“Nunca había soñado llegar tan lejos jugando al waterpolo”

Aunque sólo tiene veinte años ya tiene en su palmarés la participación en dos Europeos junior, un Europeo y un Mundial juvenil así como un Europeo y un Mundial con la selección absoluta, una trayectoria que indican que estamos ante una prometedora jugadora.

Sin embargo, el caso de Lorena Miranda es excepcional, si tenemos en cuenta que empezó a tomarse en serio el waterpolo hace tan sólo siete años. Aunque ya había nadado de pequeña, sus ganas de aprender le llevaron a practicar otras modalidades deportivas como baloncesto, fútbol, voleibol y piragüismo.
Una conversación con Miguel Ángel Río, quien le animó a participar en el proyecto de la confección de un equipo femenino en el Club Natación Caballa, le bastó para volver a la piscina y, en poco tiempo, convertirse en una firme promesa del waterpolo nacional.
Lorena Miranda (Ceuta, 1991) es la pequeña de una familia de dos hermanas, está estudiando segundo de INEF en Sevilla y está jugando en las filas del Dos Hermanas de División de Honor.
Sin duda alguna, su progresión es evidente y sus ganas de aprender la sitúan como una de las firmes referentes de esta modalidad.  

–¿De cuándo viene tu afición por el waterpolo?
–Desde pequeña practicaba natación pero hubo un momento en el que me cansaba de nadar y hice otros deportes como baloncesto, fútbol, voleibol y piragüismo, hasta que con catorce años acabé nuevamente en la piscina.
–¿Por qué decides retomar esta modalidad deportiva?
–Tras mantener una conversación con Miguel Ángel Ríos, en la que me dijo que se iba a formar un equipo femenino y me gustó la idea. Al principio había mucha ilusión porque en el Caballa sólo existían los chicos y recuerdo que siempre estábamos por la calle preguntando a las jóvenes si querían apuntarse a jugar porque teníamos que estar un año entrenando sin competir antes de empezar a estar en la liga.
–¿Fue una etapa dura pero bonita al mismo tiempo?
–Sí, resultó una etapa ilusionante porque formamos un buen grupo de niñas de entre doce y catorce años que teníamos muchas ganas de aprender. A todas nos unía la amistad así como la intención de practicar un poco más en serio este deporte.
–¿Qué es lo que más te gustaba?
–El ambiente porque disfrutábamos mucho en los entrenamientos e incluso cuando terminábamos de entrenar yo me quedaba para seguir aprendiendo un poco más con el equipo masculino.
–¿Qué te convenció para seguir adelante?
–La ilusión de todo el mundo aunque reconozco que nunca se me había pasado por la cabeza llegar tan lejos y menos disputar los Campeonatos de Europa y los Mundiales en los que ya he tenido la suerte de participar. Es cierto que poco a poco me iba involucrando más pero no pensaba que llegara a este límite porque ahora ya pienso en una Olimpiada.
–¿Recuerdas tu primer partido oficial?
–Sí, fue un partido en infantil-mixto en el Campeonato de Andalucía donde no logramos clasificarnos para el Campeonato de España. Yo era una de las pocas chicas que jugaba con el masculino y por eso me sentía un poco rara pero al mismo tiempo muy protegida.
–¿Cómo se produce la posibilidad de firmar con el Dos Hermanas?
–Estuve dos años con el equipo cadetes del CN Caballa y luego me plantearon esa opción de jugar en Primera División porque me vieron jugando y me dieron esa opción. Yo estaba en Ceuta y me iba a jugar los fines de semana, siempre acompañada por mis padres que me llevaban a todos los sitios.
–¿Cómo fue esa experiencia en el club andaluz?
–Muy positiva pero siempre teniendo los piés en el suelo porque del waterpolo femenino no se puede vivir.
–Y luego juegas dos años en el Alcorcón en División de Honor ¿Vaya cambio?
–Sí, fue un salto grande y al principio noté mucho el cambio porque vivía sola, no conocía a nadie y me tenía que adaptar. Estuve dos años, adquirí más experiencia y me permitió seguir avanzando como jugadora y como persona. No continué porque el equipo estaba mal económicamente y sólo se quedaron con las jugadoras más jóvenes.
–¿Y vuelta al Dos Hermanas?
–Sí, me surgió la posibilidad de seguir jugando en División de Honor y la adaptación en Sevilla era más fácil. Este año he notado que tengo más confianza a la hora de tomar decisiones y lograr goles con el equipo.
–¿En qué posición te encuentras más cómoda?
–En cualquier ya que si me toca defender lo hago aunque lógicamente me gusta marcar goles, pero reconozco que mi trabajo es más defensivo.
–¿Jugar un Mundial es lo máximo a lo que se puede aspirar?
–Sí, un Mundial y unas Olimpiadas son lo más importante. En el Mundial de Shanghai he conocido a todos los equipos porque nunca había visto jugar a Estados Unidos y a China, por citar algunos casos. La verdad es que podemos estar al nivel de cualquiera pero tenemos que jugar bien y no cometer errores.
–¿Quienes son las selecciones que pueden estar un paso por delante de las demás?
–En mi opinión Rusia, China y Australia porque son selecciones muy físicas, aunque también hay otras que tácticamente llegan a su altura o incluso más.
–Y ahora al Mundial junior en Italia del 11 al 18 de septiembre ¿Qué esperas en esta nueva cita internacional?
–La intención es colgarnos una medalla ya que del absoluto vamos a participar seis jugadoras y tenemos muchas esperanzas de hacerlo bien. Sería una gran ilusión cumplida lograr estar en el podium.
–¿Y a lo lejos el objetivo es la Olimpiada?
–Sí, pero para ello tenemos que clasificarnos en el pre-olímpico. Son ocho equipos los que van y ya están clasificadas China, Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña, por lo que quedan cuatro plazas para muchas selecciones y tendremos que luchar bastante para lograr el objetivo.
–¿Cuál es tu propósito a corto plazo?
–Seguir creciendo como jugador y lograr una medalla en el Mundial Junior.
–¿Añoras Ceuta?
–Sí, pero aprovecho cualquier hueco que tengo para venir y ver a mi familia y a mis amigos.

“El Mundial fue una experiencia muy buena aunque nos quedó la espina clavada de ser undécimas”

SHANGHAY. Lorena Miranda acaba de disputar en Shanghay lo que ha sido su primer Mundial con la absoluta, después de haber disputado un Mundial juvenil en Rusia.
La experiencia de esta primera cita mundialista con la absoluta ha sido “muy buena porque somos un grupo de jóvenes jugadoras con muchas ganas de aprender. No obstante, tuvimos mala suerte en los cruces pero tenemos que ir aprendiendo de los errores para el próximo año hacerlo mejor”.
La joven ceutí participó en los seis partidos logrando un gol contra Hungría. “Sólo cuatro o cinco jugadoras habían jugado un Mundial pero el resto veníamos de las escalas inferiores, con lo cual no es la misma responsabilidad y eso se notó en la piscina”.
En su opinión, lo más importante es “la experiencia” adquirida en estos encuentros. “Con el tiempo iremos mejorando como grupo”.
En este sentido, ha valorado el apoyo de las más veteranas. “Jugadoras como Blanca Gil, Jennifer Pareja, Pilar Peña, Ona Meseguer y Maika García nos han apoyado mucho y hemos conseguido estar muy compenetradas y que reinara un buen ambiente, de ahí que no se ha producido ningún problema durante todo el Mundial”.
Los principales consejos recibidos por las más expertas fueron “que estuviéramos siempre tranquilas y que pensáramos en mejorar para próximos compromisos”.
Lorena Miranda tiene claro que España tiene equipo para estar entre las mejores a nivel mundial. “Podemos estar entre las ocho mejores porque pienso que sólo nos falta experiencia, aunque el nivel del waterpolo femenino es muy parejo y no te puedes descuidar nunca”.