Nuevas retenciones en el paso fronterizo y quejas de un grupo de marroquíes a los que se les anularon los pasaportes (hubo también el caso incongruente de un ceutí).
Y protestas, muchas protestas, entre quienes vieron o ralentizada o vetada la salida de mercancía por el Tarajal. Este era el escenario que se registraba en el paso fronterizo en la tarde de ayer, uno más del que se viene repitiendo en las últimas jornadas, desde que se instauró la instrucción de controlar el pase de bultos.
La orden es clara: no se puede permitir la salida de grandes mercancías fuera del horario del puente del Biutz, algo que, en teoría, no tiene por qué afectar a aquellas personas que salen hacia Marruecos con bolsas de la compra en la mano.
La realidad no es así, porque ayer mismo se estaba discriminando la salida de algunos marroquíes que llevaban bolsas de supermercado y a los que los agentes que estaban de servicio no dejaron pasar. Los afectados pedían explicaciones por ello, pero se les indicó que había instrucciones de no permitir la salida de bolsas con productos. Se echó para atrás a un padre de familia con una bolsa de compra de un supermercado y a una mujer que llevaba una manta, algo de lo que fue testigo este medio. A algunos se les anularon los pasaportes extendiéndoles un sello (lo que ellos denominan ‘la mancha’) para prohibirles la entrada en Ceuta en una temporada.
Un joven resultó lesionado en un hombro y tuvo que ser un taxista el que llamó a una ambulancia, pemaneciendo casi quince minutos en el suelo y sin asistencia.