No diga UE, diga Cueva de Alí Babá

Hacer un juicio de intenciones respecto de la Unión Europea (UE) para los europeos de a pie no es demasiado difícil: estamos hartos de una UE gobernada por los bancos, incapaz de rechazar y defenderse de la inmigración ilegal, nos ha arruinado con el establecimiento del euro y hartos del gorroneo de los políticos instalados en los organismos de la UE. Y eso que la mayoría de los ciudadanos no está al tanto de la vida de

excesos y de lujos de que disfrutan allá en los diferentes organismos que componen la Unión Europea (UE). Así, en el canal holandés independiente Geenstijl TV, Tom Staal ha llevado a cabo un reportaje demoledor y clarificador de la vida de lujos de los eurodiputados. Hace un recorrido por las estancias del Parlamento de Estrasburgo junto al eurodiputado del partido holandés Artikel 50, Daniël van der Stoep. Todo ello puede verse  en el digital AD.
Según el eurodiputado holandés Daniël van der Stoep, trabajan en el Parlamento Europeo (PE) en Estrasburgo  “4 o 5 días al mes” (unos 15 días de trabajo al mes en total entre Estrasburgo y Bruselas), y tienen un sueldo neto mensual de 6.200 euros + un extra de 4.200 euros/mes (sin justificar) para gastos generales + 21.000 euros/mes para gastar en personal, que cada uno contrata libremente (incluso un familiar) + 300 euros por cada día que entran en el Parlamento Europeo de Estrasburgo o Bruselas + 0,49 euros/km si usan su propio coche para desplazarse a esas sedes de Estrasburgo o Bruselas y un extra de kilometraje de viaje según tablas al efecto. Y sólo cinco años de trabajo dan derecho a una pensión de 1.250 euros/mes a partir de los 63 años. Para finalizar, señalar que hay una flota de carísimos coches (Mercedes, Audi, …) en el garaje del Parlamento a disposición de los oligarcas parlamentarios cuando necesitan desplazarse a algún sitio.
En el vídeo, rodado en jueves, puede verse que a las 12:30 los europarlamentarios han de asistir a un debate sobre los “derechos humanos”, sin embargo, el éxodo a sus respectivos países comienza precisamente a esa hora, la mayoría recorre los pasillos en busca de la salida del PE, tirando de sus maletitas (casualmente, en el vídeo puede verse al europarlamentario de UPyD, Francisco Sosa Wagner, el de la corbata de pajarita, empujando su maletita hacia la salida, éste tampoco se quedó al debate sobre los “derechos humanos”). Preguntado un europarlamentario al respecto sobre el debate de los derechos humanos y el éxodo, responde, con toda la tranquilidad del mundo: “Este debate va a ser atendido por los interesados en derechos humanos del Parlamento”. Por lo visto, los “derechos humanos”, cuya falta nos echa en cara la comisaria Cecilia Malmström y el resto de los eurócratas, no interesan a todos ellos. Para finalizar el reportaje, el eurodiputado holandés Daniël van der Stoep y el periodista Tom Staal se sientan a comer, no en la cantina, sino en el “restaurante de socios”, pagado por los europeos con sus impuestos. En ese “restaurante de socios” hay un bufé y un menú, eligieron comer de menú, que usted y yo pagamos religiosamente con nuestros impuestos.
Si usted, amable lector, ha tenido redaños para llegar hasta aquí, ya se habrá formado una opinión al respecto de la Unión Europea y sus burócratas. Poco más que decir. Acaso, éste sea el lado oscuro de la UE. Después de saber todo esto, los Elena Valenciano, J.F. López Aguilar, Ramón Jáuregui, Arias Cañete, Esteban Pons, Willy Meyer, Vidal-Quadras,  Francisco Sosa Wagner (el de la corbata de pajarita), y demás comparsa, incluidas nuestras políticas ceutíes Rocío Salcedo e Izaskun Bernal Cerdeira, se nos antojan patéticos figurones de cartón piedra, fantasmones salidos de un pasado añejo, rancio y casposo, truhanes de río haciendo trampas en el solitario para embaucar a los ciudadanos más incautos, a los más torpes, que caen rendidos a los pies de estos bufones de guiñol. Manejan un discurso que ni ellos mismos se lo creen, plagado de  lugares comunes: la herencia socialista, “estamos sufriendo una Europa de derechas”, los recortes, la Conferencia Episcopal y demás tópicos que causan sonrojo. Sin embargo, nada dicen de poner Europa a buen recaudo de la inmigración masiva ilegal que nos está conduciendo al abismo. Son políticos profesionales, que se dedican a darse una vida regalada y a asegurarse un retiro dorado, lejos, eso sí, de estrecheces, recortes y, sobre todo, lejos de esa masa inmigrada asaltante de las fronteras de nuestros países. Y nos torturan machaconamente con que “lo principal es el respeto a los derechos humanos” de los inmigrantes ilegales asaltantes de fronteras, eso dijo en París la ceutí Izaskun Bernal Cerdeira. Son los tontos-listos útiles de un Sistema podrido hasta las trancas.
El caso de la citada Izaskun Bernal Cerdeira, candidata socialista a estas elecciones, es verdaderamente notable y singular. De esta joven señora se dice que lleva 10 años en Bruselas como asesora, del grupo socialista, supongo. Se me hace difícil que Bernal Cerdeira, recién acabada su licenciatura universitaria en Ciencia Política, pudiera asesorar a alguien de los entresijos de la UE. No se le conoce una vida laboral ajena a la UE o publicaciones de libros o artículos en diarios punteros de España. Acaso, por ser hija de la otrora notable socialista Carmen Cerdeira, ése pudiera haber sido su salvoconducto para la UE. A lo mejor es una lumbrera y no nos hemos dado cuenta por estos pagos africanos. Pero sí estará al tanto de que de los 19 pequeños ayuntamientos, que son barrios, de Bruselas, al menos 10 se han convertido en guetos, bien de magrebíes, o de turcos o de africanos del África negra (ex Congo belga), pero, eso sí, en donde ni belgas ni blancos se atreven a entrar. La burguesía bruselense y los ricos parásitos de la UE viven lejos de esos guetos, en las afueras. La aspirante a sentarse en una butaca del PE, Bernal Cerdeira, a buen seguro que no vivirá, por ejemplo, en el barrio llamado Molenbbek (gueto islámico), ¿o sí? Sin embargo, no cesan, ella y los oligarcas parlamentarios, de machacarnos con que esos asaltantes tienen “derechos humanos”, derechos humanos que ellos, los oligoeurócratas, se los pasan por el forro.  Así pues, amigo, ya sabe a lo que se expone si vota a esta banda de parásitos. Usted mismo, amigo.