“No soy un cantante de masas pero hay personas a las que les gusto”

‘La Sala’ acoge desde las 23:30 horas uno de esos conciertos que se recuerdan por años porque el recital corre a cargo del mítico Jaime Urrutia, que presenta su gira más íntima bajo el nombre ‘Al natural’
Un clásico: Jaime Urrutia. Y aunque no necesite presentación, sí destacar que llega con su gira ‘Al Natural’, acompañado de su inseparable Esteban Hirschfeld al teclado y Juan Carlos Sotos con la eléctrica. Jaime, su acústica y su magia hacen el resto. La cita es en ‘La Sala’, a partir de las 23:30 horas de esta noche.
–¡Otra vez en Ceuta, Jaime!
–Después de tantos años, era una deuda ya.
–Tocaste con Gabinete Caligari, ¿no?
–Sí, hace muchísimos años, creo que era agosto y eran las fiestas de la ciudad. Era el año 86 o 87, o por ahí. Recuerdo que era una feria tipo a la de Sevilla, que la gente estaba muy animada. Desde entonces no he regresado, seguramente encuentre la ciudad cambiada.
–¿La podrás visitar?
–No creo que tenga mucho tiempo para dar una vuelta porque al día siguiente tocamos en Algeciras pero procuraré mirar lo máximo que pueda desde la hora a la que llegue en barco porque un amigo mío que va bastante me dice que está preciosa la ciudad.
–¿Cómo es la gira que presentas bajo el nombre de ‘Jaime Urrutia al natural’?
–Es una gira que tiene el aroma de lo desenchufado, hay muchos factores que inciden para que me haya decidido por hacer esto, uno es la fortísima crisis que azota al país y por tanto a la música, y actuar de manera más humilde es una forma de reducir gastos (somos tres en escena); tocamos en salas, en teatros, como el otro día en Almería, y desde luego es otra manera de sentir la música.
–¿A un viejo roquero le gusta esto?
–Estoy disfrutando. Tienes que demostrar tu valía como cantante, es un tipo de concierto más silencioso y estoy contento, llevamos ya diez o doce actuaciones y me siento muy bien.
–La evolución es una de las manifestaciones de la inteligencia.
–Cuando empiezas tienes muchas ideas pero vas un poco como dando palos de ciegos por todos lados; 30 años de carrera te dan para evolucionar y claro que apetecía hacer algo distinto y dejar aquella etapa after–punk del primer Gabinete.
–Aunque habrá tiempo de comprobarlo esta noche, ¿cómo se encuentra tu característica y seductora voz?
–Depende del día (risas). Pero va yendo bien. Hay días que a lo mejor estás muy bien pero el sonido no tanto y viceversa. En febrero en Córdoba, por ejemplo, hubo un problema técnico y no me escuchaba bien la voz. Cuando sucede esto tiendes a cantar más fuerte y es entonces cuando realmente te la puedes estropear.
–Los cantantes que salen de ‘La Sala’ se van satisfechos con el sonido, ¿no serás tú muy divo y pondrás pegas a todo?
–El equipo lo pone el local, nosotros llevamos nuestros teclados y guitarras. Pero cuando se hace el contrato el mánager ya dice lo que queremos para el sonido. Tampoco necesitamos mucho, somos unas guitarras eléctricas, una acústica y los teclados.
–Suficiente para armarla, Jaime.
–Mira, tengo un caché en verano de 12.000 euros y en esta gira se aceptó que cobrara 4.000, esto es la política que te contaba de reducir gasto, de los grandes bolos hemos cambiado a los escenarios más íntimos y a una escenografía más sobria.
–Si antes la culpa era del ‘cha-cha-cha’, ¿quién tiene ahora la culpa de la crisis económica?
–(Risas) Los avariciosos, todos los que se quieren llevar el dinero por la cara.
–¿Cómo ves el panorama de los grupos jóvenes?
–¡Han cambiado tanto los tiempos! Para bien y para mal. Ahora hay unos medios que no había antes, como internet, y esto a nivel publicitario es más fácil para darse a conocer. Recuerdo que el primer disco de Gabinete lo pagó un hermano mío. Pero también los chavales lo tienen difícil porque se han perdido los buenos programas de música en la televisión y ese lujo que pasaba antes de que, cantando una canción en la tele, al día siguiente te conocía toda España.
–De esas míticas canciones que cantabas en la tele de antes, alguna tocarás, ¿no?
–Sí, claro. Llevamos un repertorio variado. La gente a la que le gusta Urrutia espera eso,escuchar ‘Camino Soria’, ‘Al calor del amor en un bar’ o ‘Cuatro rosas’. Pero esto no quita que recoja también otras canciones no tan conocidas, como alguna de los dos últimos discos de Gabinete, otras que llevaba tiempo sin tocar como ‘Amor de madre’, dedicada a mi madre o por supuesto las de Jaime Urrutia en solitario. Quiero que todos se sientan a gusto, procuro mantener un equilibrio entre mis seguidores de generaciones mayores y entre los de las más jóvenes.
–Todo eso en cuánto tiempo...
–Hago un concierto de unas 25 canciones en más o menos una hora y media.
–¡Casi más que muchos jóvenes y eso que muchos están más fuertes que Cristiano Ronaldo!
–(Risas) Es el rock gimnasta, como le llamo yo.
–Te decía eso para preguntarte qué te parece el cambio de tendencia en la música: de buscar  la inspiración (o al menos valerse de ella) en la droga a cuidar la imagen como primer reclamo.
–Aunque en Gabinete vivimos  una época alocada en los ochenta, a ninguno se le jodió la vida, como a otros colegas. Cada uno debe hacer lo que le apetezca, los de antes y los de ahora. Pero creo que el rock siempre debe tener un punto un poco golfo, algo que sea más divertido que la rutina. Para mí la música está bien que coquetee con lo perverso, con la noche, con tomarse una copa. Hay que ser auténtico. Por eso me gustan más los grupos a los que se les nota esas vidas que a los que parecen futbolistas.
–En aquella época grupos como el tuyo innovásteis mezclando estilos de música y esta tendencia sí que ha tenido continuidad entre las nuevas bandas...
–...Tienes razón; ya con Gabinete éramos muy eclécticos. En mi caso, tengo diversas influencias, me encantan muchos estilos y esto siempre se va metiendo casi sin querer en tu música. Voy por la calle, escucho a alguien cantar un tango y me puedo inspirar para un tema. Me gusta el rollo abierto en la música.
–¿Eso quiere decir que podrías cantar hoy alguna de, por ejemplo, tu amigo Bunbury?
–¿Sabes? Siempre me ha costado interpretar temas de otros, sobre todo en directo. Cada uno es lo que es, yo no soy un cantante de masas pero hay personas a la que les  gusto.