Nuevo ataque contra
un autobús del servicio Hadú-Almadraba. Ha sido la tarde de este viernes en la barriada de Miramar cuando “varias personas” han lanzado “una lluvia de piedras” con la que han destrozado una luna del vehículo, tal y como ha explicado el gerente de la empresa en declaraciones a El Faro de Ceuta. Si no ha habido heridos es porque el autobús “iba casi vacío” pero los daños materiales causados dan buena muestra de lo que podía haber ocurrido si en el lado afectado por las piedras hubiera habido pasajeros sentados. Un auténtico desastre. No se ha podido identificar a los autores de esta agresión, que se erige en un nuevo atentado contra el servicio público de transportes. Y no es el primero. Desde la empresa han sufrido mucho este tipo de actos, tanto que están hartos de ser víctimas del vandalismo perpetrado contra bienes que están para atender al ciudadano y que terminan siendo objeto de la ira, el vandalismo o el mal por el mal que algunos practican buscando el daño. Y de esos daños se pueden derivar accidentes graves como los que han sufrido en otras ocasiones viajeros. Los conductores están afectados por una situación de presión y estrés ya que son objeto de estas agresiones. Los daños materiales causados demuestran la violencia con la que fueron arrojadas las piedras contra el vehículo que iba cubriendo la ruta hacia la frontera y que podría haber causado males mayores. Desde la empresa de autobuses se ha denunciado en multitud de ocasiones esta situación de inseguridad, han amenazado con suspender líneas, de hecho han provocado paros, han pedido protección policial pero a la vista esta que siguen produciéndose ataques de personas que no respetan los bienes de uso común y público como sucede con los propios autobuses. El vehículo dañado ha tenido que ser retirado del servicio y trasladado a la base de la empresa para ser arreglado y que pueda, así, volver a tener su uso en cuanto se le ponga la luna nueva. A través de las redes sociales, algunos pasajeros que viajaban en el vehículo siniestrado cuentan que se han llevado un "susto" y que, afortunadamente, una mujer que estaba sentada justo donde impactaron algunas de las piedras no se vio herida.