La Ciudad Autónoma acoge actualmente en sus
Centros de Ceuta a un total de 305 menores extranjeros no acompañados (
MENA), una cifra a la que no se había conseguido bajar desde 2018 (la excepción de julio de 2019, 278) y que es el resultado del freno que para la presión migratoria infanto-juvenil ha traído consigo el cierre de la
frontera del Tarajal tras la declaración del primer estado de alarma por la pandemia de la enfermedad del coronavirus.
Justo antes de la imposición del confinamiento se alcanzaron los niveles más altos de ocupación media de los Centros de la Administración local, con 590 en marzo de 2020. En los meses inmediatamente anteriores el número de ingresos se había disparado hasta 158 en diciembre de 2019 y 122 en enero de 2020.
El último mes completo con la frontera operativa accedieron a Ceuta y entraron en la red de protección de la ciudad 73 jóvenes foráneos.
En marzo, cuando el paso fronterizo sólo estuvo trece días abierto, la cifra cayó hasta 19, número que no se ha vuelto a alcanzar salvo en septiembre pasado (20).
En la pandemia había 590 menores tutelados y 2021 podría concluir con 189
En abril y mayo no se registró ningún nuevo ingreso, solamente uno en junio, tres en julio y cinco en agosto. En octubre fueron nueve, doce en noviembre y 4 en diciembre, lo que arroja una media de seis cada mes desde el cierre de la frontera.
El número de menores bajo tutela de la Ciudad va menguando, además, por el ritmo al que van cumpliendo los 18 años y accediendo a la mayoría de edad los jóvenes acogidos, aproximadamente una veintena cada mes.
Si el escenario no se viese alterado por ninguno de sus flancos el Área de Menores cree que terminaría este año con menos de 200 adolescentes migrantes no acompañados en sus Centros.
La reforma del semisótano de ‘La Esperanza’, a punto
La empresa Africana de Construcciones y Contratas (ACC) sigue ejecutando el proyecto de obras de reforma y acondicionamiento de la planta semisótano de La Esperanza con el fin de completar el traslado de los menores temporalmente albergados en Piniers. Los trabajos para crear 80 nuevas plazas con espacios diferenciados de descanso y realización de distintas actividades fueron adjudicados con un plazo de ejecución de dos meses por algo más de 171.000 euros. La Consejería de Presidencia prevé vaciar el albergue provisional ubicado junto a la barriada del Príncipe en “quince días”.
Nueva petición de ayuda al Estado y apoyo privado en la recámara
El Gobierno de Vivas ha vuelto a pedir al Ministerio de Sanidad por escrito colaboración para financiar con ayuda de la Administración General del Estado, competente en materia de migraciones y fronteras, la construcción de un Centro de Menores “con capacidad de acogida dimensionada a la ciudad autónoma tanto en dimensiones como en población en comparación con el resto del país”.
El Ejecutivo local dispone desde hace años de un proyecto para una parcela municipal ubicada en la carretera de García Aldave-Benzú que estaría integrado por varios edificios y módulos de habitaciones con capacidad para unos 220 menores varones y para 24 chicas. La duración aproximada de las obras se calcula en “un año” y el presupuesto para acometerlas sin costes de equipamiento rondaría los siete millones.
En este tiempo y a falta de respuesta del Gobierno de la Nación también se han explorado otras posibilidades como la de la colaboración público-privada, tanto limitada a la construcción de la infraestructura como incluyendo la gestión de la misma.
A expensas de si fructifica o no esa línea de actuación, la Ciudad decidió reformar el semisótano de ‘La Esperanza’ tanto para “dar respuesta inmediata” a las necesidades de acogida cerrando Piniers como creando espacios de aislamiento para impedir, en caso de darse un brote como el registrado la semana pasada de la COVID-19, nuevos contagios.
El espacio incluye una zona de descanso con dormitorios, baños y aseos y otra de actividades con comedor, recepción de cáterin, dos aulas y dependencias para la plantilla del Centro.