El cadáver de un
delfín ha sido hallado flotando en el agua este mismo mediodía. Con cortes en distintos puntos del cuerpo, el cetáceo fue encontrado sin vida en torno a la una de la tarde por la zona de Punta Blanca. Varios miembros del centro de buceo Burbujas de Ceuta dieron con él cuando realizaban una inmersión por
Benzú. Lo vieron amarrado, con el cuerpo enredado entre unos cabos, y con tres puñaladas en la parte del pecho. Además, la cola del
animal mostraba cortes y de las heridas del pecho salían burbujas, algo que para los del centro de buceo podría explicar que se trata de un suceso reciente, y que el tajo puede haber llegado al pulmón del mamífero.
Lo que más les sorprendió fue su tamaño. "Era grandísimo", indicaron en declaraciones a este periódico. El delfín medía casi dos metros y subirlo a la embarcación fue especialmente costoso. Finalmente, dieron aviso al servicio marítimo de la Guardia Civil y en última instancia fue trasladado a Athisa, la empresa adjudicataria de la recogida de residuos de animales.
Esta misma compañía asegura que otro delfín de menor tamaño que el anterior ha sido encontrado también hoy. Aunque aún es pronto para determinar cuáles han sido los motivos que han llevado a su muerte, desde Athisa recordaron que hace un par de meses vinieron autoridades nacionales a investigar la situación que afecta a los cetáceos en el litoral, y dar con sus orígenes.
Por aquel entonces se habían detectado varios cadáveres de estos mamíferos cuyas muertes se relacionaron con los pescadores marroquíes. Aunque en las últimas semanas había disminuido la frecuencia con la que se encontraban estos animales sin vida en el mar, sigue habiendo un común denominador a prácticamente todos estos hallazgos: los cortes y magulladuras en el cuerpo del delfín. En la mayoría de los casos, son generados por la acción humana.
El centro de buceo Burbujas es el único en la ciudad autónoma que tiene autorización oficial para realizar y promocionar actividades de avistamiento y observación de cetáceos. Ha obtenido una autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico y, gracias a ello, tienen el permiso que les permite salir con un embarcación en busca de delfines,
tortugas... En casos como este, en los que terminan dando con animales muertos con señales de herida, suelen delegar el caso a Athisa y sus miembros recogen al animal. Posteriormente, el veterinario se hace cargo de la necropsia para saber las causas de la muerte y, posteriormente, se traslada al cementerio de cetáceos donde pasado el tiempo se encargan de recoger los huesos del mamífero.