La empresa municipal Amgevicesa dio ayer otro paso en el camino iniciado hace ahora quince meses para mejorar el servicio de transporte público colectivo en autobuses urbanos desde la gestión directa. La recepción del primero de los catorce vehículos híbridos adquiridos con una inversión de cerca de cinco millones de euros marca una línea de avance que debe consolidarse con la recepción del resto de ese paquete, dos eléctricos y tres microbuses que deben permitir ampliar las líneas hasta puntos a los que las unidades heredadas de ‘Hadú-Almadraba’ no pueden hacerlo.
La apuesta por una flota más segura y menos contaminante debe ser un pilar más para alcanzar los objetivos planteados con la remunicipalización del servicio, que entre otros eran “alcanzar unos niveles de calidad equiparables a las medias nacionales en cuanto a líneas, frecuencias, vehículos y servicios complementarios” o “propiciar la articulación del territorio y una mejor conectividad de las barriadas”.
La Consejería de Medio Ambiente debe ser capaz de encajar esta línea de acción con otras herramientas como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible o la Zona de Bajas Emisiones y aprovechar el cambio de paradigma que tendrían que traer consigo en una ciudad en la que el uso del vehículo particular puede reducirse para impulsar la utilización del transporte público. Se trata de un desafío que va mucho más allá del corto plazo y que no exigirá solo inversión y planificación, sino también concienciación.