Es la tercera en tres meses y estuvo protagonizada por un individuo que quería psicotrópicos sin tenerlos prescritos
Nuevas amenazas para una facultativa en el centro de salud del Tarajal. Ya son tres en los últimos meses y casi siempre tienen una misma razón: la obligatoriedad del individuo que llega a la consulta médica para que le receten psicotrópicas y como es lógico, la negativa por parte del médico como consecuencia de que no lo tienen prescrito.
Los hechos se produjeron a media mañana de la jornada de ayer, cuando esta persona, que tenía su cita, entró en la consulta de la doctora y le pidió la receta. Le señaló que compraba en la calle tanto Diazepam como Trankimazin, pero que entendía que no tenía que gastarse el dinero y que la solución era que la Administración sanitaria se lo resolviera. Tras la consulta de su historial médico, la negativa fue absoluta por parte de la doctora y le recomendó que se llegara al Centro de Drogodependencias, perteneciente al Ayuntamiento, para que allí se suministraran esas pastilla si era drogodependiente.
En ese momento, el individuo si cambió la táctica en relación con otros casos de agresiones que se han producido en el centro de salud del Tarajal. En ningún momento perdió los nervios y comenzó a gritar, con lo cual no intervino para nada el vigilante de seguridad que se encuentra en la planta baja, ni tampoco por la médico se produjo ningún aviso ya que se encontraba realmente asustada. Pues bien, esta persona se quitó sus gafas de sol, le dijo a la médico que le mirara directamente a los ojos y le preguntó si se encontraban tranquila después de lo que le había dicho, puesto que si alguna vez le sucedía algo, a él nunca le acusarían porque tendrían una coartada de que se encontraba en la Península. La facultativa no sabía como reaccionar ante estas amenazas directas por parte de este paciente, mientras que toda la conversación fue escuchada por parte de unos compañeros que se encontraban en otra consulta. Lo cierto, es que después de las amenazas directas, cogió la puerta y se marchó.
La médico estaba realmente nerviosa después de los hechos que había protagonizado de manera involuntaria y en cuanto terminara su jornada laboral iba a presentarse en la Jefatura Superior de Policía para poner la correspondiente denuncia. No olvidemos que las agresiones físicas o verbales a los sanitarios están consideradas como un delito de atentado.
Lo cierto es que son muchos los trabajadores del centro de salud situado en el Tarajal que reconocen que cada día es más difícil trabajar de manera tranquila durante sus horarios, porque ya no sólo es cuando se produce una agresión de este tipo que se están multiplicando a lo largo de los últimos meses, sino también otras actitudes de gritos o malos modos que soportan tanto médicos, como diplomados de Enfermería, auxiliares o celadores. Cada día afirman que lo pasan peor.
“Cualquier día ocurre una desgracia” El comentario generalizado de los trabajadores más veteranos en el centro de salud del Tarajal es que cualquier día va a ocurrir una desgracia de verdad, en el momento, que uno de estos individuos cuando entren a una consulta terminen agrediendo físicamente a uno de los profesionales médicos. “Cualquier día va a ocurrir una desgracia y lo vamos a lamentar porque antes no se hayan puesto medidas por parte de quienes son los responsables en este tipo de actitudes”. El ambiente de trabajo, desde luego, no es el más efectivo a todas luces.
Se celebró una concentración para pedir medidas La situación que se vivió ayer en el centro de salud del Tarajal es la tercera en los últimos meses. En el mes de mayo fue una doctora, la que se tuvo que refugiar en otra consulta anexa, debido a que un individuo quiso entrar sin tener hora, diciendo que llevaba mucho tiempo esperando. Llegó a lanzar una papelera contra la puerta de la consulta, hasta que pudo ser reducido por parte del vigilante de seguridad y ya se hizo cargo del mismo la pareja de la Policía que llegó tras ser avisado. En el mes de junio, hubo una situación mucho más violenta que la ocurrida ayer jueves, debido a que un individuo que también quería que le recetaran psicotrópicas, le llegó a sacar una navaja a la facultativa, la cual con posterioridad presentó la denuncia. El juicio ha quedado fijado para el mes de septiembre, pero esta persona permanecerá en prisión hasta entonces. Al día siguiente, se celebró una concentración ante la puerta del centro de salud, no solamente para expresar la solidaridad con la médico agredida verbalmente, sino también para pedir medidas a las autoridades. Estuvo presente el presidente del Colegio Oficial de Médicos, Enrique Roviralta.