“No quiero hablar de peligro, pero hay una amenaza contra occidente”

El general del aire en la reserva Eduardo González-Gallarza y Morales llega esta tarde a Ceuta como presidente de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, la entidad que organiza desde mañana las III Jornadas de Defensa Nacional, cuyo tema girarán en torno a Ceuta y África. Se licenció en la academia militar junto con el rey, y ha seguido su estela de ascensos hasta lo más alto posible en las Fuerzas Armadas sin ser jefe de estado. A partir del miércoles, dos tenientes generales (ambos primeros en su promoción), el coronel Luis Manso, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Pepe Torrado, impartirán varias conferencias en torno a la situación de Ceuta como enclave geoestratégico.
–¿Por qué se decidió organizar en esta ciudad unas jornadas de este tipo?
–Se promueven los objetivos de Real Hermandad de Veteranos que me honro en presidir desde hace ya más de tres años, y nos ayuda mucha gente y muchas instituciones. Entre ellas la Autoridad Portuaria, el Casino Militar, el Aula Militar, y la delegación de la Hermandad en Ceuta. Una de nuestras metas es difundir la cultura de defensa en todas la ciudades de españa, ayudados por instituciones, universidades, y las propias delegaciones de la Real Hermandad, como este caso.
–¿Quieren acercarse más al público al haber?
–Procuramos elegir un tema que despierte el interés de la gente. En este caso, Ceuta tiene grandes posibilidades en cuanto a su privilegiada situación, y por todo el comercio que pasa por el Estrecho.
–Posibilidades sí, ¿pero también peligros?.
–No me gustaría hablar de peligro, pero todo Occidente, al que evidentemente pertenece ceuta, se encuentra amenazado por el terrorismo islamista, que puede atentar contra nuestra civilización. Afortunadamente, se puede decir que la situación es de relativa paz y calma, lo más que se puede.
–¿Cree que estamos en el mejor escenario de los posibles?
–Sí. No diría que existe una Internacional Terrorista, pero sí que hay un peligro, y que países como Argelia, Túnez e incluso Marruecos han sabido controlarlo bien, de manera que minimice sus efectos.
–Una de las charlas habla de las misiones exteriores y la Legión. ¿Podría decirse que actuar en países lejanos nos asegura aquí?
–Sí, por supuesto. Estamos en la aldea global y todo está conectado. Actuar en Asia, por ejemplo, puede influir en todo el mundo, no solo aquí, porque las distancias se han acortado.
–¿Qué podemos esperar de los conferenciantes?
–Son todos unos expertos en su materia, y han lucido ya su habilidad oratoria en otras jornadas, de manera que van a resultar interesantes. Aunque, como conferenciante no he actuado en muchas ocasiones, sí he tenido la oportunidad de asistir y hacer la apertura o la clausura.
–Tras una vida militar en la que ha hecho de todo, ¿se aburriría en caso de no presidir la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil?
–Pues seguro que sí, estoy encantado de haber aceptado este cargo cuando me lo propusieron: estoy satisfecho y es muy gratificante. Además de las jornadas de Cultura de Defensa, tenemos una gran labor ayudando, por ejemplo, a las viudas o a los huérfanos. Y una parte de voluntariado muy activa.
–Pero más relajado ahora, ¿no?
–Quizá sí, pero la Real Hermandad es bastante demandante, ¿no?. Piense que son 55 agrupaciones, y debo dedicarme a viajar con frecuencia entre unos y otros sitios. Por ejemplo en el momento en el que entra un presidente de una delegación, y tengo que ir para darle la bienvenida a su cargo. Debo viajar mucho.
–¿Por aire o por tierra?
–En este caso, lo haré por tierra. Aunque en ocasiones me han puesto a mi disposición un avión, como cuando he tenido que ir a la delegación de Canarias.
–¿Se cansó de viajar por el aire, después de tantos años?
–Bueno, a veces, como te digo, ha sido necesario con los dos archipiélagos. Por ejemplo, próximamente iré a Palma de Mallorca y a Menorca, también en avión.
–Dentro de que ahora se dedica a todas las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil, tendrá un especial cariño por el aire.
–Sí, algo siempre queda. Lo mío con el aire lo he mamado desde pequeño por mi padre, y siempre lo tenía claro. Incluso él fue quien me dio el despacho de teniente cuando me licencié, y jamás olvidaré sus palabras, pidiéndome guiarme por “el más alto sentido del deber y del honor”, y así lo he tratado de hacer. Aunque, hoy día, me siento tan guardia civil como de la Armada como del Ejército de Tierra, y por supuesto del Aire.
–Imagino que, en tantos años, ¿habrá tenido que enfrentarse a momentos difíciles?
–Por supuesto que sí. Personalmente, he sufrido dos accidentes aéreos, de los que he salido ileso, como se puede comprobar. Pero tengo compañeros que fallecieron en accidentes, varios, y han sido momentos muy dolorosos todos.
–¿Es seguro viajar en avión, después de todo?
–Desde luego, es el medio de transporte más seguro y que menos accidentes de todos los que hay registra. Se puede ir tranquilo en avión.
–¿Y no envidia ponerse a la cabina?.
–Hombre, ya no es algo que me corresponda.
–¿Cuál ha sido su vuelo más largo? ¿Ha tenido oportunidad de ver Ceuta desde el aire?
–Desde luego, y es hermosa. Tiene una forma peculiar en forma de ocho con ese precioso istmo que une las dos partes de la Ciudad. El vuelo más largo lo hice con un Phantom, y duró cuatro horas en las que tuve tiempo de recorrer España de arriba a bajo. Hicimos un ejercicio de defensa aérea, luego un repostaje en el mar de Alborán en el aire, muy cerca de Ceuta, y después una misión de tiro en el polígono de las Bardenas Reales de Navarra.
–¿Con qué avión se sintió más a gusto?
–Todo piloto cree que el último aparato que pilota es el mejor, es la ventaja que tenemos los que volamos, que el avión que vuelas es el mejor
–¿Qué pueden aportar los veteranos de las Fuerzas Armadas a quienes ahora comienzan, son jóvenes, y están en activo?
–Sobre todo el ejemplo. Representamos una etapa de la historia militar, depositaria de unas tradiciones, y tenemos que, a través de nuestro comportamiento, representar un ejemplo para los más jóvenes. En Ceuta, precisamente, la delegación es de las más fuertes debido a la gran cantidad de población militar que existe, y es importante.

“El Yak-42 fue culpa del piloto del avión”
Lo vivió como Jefe de estado Mayor del aire. En su último cargo como militar en activo, el de Jefe de Estado Mayor del Aire (JEMA), el general del aire Eduardo González-Gallarza y Morales tuvo que vivir los días del accidente del Yak-42 en Turquía, en el año 2003, que ha sido el más grave registrado en este siglo por las Fuerzas Armadas Españolas. “Fue el peor accidente de la historia de las Fuerzas Armadas”, asegura. Él no se encargaba personalmente de la gestión del transporte de estos militares, pero sin embargo las familias de las víctimas pidieron que el fiscal le imputara, algo que no sucedió finalmente. Según su experiencia como piloto y militar de carrera en el Ejército del Aire, “la causa del accidente fue sin duda alguna del piloto, que realizó una maniobra que no debía; con otro más experimentado no habría sucedido nada”, sentencia. “Con independencia de responsabilidades o no, la pérdida fue para todos y el daño irreparable fue el que cometió el piloto del avión al estrellarse contra el monte”.  Aun así, fue uno de los eventos más trágicos que sufrió durante su carrera militar, al tratarse de un evento de tal envergadura. Se trata de un caso que no ha terminado hasta este mismo año, cuando en febrero se celebró el juicio por el Yak-42 y meses después salió la sentencia, acabando con algo que duraba desde el año 2003. Además, González-Gallarza se remite a las estadísticas, que muestran que la menor frecuencia de accidentes se dan en el transporte aéreo.

Las III Jornadas de Defensa Nacional empiezan mañana en el Casino Militar
Las III Jornadas de Defensa Nacional que se organizan en Ceuta comenzarán mañana mismo por la tarde, con la presencia del general del aire González-Gallarza, así como del coronel Luis Manso, encargado del Aula Militar de Cultura, que ayuda a coordinar estas jornadas en la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Serán en el Casino Militar, y están abiertas a todo el mundo. Las conferencias se prolongarán durante el día de mañana miércoles y el de pasado jueves, y tendrá cuatro ponentes, dos de Ceuta y dos invitados, que se alternarán ambos días. El primero en hablar sobre la Defensa Nacional será el teniente general Javier Pardo de Santayana y Coloma, que dará una visión de Ceuta como ‘Centinela en la encrucijada’ entre dos mares y dos continentes. El segundo en hablar mañana por la tarde será José Torrado, el presidente de la Autoridad Portuaria de Ceuta. Precisamente, su intervención se enfocará a hablar del Puerto de Ceuta como la puerta de África, entre dos continentes diferentes. El jueves será el turno de considerar dos de las unidades militares más identificadas con Ceuta, la Legión y los Regulares. De la primera se ocupará el teniente general Agustín Muñoz-Grandes y Galeta, que hablará de ese cuerpo como ‘punta de lanza en las misiones extranjeras de las Fuerzas Armadas’.
El segundo en intervenir, y en dar la última de las charlas de las jornadas, será el coronel Luis Manso, que girará su mirada a los principios del siglo XX, cuando Regulares aún n o estaba constituida, y se centrará en las jarcas.  Son los batallones de voluntarios magrebíes africanos que tan buen resultado dieron en varios enfrentamientos armados, y que fueron precursores de lo que luego serían los tábores de Regulares, hoy el GREG-52 en Melilla y el GREG-54 en Ceuta.
Con esto, las jornadas se clausurarán, y será el turno de esperar al año que viene, cuando se celebren las IV Jornadas de Defensa Nacional, sobre las que el Aula Militar de Cultura y la Real Hermandad de Veteranos ya está trabajando.