Un nuevo diácono keniano ha llegado a Ceuta, concretamente a la parroquia de Santa Teresa, en donde se formará junto al Padre Guillermo en su camino hacia ser consagrado sacerdote. Su nombre es George Gitahi Nauru y viene de Nairobi.
Solamente lleva tres días en la ciudad, anteriormente se ha estado formando en el seminario Redemptoris donde ha recibido conocimientos de filosofía y teología.
“También nos forman en la vida espiritual, la vida integral, es decir, la forma de relacionarnos con los demás”, añade.
Ha sido destinado a Ceuta con el objetivo de recibir la formación y absorber los conocimientos necesarios para dar el siguiente paso en su camino hacia el Señor: ser consagrado sacerdote.
Estos conocimientos vendrán de la mano del Padre Guillermo, sacerdote de la parroquia Santa Teresa.
“Diácono viene de la palabra griega que significa diaconía, quiere decir ‘el que sirve’. Yo estoy aquí para servir. En la iglesia, específicamente en la liturgia de la palabra y en la eucaristía, ayudar con el evangelio a predicar, puedo bautizar, también los entierros, pero todo según me diga el párroco”, detalla.
El diácono George Gitahi Nauru se siente emocionado de estar en la ciudad. Viene de Kenia, pero también ha estado en Tanzania “por siete años” y también en Cádiz, donde ha sido misionero.
A la pregunta de cómo valora la relación de las nuevas generaciones con Dios, Gitahi explica que, “siendo joven, también tengo mis desafíos en el ámbito espiritual y entiendo a muchos de mis contemporáneos porque un gran número se ha alejado de Dios y de la iglesia, pero algo que no se puede negar es que el deseo de Dios está en todo hombre”.
Cree fielmente que las nuevas generaciones volverán a encontrarse con la iglesia.
Para quienes no tienen una relación estrecha con Dios, tiene la tentación de animar a todos los jóvenes a acudir a la iglesia, aunque reconoce que “no es fácil, pero para quién esté buscando algo auténtico lo encontrará solo en la iglesia. Por eso si quiere una relación que le llene realmente, aquí le espera el Señor”.
El nuevo diácono aterrizado en la parroquia de Santa Teresa desea una buena relación con los ceutíes y les pide ayuda en este nuevo camino que ha emprendido en un lugar hasta ahora desconocido para él.
“Todavía estoy en el proceso de aprendizaje de muchas cosas. Pido que me acompañen en este tiempo, yo también estaré para lo que me necesiten según mis capacidades y posibilidades”, relata.
En la Diócesis de Cádiz y Ceuta suele establecerse un año hasta que el diácono alcanza la condición de sacerdote, aunque no significa que pueda llegar a serlo antes. “La fecha no la tengo, pero estoy contento con el servicio que estoy haciendo”, asegura.
Tras este año el servicio continúa con “un poquito más de responsabilidad, de servicio y posibilidades de servir”, concluye.
Desde El Faro le deseamos a este nuevo diácono una agradable estancia en Ceuta y especialmente en la parroquia de Santa Teresa.
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