Q uizá la elección de este enunciado lleve al lector directamente a pensar en una riqueza marina enfocada exclusivamente a la posesión en nuestras costas de importantes caladeros de pesca, puede, pero cuando hablamos de recursos también nos estamos refiriendo a la belleza de playas, fondos marinos o de parajes y calas, lugares todos ellos que bien dinamizados y puestos en activo para el turismo, van a generar hoy por hoy mucho mas puestos de trabajos para Ceuta que una industria agropecuaria local totalmente y por nuestro demerito denostada, en unos tiempos en los que, por ejemplo, las empresas conserveras españolas prefieren nutrirse en bancos pesqueros somalíes o trasladar sus fabricas a lugares mucho “mas cómodos” para la producción como, por ejemplo, Ecuador u otros países de Hispanoamérica.
Mientras tanto, en estos días se tiene la intención de promocionar otra vez a Marbella como ciudad turística de referencia, aprovechando la llegada a esa localidad del presidente de la republica estadounidense, ahora bien, lo que a buen seguro la gente desconoce en su mayoría es que la gran obra marbellí partió del mar y muy especialmente de una zona que aun hoy día, aunque quizá ya con menos esplendor que antaño, lleva el nombre del alcalde que dio los primero pasos de esta obra. Puerto Banús, fue primera piedra de toque para el posterior desarrollo turístico costasolense, experiencia esta, que por su largo recorrido de luces y sombras bien nos puede servir de ejemplo para aprender de los positivo y evitar lo negativo.
Una buena oportunidad en este sentido seria una de nuestras iniciativas, la Estación Náutica, creada recientemente y a la que todavía hay que dar un margen adecuado de tiempo para ver si realmente aporta algo positivo al devenir económico de nuestra ciudad, pues como ya apunte en uno de mis últimos artículos, en este caso no cabrá la opción tan socorrida de echarle las culpas de un posible fracaso al abusivo precio del billete del barco, sino mas bien a la incapacidad de aquellos que tienen la responsabilidad de ofrecer y potenciar nuestros innumerables recursos turísticos.
Desde luego que hay empresarios dentro de este proyecto náutico, y me consta, que albergan una gran ilusión porque esta iniciativa consiga asentarse de manera efectiva en nuestra ciudad, para así y partiendo de una realidad consolidada, brindarle un aporte, no ya solo económico, sino también de ideas que a buen seguro facilitaran su correcto desarrollo y por ende el del tejido turístico local. Constatando de igual modo que para ello, no estaría de más la creación de una sociedad mercantil que contase con una decidida colaboración institucional de cara a su promoción y publicidad en los principales foros turísticos, nacionales e internacionales en lo que como ciudad autónoma participemos.
Muchos son los empresarios que apuestan y trabajan día a día por el turismo y por su ciudad con un ahínco encomiable, los cuales podrían dar lecciones de restauración a cualquier puerto náutico de la península, sirvan como ejemplo de ello, restaurantes como la Peña, Refectorio, la Barraca, Varadero, el Oasis y así una larga lista de establecimientos que también me consta que están comprometidos con nuestra ciudad y su desarrollo, ya que a la mayoría los conozco, y que podemos decir de Francis Valero y al apoyo entusiasta que desde el primer momento ha brindado a esta iniciativa náutica.
Por lo que a mi respecta el mas absoluto de los apoyos, pues bien llevado puede ser el impulso que verdaderamente le falta al turismo ceutí, ahora lo que hay que hacer es mimar nuestro puerto náutico y sobre todo evitar la presencia de listillos siempre prestos a “meter la pata” y a hacer negocio a costa del interés general, arribistas que tan nefastos resultados han reportado siempre al deseo colectivo local de progreso, desarrollo y prosperidad. Estaremos expectantes.