La parcela que nos ha tocado en suerte, no es precisamente la mejor. Envidiamos la francesa, llana, con grandes, largos y caudalosos ríos que también son vías de comunicación, con montañas que no estorban la parcela, solo al sur y a un lado del país. No es la nuestra, llena de montañas por doquier y con costes elevadísimos cada vez que es necesario construir un embalse, una carretera, un túnel o un ferrocarril. Pero debimos llegar de los últimos y casi nos caemos de Europa. A cambio somos ricos en sol. El astro rey nos acaricia con fuerza. En este país, nuestra querida España, siempre han faltado el agua, el petróleo, el gas natural, las fuentes de energía, por lo que debemos dedicarnos a pensar, con lo poco que tenemos, qué podemos hacer y unir toda la inteligencia necesaria para sobresalir. Francia, por eso también la envidiamos, lo tiene fácil, piensa concienzudamente un plan y lo lleva a cabo, y lo aplica en todo el país. Así esa sociedad francesa está magníficamente planificada en todos sus detalles, la energía, la electricidad, la lengua, los transportes, la sanidad, la cultura, las estrategias de defensa, en fin todo lo considerado de interés general para la nación, está perfectamente pensado, meditado, planificado y realizado. Y todas sus políticas conducen a ese interés general. Lo último, dirigir la UE después de la era Merkel y como regalo incluir la energía atómica dentro de las energías verdes con objeto de poder percibir fondos europeos para la construcción de sus centrales nucleares para producir electricidad.
Después de las derrotas en sendas Guerras Mundiales, el gobierno francés pensó que no volvería a suceder y se decidió por la energía nuclear, todo el pueblo le ayudó. Ya tienen bomba atómica, están dentro de todos los clubes atómicos y políticos más importantes, gracias a sus grandes derrotas en las dos guerras. Y por supuesto energía nuclear, toda la que haga falta. Y como les sobra nos la venden a precio nada irrisorio. En contraste, nosotros no somos capaces de realizar un plan hidrológico nacional que abastezca de agua todas las regiones del país. Desde Franco, que cubrió el país de pantanos y mandó construir el trasvase Tajo- Segura, no ha habido un plan hídrico nacional. El presidente Aznar, al final de su mandato, proyectó un Plan Hidrológico Nacional, absolutamente imprescindible y cuando llegó el tal Zapatero, el necio supremo, el dueño de las nubes y la alianza de civilizaciones, el Plan, se suprimió. Siempre me pregunto por qué aparecen los más necios en el momento más inoportuno, y cuando no es el maldito nacionalismo, por el que ahora tenemos que aguantarnos con desaladoras de agua del mar a cambio del Plan Hidrológico Nacional porque tocaba la desembocadura del Ebro, que ahí el rio habla catalán, esa lengua cantarina pero minoritaria, de nuevo barrera de odio, mientras los ríos llenan el mar con sus aguas que nos faltan.
Además de la falta de agua, nuestro problema crucial es la falta de energía. No tenemos la energía necesaria para poder mover el país, los transportes, para el consumo de toda la industria, de los hogares. ¿Qué sería lo sensato?, pues que las cabezas pensantes y conocedoras profundamente de las energías existentes y conociendo sus posibilidades trazaran un plan energético nacional, sumando las potenciales producidas por el carbón, el agua, el sol, el viento y cerrando el proyecto con las producidas por la energía nuclear. Nuestro país es uno de los de mayor dependencia energética del exterior, prácticamente el 78 % de la energía procede del exterior.
La energía solar como la eólica, son esporádicas y prácticamente no permiten su almacenamiento; el carbón ya está destinado a desaparecer, por lo que solo quedan como permanentes las central hidráulicas, las de ciclo combinado y las nucleares. De ellas, conociendo la falta de agua y el precio del gas natural, debido en parte a la reducción de suministradores que pueden aumentar el precio monopolísticamente, la energía nuclear es la más apropiada para nuestro país, al ser la más limpia, la que produce la energía más barata y las de mayor potencia, por ello considero que nuestro proyecto energético tiene que pivotar necesariamente sobre la energía nuclear. La energía producida en España es solamente el 20,98% de la consumida, en total unos 406.836 gigavatios hora (GWh), de los casi 1.939.369.346 GWh.
La energía necesaria para la electricidad, paradójicamente el mercado menos dependiente del exterior, procede en un 63 % de centrales hidráulica, eólica y solar , el resto corresponde a las plantas nucleares, a las centrales de ciclos combinados de gas y vapor y al carbón, aun cuando los porcentajes de lo que hemos de importar siguen siendo escandalosos. El precio medio de la luz en Octubre fue de 200 euros el MWh, lo que supone un aumento del 446% respecto del mismo mes del año pasado (36,59 euros), debido a la fuerte subida del gas y a la menor participación de las renovables. . Este aumento se produce por los elevados costes del gas, que surte las centrales térmicas de ciclo combinado, y el de los derechos de emisión de CO2.
Hemos abandonado el carbón, Endesa se ha comprometido a cerrar la central de carbón de As Pontes de García Rodríguez, en proceso de cierre desde finales de 2019, pero que ha tenido que arrancarse excepcionalmente. Las renovables no son suficientes, las hidráulicas y las de gas son un gran aporte y las nucleares son insuficientes, son solamente siete y ya antiguas y con fecha de parada en pocos años.
Carecemos de petróleo y de gas natural y ambos fósiles los hemos de importar en su totalidad y a precios escandalosos. Importamos petróleo procedente de una quincena de países(Nigeria, México, Libia..), no de Venezuela desde hace meses por las sanciones de EEUU. Los precios del crudo se han disparado, a principios de año el barril de Brent costaba 50 dólares y ahora está en los 86, no obstante la demonización del gasóleo no ha hecho bajar su precio, a pesar de que ha disminuido considerablemente la matriculación de los vehículos con motor diésel.
Abordando el problema del gas natural, un combustible fósil formado hace millones de años en el fondo de los pantanos e indispensable para las centrales de ciclo combinado (el 26 % de la energía eléctrica depende de estas centrales) , al carecer como el petróleo de esta energía, hemos de importar casi el 100%, solamente contamos con tres pequeños yacimientos: El Romeral(Sevilla), con una producción de 15,9 GWh , Poseidón, frente a las costas de Cádiz con 42 GWh , y el más importante Viura en la Rioja con 219 GWh. En total suman el 0,13% de los 208.154 GWh importados por nuestro país hasta Julio; con el gas que se produce en España no se llenaría un solo buque metanero. El precio del gas se ha disparado un 500 por cien en el último año, en Julio el gas costaba 34 euros el MWh y ahora roza los 100. El gas que importamos procede de Argelia, (47,7% y sería más si no impidiera la legislación depender de un solo suministrador), el 10,7 % de Rusia, el 9,7% de Nigeria, el 9,5% de EE.UU. y de otros pequeños gaseoductos, uno con Francia (Larran-Alcay-e Irún-Biriatou, que conectan con la red francesa y otros dos con Portugal (Badajoz- Campo Maior y Tuy –Valenca do Minho).
De las dos tuberías que enlazaban con Marruecos, después de la suspensión del gas argelino por Marruecos, queda una tubería de 550 km por el desierto y 200 km por el lecho submarino, entre los campos gasistas de Hassi R`Mel y la playa del Perdigal en Almería. Hay reservas mundiales para más de 65 años. Desde que China decidió jubilar el carbón se ha convertido en el combustible de referencia para la transición hacia las renovables, porque emite la mitad de dióxido de carbono que el petróleo o el carbón. Incompresiblemente nuestro gobierno, de coalición separatista y comunista, ha prohibido cualquier nuevo proyecto de exploración y producción de hidrocarburos en todo el territorio, incluso en aguas marinas, según la ley del Cambio Climático, ¿se puede ser más necio? En verano cerró la plataforma Casablanca, en las costas de Tarragona, por su escasa rentabilidad después de 60 años de producción.
Entrando en el terreno de las nucleares, España fue uno de los primeros países del mundo que optó por esta energía, la primera central nuclear española denominada José Cabrera se construyó entre los años 1965-1968, ubicada en Almonacid de Zorita, más conocida como “Zorita” e inaugurada el 12 de Diciembre de 1968 , y como todo lo importante en aquella época, por el jefe del estado del momento, el señor Francisco Franco, paradójicamente cuando estas letras salgan publicadas se podrá recordar el 53º aniversario del comienzo de la era atómica en España, quien lo diría. Perteneció a la empresa Unión Eléctrica Madrileña quien pidió autorización al Ministerio de Industria, se eligió a Westinghouse como constructor de la central y el combustible fue uranio español, enriquecido en los EE.UU, diseñada con una potencia de 160 MWh para una vida útil de 35 años, y con ciertas mejoras técnicas la alargaron hasta los 38 años, el cese de la central ocurrió en 2006. Nada que ver con las centrales actuales, ni en potencia ni en seguridad. Las siguientes, Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Vandellós II (Tarragona) y Trillo (Guadalajara) generan entre 55.000 y 60.000 GWh, son las que más electricidad producen en España, generando el 22% de la electricidad consumida y funcionando durante el 90 % de las horas. Los siete reactores conectados entre 1983 y 1988, serán apagados entre 20027 y 2035.
¿Es posible idiocia mayor? En relación al combustible, tenemos uranio suficiente, pero es necesario enriquecerlo, por lo que es necesario enviarlo a E.UU o al Reino Unido. El uranio enriquecido se devuelve en forma de polvo, posteriormente se enviará a la única fábrica de elementos combustibles nucleares que hay en España, una de las cinco que hay en Europa, se haya en Juzbado (Salamanca), pertenece a ENUSA (Empresa Nacional de Uranio). De aquí sale convertido en elemento combustible, en tubos cilíndricos de aleaciones de circonio agrupados en haces de más de cuatro metros de longitud que contienen las pastillas, listas para viajar a centrales nucleares españolas y al extranjero. Felipe González paralizó hace casi tres décadas los proyectos de construcción de 5 centrales nucleares, Zapatero cerró Garoña, Aznar cerró Zorita, la ETA paralizó la de Lemóniz en construcción asesinando al ingeniero director de la obra, y Rajoy, no hizo nada, la progresía en contra de la civilización. Mientras Francia para preservar su independencia energética y la lucha contra el cambio climático ha decidido la construcción de 5 nuevas centrales nucleares, añadidas a las 56 que ya posee. En el mundo se están construyendo 51 centrales nucleares, por cada planta clausurada se están haciendo 11 más, según datos del Foro Nuclear. China, que ya posee 50 centrales nucleares, lidera la expansión de esta industria con 13 más y tiene proyectadas otras 40.
Actualmente funcionan 442 reactores en 32 países. Ahora, los dirigentes reunidos en la Cumbre del Clima en Glasgow parece que aceptan a la energía atómica como no contaminante, como “verde”, lo que es archisabido, y la Comisión europea parece estar dispuesta ahora a incluir la energía nuclear entre las energías verdes, para incentivar la inversión en transición ecológica , en parte por la presión de Francia, junto a Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y Rumanía, y quiere que se incluya la energía nuclear entre las limpias y las inversiones que se realicen puedan financiarse con fondos europeos. En su contra, Alemania, junto a Dinamarca, Luxemburgo, Portugal y Austria, que tras el accidente de Fukushima en2011 abanderó el cierre de las nucleares, pide que sea el gas natural la energía verde. España ni lo uno ni lo otro, apuesta por las renovables, la eólica y la fotovoltaica.
Una nación como España debe ser propietaria de toda su energía y esta ha de ser capaz de abastecer a todo el mercado nacional en cualquier momento. Es imprescindible construir al menos treinta y cinco centrales nucleares para , por una parte, reponer las que se apagarán y por otra para sustituir las de carbón y las del ciclo combinado dado el precio del gas natural que se estima será cada vez mayor, y por supuesto, no depender de nuestros vecinos. Por otra parte, la energía en todas sus modalidades de procedencia, no debe estar en modo alguno en manos extranjeras, creo que el vender las empresas de energía es un error descomunal, por mucho que sean aliados temporales. Hay cosas de “la abuela” que siempre deben estar en manos nacionales. Y una de ellas y clave es la referida a las plantas energéticas. Aunque dada la necedad de los necios que nos “necian”, mucho me temo que, en todo lo expuesto, nos quedaremos como estamos.
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