Una nueva especie de nudibranquio para pakiki

Todavía inmersos en el duelo por Pakiki, mi querida mujer, no hemos permitido que la pena nos inunde y continuamos preparando lindos homenajes que la recuerden y celebren como ser humano en todas sus amplias y variadas facetas. En primer lugar quisiera presentaros a la nueva especie de nudibranquio que proveniente de una parte muy significativa de nuestro círculo de colegas y, sobre todo, amigos científicos, le han dedicado a mi preciosa hembra, mujer, esposa, amiga y compañera. Se trata de una tímida pero espectacular criatura que vive para y por los bellos céspedes de algas del género Caulerpa que habita en mares tropicales y subtropicales del planeta. El descubridor de esta maravilla en aguas de Cabo Verde es el doctor Leopoldo Moro Abad, al que tengo el gran orgullo personal de haber ayudado a guiar en sus primeros pasos como naturalista marino allá por la segunda vida vivida con mi mujer en Canarias. Fue la primera vez que pude reconocer en una persona el talento para el naturalismo científico con claridad meridiana; una señal del universo y todo un privilegio poder caminar con Leo todos estos años haciendo y describiendo la historia natural de muchos lugares y seres vivos. Está bien acompañado por Jesús Ortea Rato, Kankel para los amigos que fue su director de doctorado y referente mundial en el estudio de estas especies. Es un lujo que sea español y que no reniegue de serlo, además cocina la fabada como nadie y se cabrea conmigo porque no sé apreciarla y solo quiero comer pescado a la plancha cuando estamos de campañas científicas en esas islas de Dios. Sé que sabe disculpar mis bromitas insistentes y licencias gastronómicas poco ortodoxas para él que es muy español y lo lleva a gala allí donde vamos, le doy a Kankel gracias de corazón por este regalo póstumo a mi amada que por otra parte no es otra cosa que un canto a la amistad que nos une a todos en nuestras correrías científicas.

Aquí incluyo un par de imágenes de la especie indicando que no conozco a ningún naturalista científico que capte mejor la belleza de esta naturaleza escondida y sublime como Leo, nadie como él en este mundo oculto de la micro-fauna para fotografiar la esencia del conocido aforismo latino “Natura Artis Magistra Est”. Hace muchos años y durante cada día, en el receso para comer “el lunch” bajo la sombra de los grandes árboles del jardincito existente frente a la gran biblioteca del Instituto de Taxonomía Zoológica de Amsterdam, en la que trabajaba afanosamente en la recopilación de textos clásicos, leía esta frase escrita en letras doradas en el frontispicio del edificio. Quiero dejar la Etimología tal y como la escribieron ellos en su artículo pues tiene una gran fuerza poética y simbólica: Etimología: Oxynoe pakiki, en recuerdo de nuestra amiga Francisca Serrais Benavente, con quien compartimos numerosas expediciones naturalísticas por el litoral norafricano. Aunque quedaron pendientes los periplos por las islas de Cabo Verde, nos reconforta pensar que ahora disfrutarás por siempre de las aguas de este archipiélago, donde con seguridad te encontrarás con tu amor neolítico, Oscar Ocaña, quien deambula bajo la ornamentada concha de Favartia oscari. Soy un romántico sin remedio pero me encanta pensar que en otra existencia podemos ser dos nudibranquios bien avenidos (cosa difícil de aceptar científicamente hablando pero aquí nos movemos en el ámbito de los mitos y no de la ciencia).

El redescubrimiento de “mis familias” ha sido algo maravilloso y totalmente inesperado pero necesario para superar todo esta pena y congoja del hombre loca y eternamente enamorado ante la pérdida de su mujer amada. Estrella Merino Serrais ha sido nuestra escudera en este trance y lo ha hecho tan bien que las palabras son inservibles para expresarle agradecimiento; lo siento Estrella, me declaro incompetente, no me llega el verbo para contar tu hazaña épica, pero no te quede duda que tiene la naturaleza de las grandes historias de amor, cariño y agradecimiento. Pero como proviene de otro ámbito de percepción no lo tengo en mi registro literario; no puedo asirlo y no quiero forzarlo porque sonaría vulgar y eso no lo puedo tolerar en tu caso. Solo puedo decir que bendita la hora que te cruzaste en nuestras vidas y que benditos todos los minutos que te dedicamos por que fueron muy pocos a cambio de todo lo que hemos recibido de ti.

Mi hermana Angelines ha tenido que superar el amargo recuerdo de la reciente desaparición física de nuestro Benito, su hijo y se ha ocupado diligente y amorosamente de las comidas de Pakiki hasta el final; mi amigo Carlos Miras ha estado superior por muchas razones que solo ambos comprendemos y que quedará siempre entre nosotros, solo quiero que lo sepas. Mi cuñada Inés hizo un esfuerzo hercúleo por ayudar y lo consiguió; a Toño le envío un cariñoso recuerdo. En la distancia me habéis ayudado sobrinos y sobrinas (Rocío; Almudena; Lorena; María; Víctor; Pablo) y por supuesto mi otra hermana, Mavi que ha rogado todo este tiempo a su virgen del Rocío por nosotros y sus plegarias han sido sin duda escuchadas; alguna amiga olvidé nombrar en el anterior artículo, lo siento Nancy ahora queda repuesto. Mi hermano Javier y su mujer Inma han sido los hospedadores de mi alma atribulada en momentos muy difíciles y estuvieron atendiendo y alentando a Pakiki desde el comienzo. Sus hijas Ale y Lua han recuperado a su tío que soy yo y Ale tiene un nido especial en mi corazón con esa pena desesperada que sentía por Pakiki; el mundo sigue Ale, sacúdete esa pena sin sentido y prepárate porque volvemos a los entrenamientos de waterpolo en el caballa. Mi sobrina Paula Merino, investigadora del Ramón y Cajal y a la que hemos apoyado desde el principio de su carrera científica ha estado cerca vía skype mostrándonos su casa, sus hijos (Leo y Enma) y manteniendo la llama de la esperanza médica de la curación de Pakiki. Mi cuñado Nito Serrais y mi cuñada Ana Clopés farmacéuticos en la sanidad pública catalana han conseguido mover y conectar a una amplia red de expertos y pruebas médicas para hacer todo, y cuando digo todo, es todo lo posible por mantener con vida a Pakiki. Entre ellos, el ICO de Cataluña, el excepcional equipo de la UCI del Hospital Universitario de Ceuta y los dos oncólogos del Hospital de día Hannan y Hassan lo han conseguido regalándonos un año y casi cinco meses de prórroga. Por otra parte, Nito y Ana han sido muy comprensivos soportando nuestras constantes llamadas y peticiones de información. Gracias también por dejarnos un tiempo de cada verano a vuestros hijos Joan y Martí que tanto disfrutaba tu hermana.

Pakiki es un caleidoscopio de aficiones y logros que tendremos que atender en un volumen especial de la revista Alidrisia Marina de la que fue editora general. Para mi vate Jose Manuel y para mi será muy reconfortante ocuparnos de las obras y huellas profesionales que deja mi mujer en marcha, para ello invitaremos a algunas amigos a participar, esperamos que se animen.

No habrá misas públicas oficiales por Pakiki, aunque no descarto alguna ceremonia más en la intimidad. Ella no era de actos multitudinarios más allá de los responsos ofrecidos del día del sepelio, pero si puedo indicar a todos los que la aprecian que ha estado muy atendida espiritualmente de manera ecléctica e integradora, todo muy al gusto de mi amada.

El miércoles, al amanecer se cumplió el tercer día del fallecimiento de Pakiki y por idea acertadísima de Jose Manuel Pérez Rivera, que es un foco de erudición para estos temas esotéricos, nos fuimos muy temprano a ver amanecer al monte de la Tortuga con un poniente vivificante que estremecía. Según el mazdeísmo y el zoroastrismo, es, en el comienzo de este día cuando el alma debe cruzar el puente simbólico de Chinvat que le tiende el astro rey con el fin de penetrar en la luz celestial. Allí nos despedimos los dos de Pakiki entre gritos de llanto y júbilo animándola a cruzar el puente sin miedo mirando al sol naciente. Sin duda los duelos hay que tomarlos muy en serio pues nos llevan de la mano hacia un lugar donde sentimos la trascendencia y el profundo misterio del ser.