Uno más. Los apedreamientos a autobuses no cesan en Ceuta, ni siquiera en la última noche de
Feria. En la madrugada del domingo al lunes, de nuevo un conductor de los vehículos de Almadraba tuvo que cesar su actividad y dejar sin servicio a su línea ante la amenaza del vandalismo.
En torno a las 6 de la mañana, la línea 7 fue suspendida tras el lanzamiento de piedras al autobús que llegaba a la frontera. La denuncia ha sido registrada después de que el acto vandálico pusiera en peligro a los ocupantes del vehículo, cuyas lunas laterales y delantera volvieron a ser afectadas tras el impacto en la rotonda del Hospital, de nuevo en Arcos Quebrados, una "zona fatídica" para los chófers. Han sido tres las piedras lanzadas y los cristales rotos en lo que los trabajadores califican de una acción de "ensañamiento total".
El lanzamiento de piedras a los autobuses y ha sido una constante no sólo
durante estas fiestas patronales, sino en los últimos meses. Cada vez son más los cristales rotos en acciones que ponen en peligro a los viajeros.
En esta ocasión los sucesos trascienden de anécdota dado que los trabajadores de la compañía preparaban una huelga precisamente para esta semana de Fiestas Patronales, que finalmente fue desconvocada después de que los trabajadores lograsen un incremento salarial del 3,32% condicionado a la subida de tarifas.
En ese marco, el Comité de Empresa de Hadú-Almadraba pedía respeto para los trabajadores que desempeñasen los servicios mínimos, porque ante “cualquier incidente” se retirarían para no poner “en riesgo la integridad física de los empleados”.
Si bien los paros laborales no se han llevado a cabo, este es el enésimo caso de vandalismo que sufre la flota de autobuses del servicio de transportes ceutí, lo que ha dado numerosos quebraderos de cabeza tanto a la empresa como a los trabajadores: han requerido en varias ocasiones medidas para acabar con los asaltos y apedreamientos que sufren en determinadas zonas de la ciudad.