Las obras de acondicionamiento del edificio de la antigua sede del Banco de España como nuevo
Palacio de Justicia de Ceuta ya están “finalizadas y recepcionadas”, según el
Gobierno de Pedro Sánchez, que hace casi un año dijo exactamente lo mismo. En su última respuesta por escrito a una pregunta parlamentaria, el Ejecutivo central ha señalado que el traslado de las unidades judiciales previstas al inmueble, “propiedad de la Administración General del Estado”, está “pendiente de la definición y conformidad de las ubicaciones definitivas de los efectivos”.
El importe total de la inversión ejecutada en el proyecto de acondicionamiento del edificio ubicado en la plaza de España ha sido de algo más de 3,1 millones de euros y según el
Ministerio de Justicia el desembolso se ha realizado “de acuerdo al coste inicialmente presupuestado”. La historia
suma ya capítulos durante más de diez años. En 2011 cerró la sede del Banco de España en Ceuta, que en 2014 se eligió como futura sede unificada de diferentes unidades judiciales tras descartase la construcción de nuevos inmuebles en el solar del antiguo Cine África o en el del Brull. En 2015 comenzaron las obras, que en 2017 se dio por hecho que terminarían ese mismo ejercicio, pero un lustro después todavía no ha entrado en funcionamiento con su nuevo uso. El cajón de sastre en que se ha convertido el Palacio de Justicia actual, convertido en una especie de ratonera en donde se parchean constantemente intervenciones de urgencia, demuestra la falta de prioridad del territorio Ceuta en los planes por dotar de proyectos dignos al ámbito judicial. La Gerencia Territorial realizó en septiembre una visita al que será el nuevo Palacio de Justicia sin resultados concretos conocidos, pues ni siquiera se informó a los representantes de los trabajadores ni se ha dado una explicación a la prensa de por qué aún no se ha ejecutado el desplazamiento que tiene mayor urgencia, el de lo Social y Contencioso.