza de los Reyes, el parque de San Amaro o la plaza de Carmen Cerdeira, fue su propio autor el encargado de explicar al público asistente los pormenores de este cambio que en un plazo de 14 meses podrá apreciarse en el centro. “La intención es que sea un revulsivo para la zona, dar una continuidad a lo que ya se había experimentado en el Paseo del Revellín, Camoens y sus alrededores, porque se ha demostrado que ha funcionado para activar todo el centro”, explicó Moreno. Esta actuación continúa la ya iniciada en la calle Camoens y sus alrededores El arquitecto subrayó la presencia de numerosos “elementos singulares” que se plasman a través de la historia local. “Lo que se pretende es poner en valor, no solo los espacios, sino también los edificios nobles de la zona, a la vez que se persigue un mejor funcionamiento de la parte comercial”. Moreno desgranó este proyecto que hace hincapié en la fachada del Ayuntamiento, el convento de los Trinitarios, la Plaza de África y los edificios nobles de los alrededores. El mayor hándicap, relató, se centra en el aparcamiento subterráneo que prácticamente copa la totalidad de la Gran Vía y que deriva en una ausencia de zonas verdes, salvada únicamente por una línea de palmeras que el arquitecto aprovechará para crear una serie de parterres que permitan implantar vegetación, junto a seis pequeñas fuentes que “crearán una sensación de frescor y convierta a esta calle en una zona de disfrute, ya que ahora solo es de tránsito”. Los nuevos accesos al aparcamiento subterráneo sustituirán una infraestructura antigua y en decadencia para fundirse con el espacio moderno de la Plaza de la Constitución, en contraposición con el corte tradicional de la Plaza de África y donde la Gran Vía sirve de nexo de unión entre lo moderno y lo clásico. El proyecto apuesta por una imagen totalmente renovada del centro neurálgico de la ciudad y para ello también elimina el centro de transformación de la empresa de alumbrado y traslada la imagen de uno de los emblemas locales más admirados por los ciudadanos: la estatua del ex alcalde Antonio Sánchez Prado. “No fue presidente y por eso es justo que se ubique donde le corresponde: frente al propio Ayuntamiento y junto a la avenida que recibe su nombre”. Los asistentes al acto visionaron un vídeo con la descripción del proyecto, que corrió a cargo de un ‘personaje’ que preside tanto la Gran Vía como sus alrededores: el reloj del Palacio Autonómico.
Un jardín vertical dará la bienvenida a la Avenida Sánchez Prado
Con una entrada poco definida a la Gran Vía o Avenida Sánchez Prado y que da la bienvenida al viandante con un solar con dos medianeras y unos soportales inacabados, se hacía necesaria la inclusión de un elemento aglutinador de ambos elementos. Así, y hasta que se opte por la edificación de viviendas en dicho solar, se aplicará un jardín vertical que dotará de más áreas verdes a un espacio urbano. “El cerramiento de la parcela es a su vez un elemento embellecedor”, recalcó Moreno.
Farolas: elementos artísticos identificativos
En su proyecto de reforma de la Gran Vía, Moreno emplea las farolas como elementos identificativos de la ciudad.“Se concibió para que fuera un sello de identidad de los ceutíes y que pudiera ser exportable a cualquier zona”. De ahí que estas luminarias, idénticas a las existentes en el Paseo de Gracia de Barcelona, se convierten en un “elemento artístico” personalizado para la ciudad. Para ello, Moreno ha seleccionado tres objetos que identifican a la ciudad: su escudo, la esfera armilar en recuerdo de los navegantes portugueses y uno de los dragones que sujetan una luminaria en la fachada del Palacio Autonómico.
En la calle Jáudenes se ensanchan las aceras y se eliminan los aparcamientos
En la reforma de la calle Jáudenes prima una de las demandas por parte de los comerciantes: el ensanchamiento de las aceras, cuya estrechez apenas permite la colocación de farolas, mientras que los árboles tampoco colaboran para un tránsito cómodo de los peatones. El proyecto soluciona esta cuestión con la eliminación de los aparcamientos y el ensanche de aceras. Los actuales magnolios se sustituirán por naranjos, “más acordes con esta tradicional calle”.
El Convento de los Trinitarios se recupera como parte de la historia
Uno de los elementos que se pondrán en valor en el proyecto es el Convento de los Trinitarios, una auténtica mirada al pasado histórico de la ciudad que Moreno resaltó recordando que ha sido lugar de enterramiento de los gobernadores de la ciudad. Su importancia también radica en tres aspectos: haber sido depositario del Pendón Real, bordado por la esposa de Juan I de Portugal y que el propio gobernador entregó a la ciudad; tener como titular a Nuestra Señora de los Remedios y, finalmente, ser los responsables de la devoción ciudadana por el Cristo del Medinaceli, cuya imagen fue rescatada por los monjes trinitarios.
La Plaza de África expande sus límites a los edificios colindantes
Un emblema de la ciudad como es la Plaza de África debe conservar su valor histórico y artístico y así lo ha considerado el redactor del proyecto que ha buscado ampliar el espacio “llevando sus límites hasta donde deben estar e incorporando los edificios nobles de la ciudad que la rodean, como son el Santuario de la Virgen de África y la propia Catedral”. El tráfico experimentará una modificación en la zona, en la que también se han eliminado los aparcamientos para poder peatonalizar el