No decir falso testimonio

Conté a Myriam lo que había leído sobre fray Pierbattista Pizaballa, cuando le hicieron una entrevista al terminar su mandato como Custodio de Tierra Santa, después de doce años, pues me llamó mucho la atención la contestación que dio al periodista sobre Siria:”Siria es hoy una herida abierta y profunda en todo el Oriente Medio, y por lo que respecta a la vida cristiana, porque es el lugar del primer Cristianismo. Es también herida abierta para los franciscanos, y no digamos nada para los musulmanes, pues la guerra es atroz. El país está irreconocible, destruido en su totalidad. Sin embargo, fray Pierbattista no piensa abandonar. “Un pastor no abandona a su rebaño. Las personas no sólo necesitan pan para vivir. A veces es más importante una palabra de consuelo, un abrazo o un apretón de manos, en especial, en momentos dramáticos”. 

Ellos han dado alivio a todos los musulmanes que han llegado a la iglesia para celebrar juntos oraciones encaminadas a la consecución de la paz. Las familias cristianas han ayudado a los que quedaron sin nada, entregándoles bolsas de comida para que celebraran el pasado Ramadán y no pierden ellos nunca la esperanza, ni la sonrisa, a la espera de un mundo mejor. Y le pregunté a Myriam cuando podría cumplirse la Profecía de Isaías 11,6-9, que dice: “Serán vecinos el lobo y el cordero; y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos; y un niño pequeño será su pastor. La vaca y la osa pacerán juntas, y juntas acostarán a sus crías; el león como los bueyes, comerá paja. Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. Nadie hará daño, nadie hará mal en todo Mi Santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahvé… Y en Isaías 2,4, también hay algo que me hace pensar, cuando se dice: “Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas, podaderas. No levantará la espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra”. Myriam me dio un NO rotundo por respuesta: “Aquí esta Profecía no se cumplirá nunca”, pues está harta de ver asentarse el odio en la Región, y ellos, como ciudadanos no pueden hacer nada. “Y fíjate que aquí se utiliza la palabra Shalom, la Paz, hasta la saciedad”. Es su criterio. Leí que entre las Profecías, unas son las que ven el futuro, como los pastorcitos de Fátima, que la Virgen les condujo a que vieran lo que iba a ocurrir por la soberbia de los hombres. Otras Profecías son condicionales: “Si no os arrepentís, no oráis, si no ayunáis, os llegará el castigo…”, como en el caso de Jonás: Yahvé hizo que un gran pez se tragase a Jonás, y estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Él oró a Yahvé, su Dios, desde el vientre del pez, diciendo: “En mi angustia clamé a Yahvé y Él me respondió… Yo me dije… ¿Cuándo volveré a contemplar Tu Santo Templo?... La Tierra se cerró para siempre sobre mí… Cuando mi aliento desfallecía, me acorde de Yahvé, y mi oración llegó hasta Ti… Y cumpliré los votos que Te hice, ¡La salvación viene de Yahvé”. Entonces Yahvé ordenó al pez que vomitase a Jonás en tierra firme”. Y Myriam recordó también cómo Nínive se convierte y Dios la perdona. Lo cierto es que si buscásemos siempre la solución a nuestros problemas, los encontraríamos en las Sagradas Escrituras…
Tanto a ella como a mí nos encantan estos temas, por eso siempre estamos en ello … En esos momentos, todos miran a Jesús expectantes, y algunos hasta murmuran entre sí, pues Le han traído a un romano enfermo de mente para que haga un milagro, ¡y son paganos!  El enfermo grita y ruge con un ruido ensordecedor. Viene con un hermano rico, que dice con tristeza que él pertenece a otro dios. Jesús le responde que hay un solo Dios y un alma para cada persona. “Dios crea el alma”, dice el Rabbí, pero el romano jamás había oído hablar de ella, no sabe lo que es eso del alma.  Se entabla un diálogo entre ambos, pues el rico romano está ávido por saber lo que el Maestro le va explicando. Pero el enfermo no deja de gritar sin contención. “Ven al Dios verdadero y Su Divino Espíritu te hará doctor de la Verdadera Sabiduría, y adoraras a la Verdad”. El muchacho cree que Jesús es un mago o un médico, por lo que el Maestro le aclara que no lo es, ni tampoco un filósofo, sino el Testimonio de Dios sobre la tierra. Y pide que traigan al enfermo que viene entre saltos y bramidos. “Es un demonio que ahora saldrá de él”. El Maestro le ordena que salga: ” ¡Sal del joven!”, y Satanás responde: “Me arrojas, me amordazas. Siempre nos vences”.
Jesús ordena que lo suelten, pues ya está curado. Le dice que en el Cielo está Dios. “Adórale y quédate siempre junto a Él. Adiós”: El hermano asegura a Jesús que hablará siempre de Él y del milagro, y da una bolsa muy grande con monedas para las limosnas. A continuación se dispone para hablar ante la admiración de todos los presentes. Los romanos se quedan en primera fila para escuchar Sus palabras. El Rabbí cita un trozo del libro de Reyes, cuando el rey de Siria iba a hacer la guerra a Israel.
Naamán el sirio, hombre muy respetado, tenía lepra. Los sirios habían robado a una joven judía y la hicieron su esclava. Ella les dijo que en Samaria había un profeta que podría limpiar la lepra de Naamán. Fueron al rey de Israel, que creyó que era una trampa de los sirios para provocar la guerra.
Cuando el profeta Eliseo se enteró, pidió que el leproso fuera a verlo y lo curaría, con ello Israel sabría que tenían a un gran Profeta. Naamán fue, pero Eliseo sólo le mandó que se lavase siete veces en el Jordán y quedaría sin lepra. El sirio se enfadó, pues pensaba que no serviría de nada, pero sus siervos le animaron a que lo hiciera. Lo hizo y se curó. El sirio fue contento a ver a Eliseo, que no le admitió ningún regalo. Dijo Naamán: “No hay Dios sobre la tierra, sino el Dios de Israel”. Y se llevó mucha tierra para hacer sacrificio al Dios verdadero… Sé que estáis de acuerdo algunos de vosotros con lo que hice al romano enfermo. Quiero que os desaparezca de vuestra mente la  crítica y el escándalo. A este romano se le dijo que viniese al Mesías para sanar al hermano. Son paganos que vinieron de muy lejos, no sabían ni dónde buscarme, pero no dudaron que aquí estaba el Dios verdadero. Yo no le dije lávate siete veces, pero sí le hablé de Dios y del alma, pues no conocen la fe, la esperanza, la caridad… la templanza, fortaleza, prudencia… Conocen las pasiones humanas. Ahora regresan a su patria henchidos de gozo, y saben que no son como animales, sino que hay una vida futura, y que Dios es bondad que crea el alma. El alma es la esencia espiritual del hombre, y es inmortal. Un solo Dios crea las almas de paganos y no paganos, por amor, pues Él es Caridad Perfecta. Estos hijos de Dios no comprenden aún el concepto de espíritu. No he venido sólo para Israel, tenedlo en cuenta, sino para reunir a todas las razas en un solo cayado. Llegará el tiempo en que los paganos querrán y conocerán al Dios Verdadero, Uno y Trino, de Quien Yo soy la Palabra. A dónde ellos vayan, dirán que ya lo han conocido, pues han tenido fe para venir a buscar al Gran Desconocido del mundo”. Los romanos están asombrados. “Salve, Maestro. Que el Dios Verdadero Te guarde”, y se van en sus lujosos carruajes. Con sus limosnas tendrán para dar mucho a los pobres. Los que se van ya conocen a Dios, el verdadero tesoro, el que no puede faltarnos nunca. La mujer del velo llora, porque se oyen sus sollozos. Pedro cree que estará sin dinero y por eso se muestra así, pero Jesús le dice que no. “Tú déjala que llore, que es sanación para el alma”.
El discípulo va a consolarla, pero al acercarse a ella, llora más. Jesús lo observa todo, sin embargo, guarda silencio. Andrés se acerca y Le avisa:”Hay un hombre en el pueblo que Te pide que vayas, pues su mujer agoniza”. El Señor se dirige al poblado para salvarla, y los hermanos Pedro y Andrés se van al Río a pescar. Al día siguiente ha llegado demasiado público al caserío, pero a Mateo lo que le preocupa es que han llegado tres retorcidos galileos para intentar calumniar al Maestro, y crear malestar. Se horrorizan al oír de los campesinos que Jesús ha curado a un pagano.
Mas cuando los discípulos se acercan, mienten para no ser descubiertos como espías. Explican que ellos vienen a escuchar al Maestro y hacerse más buenos con Sus Enseñanzas. Los campesinos defienden a Jesús de estas alimañas, y dicen que el Rabbí sólo quiere el bien de todos… “Es un tiempo nuevo, Él ha venido como flor nueva, que brota después de muchos siglos en los que se trabajó su raíz. Siempre obedecimos a la Ley del Sinaí, por eso estamos preparados para comprender Su Mensaje de Bondad. Nos empapa de misericordia y caridad, pues para ello ha bajado Él del Cielo”, dice Su primo Santiago de Alfeo. Pedro se admira al oírlo hablar, considera que él no es capaz de decir cosas tan bonitas. No obstante, está feliz de ser Su discípulo. Santiago le cuenta que Su Madre, María, les enseñó la dulzura en el comportamiento, y les enseñó el conocimiento de la Torá. Su Sabiduría, Su Gracia y Perfume, se quedaron impresos en nosotros”. Jesús sale de la cocina con un niñito de la mano, que come pan con aceite. Bromean con el chiquillo. “¿Quién es el Mesías?”, le pregunta Tomás. Y el pequeño dice que es Jesús de Nazaret. Y le vuelve a preguntar lo que quiere decir Mesías. El niño responde que el Hombre que ha sido enviado del Cielo, para enseñarnos a ser buenos. Tomás está satisfecho, porque él ha sido artífice de estas respuestas. Jesús está muy contento con los Suyos. Andando llegan a la altura de la mujer velada. “Dile a la mujer la paz sea contigo”. El pequeño no sabe por qué y Jesús le responde que ella llora mucho y él también. “Os parecéis ambos”. Jesús se dirige a todos: “No dirás falso testimonio”, se dijo. Quien dice mentiras es cruel e impuro, y mata la fama de otro con la lengua. Es más que un asesino, que mata sólo el cuerpo. El que miente es dos veces asesino, aunque no derrama sangre, calumnia a la persona y a toda su familia. Y el que jura en falso y lleva a otro a la muerte, le espera el infierno. Sin motivo alguno, sólo el odio o el miedo lo conducen. Y odia quien es amigo de Satanás. El que es bueno e inocente, siempre perdona desde su corazón. El que odia se rebela contra el bien. También desea lo que no tiene, no le importa que una familia se arruine. No ve los peligros, está ebrio de vino diabólico. El mentiroso se entrega a la mentira y confía torpemente en que está protegido por ella. Muchas veces, alguien que ha hecho mal, siente miedo a ser descubierto, e invierte los papeles echando la culpa de su maldad al amigo o al vecino. Pero si obráis bien siempre, nunca tendréis que mentir. Si actuáis mal, os buscáis un lugar en el infierno. Al sincero lo corona Dios con la Diadema Real. Si os acercáis al hombre sincero, tendréis seguridad y estaréis tranquilos. Sed sencillos como es Dios y los niños. Al calumniador se le descubre al final. El libro de los Proverbios dice: El hombre apóstata avanza con la perversidad en sus labios. En su perverso corazón prepara el mal y siembra discordia. El Señor detesta los ojos soberbios, la lengua mentirosa, las manos ensangrentadas, el corazón que trama el mal…El falso testimonio que trae mentiras, siembra discordias entre unos y otros. No olvidéis que la lengua del malvado trae la ruina. El que tira la piedra, cae sobre él. No busquéis otra cosa que la bondad. Id en paz y que vuestro corazón se llene de amor”. El niñito junto a Jesús dice: “Tú eres bueno y yo te quiero mucho”. Jesús lleva al niño junto a su mamá: “Toma a tu pequeño que Me da mucha felicidad. Adiós a todos”. La gente quiere seguir escuchando al Maestro, por lo  que Jesús continúa: “No desearás lo que es de otros”, pues Dios da a cada uno lo que es necesario, sin lujos. Fijaos quienes gozan de una vejez serena, aquellos que trabajaron con honradez y no tuvieron envidia de las riquezas de los demás, pues el deseo excesivo de bienes empuja al robo. Desterrad la envidia  y la avaricia que os une a Satanás y os separa de Dios. Adán y Eva vivían el Paraíso Terrenal y gozaban felices de la amistad de Dios, disfrutando de los dones celestiales… Pero tuvieron que ser expulsados del Paraíso, porque quisieron ser tanto como Dios y cometieron el primer pecado del mundo. Luego Caín tuvo envidia de Abel por su bondad e unión a Dios, y el hermano o mató: primer asesino. María, hermana de Moisés y Aarón tuvo envidia de ellos y se convirtió en la primera leprosa de la historia de Israel… Y así podríamos seguir para ver que el deseo desmedido te hace pecador. La nación avariciosa recibe su castigo. Sabed que los pecados se van acumulando hasta que tiene lugar el castigo de las naciones. Montones de arena durante siglos sepultan al final a los pueblos y a sus gentes. Los niños, los pajarillos, confían en Dios que los alimenta. Poseed la alegría de los pajarillos y vivid sin rencor. El rey, el rico, el pobre,… al final todos mueren, y el dinero no vale para nada a los Ojos del Rey de reyes, que sabe si se obró bien o mal según la Ley”. Unos preguntan al Rabbí sobre los pecados de Herodes Antipas, “¿de hurto o de adulterio?”  Jesús no quiere que se personalice el pecado en alguien, no obstante, contesta:”… Aunque os diré que peca de idolatría, porque adora la carne, en vez de a Dios. Peca de adulterio, de robo, de deseo ilícito. Y pronto será un homicida”. Preguntan entonces, si lo salvará. “A los que se arrepienten y regresan a Dios, sí. A los que no se arrepienten, no. Vuelven a preguntarle: ”¿qué ha robado?”. Jesús responde:”La mujer de su hermano, pues no se roba sólo dinero. También se roba si quitas el buen nombre de alguien, o si robas a una mujer su pureza”. Otro Le pregunta por el pecado que comete la mujer que se prostituye. “Si es esposa, comete pecado de adulterio y robo a su marido. Si es soltera, comete pecado de impureza, y robo para sí misma”. Le dicen que ella da su cuerpo, que no roba a nadie, pero Jesús responde que nuestro cuerpo lo creó Dios para que sea templo del alma y el alma es templo de Dios. “Si no somos honestos, perdemos la amistad de Dios y la vida eterna”. Algunos piensan que entonces una prostituta es de Satanás. Y así dice el Señor:”Cualquier pecado es una prostitución con Satanás. La mujer que por amores ilícitos se le paga, su ganancia está manchada, y ella lo sabe. Al actuar así, el hombre se asemeja al animal. La idolatría, el homicidio,… lo perdona Dios si hay arrepentimiento. Dios perdonó a los israelitas que hicieron el becerro de oro. Perdonó a David, que cometió el doble pecado… “(Recordemos que tomó a Betsabé, esposa de Urías el hitita y ella quedó embarazada. Luego dijo que pusieran a Urías en el sitio más peligroso de la batalla, donde murió. II Libro de Samuel11, 1-17). Os digo que más será perdonado el que más se arrepienta. Quien más ama es más perdonado y más amado por Dios. A quien ama con todo su corazón, todo se le perdona. Antes de que os marchéis os prevengo que hay una viuda con muchos hijos y sin nada para salvar a sus pequeños. La arrojaron de la casa. Recordad que la misericordia es el sacrificio más agradable a Dios. Sed buenos y tendréis premio seguro”. Jesús va pasando por entre los asistentes y cura a todos los enfermos.
BIBLIOGRAFÍA: María Valtorta: Poema del Hombre Dios. T.II; Ex.20,16; Det.5,17; Prov. 6,12-19;12,13 y 17,19; Gén.28, 1.22; Ex.20,17; Det.5,18; Is.14,3-21;Núm.12,1-5; Gén.1,26.3,24; Gén.4,1-16; Ex.32-24; Mat. 14,3-12; Mc.6,14-29; Lc.3,19-20;9,7-9.