La Policía marroquí investiga la existencia de redes dedicadas al tráfico de personas asentadas en el norte que estarían detrás del intento de entrada de nueve argelinos abortado esta misma semana. El grupo portaba pasaportes falsos marroquíes expedidos en Tetuán con los que pretendían su entrada en la ciudad autónoma. Se iban a hacer pasar por súbditos marroquíes, aprovechando sus similares características físicas. Por dichos documentos, según publica el diario marroquí Al Masaa, habrían pagado 10.000 dirhams.
Marruecos está especialmente preocupado por este tipo de inmigración, la argelina, ya que sospecha que pudiera estar manipulada por grupos radicales asentados en el Magreb. Buena parte de estos argelinos se encuentran en la zona de Rincón esperando la entrega de la documentación falsa para introducirse en Ceuta, aprovechando el mayor flujo y tránsito de magrebíes.
Desde hace un par de años Marruecos ha reforzado los controles orientados a la detección de documentos falsos en poder de argelinos. Unos controles que se completan con los ejercidos por la Policía Nacional en la frontera del Tarajal, dotados con medios idóneos para la detección de pasaportes que han sido trastocados previamente.