Obimasa captura más de 50 ejemplares de cangrejo rojo en el Arroyo de Calamocarro

{jaimage crop="ML" /}Particulares realizan la suelta incontrolada de estos especímenes, según la sociedad municipal.

La sociedad municipal Obimasa y la Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas ha emprendido varias medidas de conservación en los últimos meses en relación con el galápago de Florida y el cangrejo americano, consideradas especies exóticas invasoras presentes en la ciudad. En el caso del procambarus clarkii, conocido popularmente como cangrejo rojo, Obimasa desarrolló varias jornadas de captura de ejemplares desde su detección en la Fuente de la Higuera, en la cuenca del Arroyo de Calamocarro, ubicación incluida en el Espacio Protegido Red Natura 2000 Calamocarro-Benzú.
El objetivo de esta medida es la erradicación de esta especie, entendiendo esta acción como el proceso tendente a la eliminación de toda la población de una especie. En total, los efectivos capturaron hasta el momento son un total de 53 ejemplares. Estas poblaciones de cangrejo americano fueron detectadas recientemente, informó la sociedad municipal en invierno de 2012, y todo apunta a que proceden de sueltas incontroladas realizadas por particulares.
No es la única colonia de esta especie invasora que habita los montes de la ciudad. Obimasa tiene constancia de otro lugar con presencia de cangrejo americano, en Loma Margarita, aunque al estar situado en el ámbito urbano presenta bajo riesgo de afectar negativamente al medio natural, continuó la entidad.
En general para todas las especies exóticas invasoras se realizan medidas de educación ambiental tales como actividades educativas con el objetivo de concienciar a la población sobre la problemática de las invasiones biológicas. Desde el inicio de la actividad de Obimasa, se ha observado un incremento en el número de entregas de animales de especies exóticas por parte de particulares, lo que posiblemente indique una creciente sensibilización social en esta materia y la reducción de las sueltas directas incontroladas en los embalses citados, comunicó Francisco Javier Martínez Medina, biólogo de Obimasa.
De conformidad con la definición de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, una especie exótica invasora es “la que se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética”.
La primera introducción del cangrejo rojo en España se produjo en las marismas del Guadalquivir (Sevilla), en 1974 con fines comerciales, habiendo sido introducido posteriormente por toda la península para comercio, consumo y como especie cebo, desde donde se ha ido extendiendo por los cursos fluviales. Su gran capacidad invasora es irrelevante en los campos ceutíes porque no existe una especie de cangrejo de río autóctono.
Sin embargo, el rojo afecta de forma importante al estado de conservación de los hábitats invadidos, ya que es un consumidor voraz de invertebrados, peces, anfibios y macrófitos, según el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Los focos del cangrejo americano comienzan con una rápida dispersión en aquellos lugares en los que encuentran su hábitat.

La amenaza del galápago de Florida

El galápago de Florida también es considerada una especie exótica invasora y se localiza en los embalses del Renegado y del Infierno desde 1995, según Obimasa. Esta población procede de sueltas incontroladas realizadas por particulares y ponen en peligro   la especie autóctona, el denominado galápago leproso. En el caso de la variedad ajena a la ciudad, Obimasa recoge y alberga todos aquellos ejemplares que sean aportados por entidades o particulares. Esta medida tiene como objetivo prevenir la suelta de los mismos en el medio natural. En la actualidad, las instalaciones de la sociedad municipal alojan un total de 15 galápagos y solicitan a quienes vayan a depositar sus galápagos en el pantano que se los entreguen en sus instalaciones de Carretera de Benzú.