“No abriré ninguna investigación por los sucesos del Príncipe”

A lo largo de estos últimos días la situación en la barriada del Príncipe Alfonso ha experimentado una escalada de violencia importante en los enfrentamientos entre los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía y decenas de jóvenes encapuchados que lanzan piedras contra los agentes. La actuación, sobre todo, de la UIP venida desde Valencia y el trato que dan a los vecinos en general, está levantando muchas críticas. Esta entrevista fue realizada en la mañana del pasado miércoles y se abordaron esos sucesos del cinco de diciembre, sin embargo hace escasas horas, en la noche del viernes, hubo una nueva repetición de los hechos. El jefe superior de Policía, José Luis Torres, habla con ‘El Faro’ sobre estos hechos y sobre el ámbito delincuencial en la ciudad. No deja títere con cabeza.

-Pasemos a la situación del Príncipe. Se han producido muchas críticas a la actuación de la UIP de Valencia en los incidentes de la tarde noche del 5 de diciembre. ¿Va a abrir o ha abierto ya alguna investigación sobre esos hechos?
- No voy a abrir ninguna investigación, porque tuve la oportunidad de presenciar los hechos que se produjeron esa noche en compañía del delegado del Gobierno, quien me quiso acompañar. Ambos pudimos observar cómo se lanzaban piedras contra los agentes desde las azoteas y con proclamas muy serias.
- No me estoy refiriendo a la intervención de por la noche, sino la de por la tarde...
-En esa concretamente los servicios de Información que teníamos dentro de la barriada nos transmitieron una serie de noticias que permitió decidir que las unidades debían replegarse y la intención de los agentes era volver a su furgoneta, pero resulta que por detrás les intentaron cercar y cerrar el paso con contenedores. Mientras que los que iban por la parte delantera eran jóvenes entre los doce y los diecisiete años, por detrás, utilizando los contenedores ya sí eran personas entre los veinticinco y los treinta años. Además lanzaban los contenedores en zig-zag que es una definición clara para impedir la entrada de los vehículos y una obligación para que los agentes entren a pie.
- Pero se producen cargas de estas características y no hay detenidos... ¿no es todo esto un fracaso policial?
- Hemos de tener en cuenta que cuando se produce la intervención de la UIP es para el restablecimiento del orden público. Así figura en nuestros protocolos y no para la detención de los ciudadanos que participan en las algaradas. Además hemos de tener en cuenta que estos policías aunque están preparados físicamente llevan el casco, el escudo, el armamento y unas botas especiales con lo cual no es muy factible que puedan correr detrás de esos chavales de doce y trece años y más en un lugar con un urbanismo tan problemático como es el del Príncipe. Si uno de los policías entra en un callejón detrás de uno de estos chavales no sabe lo que se puede encontrar, lo mismo una emboscada, un callejón sin salida o cualquiera sabe. De ahí que el protocolo establezca que en situaciones de esas características nada más que se puede entrar con tres o cuatro hombres.
-¿La identificación también es difícil?
-Tengamos en cuenta que esos jóvenes llevan capucha o pasamontañas, además los policías de Valencia no están hechos a las caras de las personas de la barriada. De ahí que tenga a la UPR dentro del Príncipe y a la UIP efectuando los controles en los anillos exteriores y nada más que entra si se requiere su presencia.
-Según lo que está planteando, ¿qué solución tiene el Príncipe entonces?
- Diría, desde luego, que la policial sería la última. Debemos recordar que no hace muchos años estos jóvenes veían a los narcotraficantes más famosos de nuestra ciudad paseándose con vehículos de alta gama y es una muestra de ganar un dinero fácil. Por otro lado contamos con el problema del desempleo. Si Ceuta es una de las regiones con más paro de España y de Europa, el Príncipe solamente se llevaría la palma con diferencia.
-¿Sigue pensando que no es necesaria una Comisaría en el Príncipe y que Ceuta con una sola Comisaría es suficiente?
-Continúo pensando lo mismo. Ceuta tiene diecinueve kilómetros cuadrados, de los cuales ocho o nueve son de monte y quedan diez para toda la ciudad. El hecho de que haya una Comisaría no significa que los seiscientos o setecientos funcionarios que somos ahora mismo estén dentro. Se encuentran repartidos por toda la ciudad y se dividen en función de las necesidades delincuenciales que tenga una zona determinada. Mientras que no seamos capaces de reconducir el problema, pues mi ilusión sería que se pudiera patrullar a pie, como la Policía de Proximidad que teníamos antes con sus motos, no tenemos otra fórmula para la vigilancia que la que estamos empleando en estos momentos concretos. Pero, a ver, ¿quién se atreve a patrullar de esta manera, tal y como se encuentra la situación? ¿Cómo quiere usted que mandé a dos policías a patrullar si los sindicatos me quieren cortar el pescuezo porque mando a la UPR, que son profesionales del orden público, allí?, ¿y si mando a un policía con una moto o dos a pie?... Cuando se pueda reconducir, con o sin ayuda de los vecinos, la situación, tendrán su presencia policial igual que el resto de la ciudad y dirigido desde un punto central.
-Pero mientras eso sucede, ¿esa nueva Comisaría no sería buena?
- Continúo pensando que no es necesaria. El otro día publicaban ustedes una noticia de otro grupo más que se suma a criticar las actuaciones policiales, como es el de los bomberos. Pedían una Comisaría en el Príncipe. Empiezan hablando que si se controla el cinturón exterior, que es el que le da apoyo a ellos, pero no el interior, entonces les atacan. Luego pasan a analizar lo que debe hacerse en el cinturón interior desde el punto de vista policial, pero no lo hacen desde el punto de vista de Bomberos... porque quizá, a lo mejor, deberían pensar en instalar un parque en el polifuncional del Príncipe y así se atenderían antes los fuegos ¿no?, pero en esto no voy a entrar... Luego, terminan diciendo que da igual que haya más policías, que haya menos policías, que vayan cuatro zetas o que vaya uno, que al final el problema es urbanístico y que éso le corresponde a otro resolverlo. Por tanto, ¿con qué me quedo con lo primero o con lo segundo de las declaraciones que efectuaron? 

“Hay menores que guardan las armas  y las trasladan”

La relación con el poder judicial en nuestra ciudad, las condenas que sufren los autores de los tiroteos o las investigaciones sobre la entrada de armas en Ceuta son asuntos que conforman otro de los bloques informativos de esta entrevista.
- En las investigaciones por los tiroteos producidos han existido detenciones, pero luego algunas de estas personas han sido puestas en libertad por falta de pruebas. ¿Eso produce frustración en la Policía?
- No. Eso lo dejamos para tiempos pasados, que no tienen nada que ver con la realidad actual. Hay investigaciones que se llevan policialmente, que se culminan, van al Juzgado....pero que recuerde ahora de memoria, nada más que ha existido un caso de puesta en libertad. Es el famoso Stielike, al que se le imputaban no a él, sino al arma que se utilizó en un tiroteo otra participación en otro hecho delictivo, entonces si en uno era culpable se le podía imputar el otro. Esta persona después de estar año y medio en prisión, en el juicio se le pone el libertad. No olvidemos que hay una acusación directa de la víctima que dice que esa persona es la que le ha realizado los disparos, que lleva una determinada ropa. Si nosotros no detenemos a esa persona, nos dirán que para una vez que una víctima habla, no lo arrestamos. Detenerlo y no ponerlo a disposición judicial sería no completar el trabajo. Debemos buscar el arma, buscar la ropa que se describe y nosotros lo que hicimos fue detener al individuo, realizamos el registro en su domicilio, se encuentra una chilaba de parecidas características y éso se pone a disposición del juez instructor. No ha sido puesto en libertad por el propio Juzgado por falta de pruebas, sino que el instructor ha determinado que existen elementos suficientes, por tanto no estaría  tan mal hecho el  trabajo de la Policía cuando la instructora decidió  llevarlo a juicio. Luego, en la vista, porque las pruebas no sean contundentes o porque el testimonio del individuo no sea lo suficientemente fuerte, lo pone en libertad.  
En otro casos lo que se ha producido no es una puesta en libertad, sino que ha existido una sentencia por conformidad y al no tener antecedentes ha salido libre, pero esa persona ha salido condenada. Nuestras leyes hoy permiten que si hay una conformidad exista una rebaja de la pena y salga en libertad, aunque con antecedentes.
- ¿La Policía en Ceuta siente el apoyo de los jueces?
- Todo nuestro trabajo está en  relación con los jueces, aunque discrepamos en algunos puntos respecto a la forma de trabajar los temas de delincuencia organizada. Pongo un ejemplo, si tenemos tres tiroteos distintos, puede ser que no sean protagonizados por las mismas personas, pero sí contar con un objetivo común. Si se entiende como delincuencia organizada y por tanto realizado por el mismo grupo, entendemos que deberían unirse los procedimientos y llevarse adelante como un solo asunto. Es nuestro entender, pero los jueces saben más que nosotros y consideran que a lo mejor es preferible ir consiguiendo condenas individuales. Son formas de trabajar distintas, pero no significa que estemos en contra, ni por supuesto que estemos criticando para nada la labor de los jueces, que sabemos es muy dura.
- Hablamos entonces de una discrepancia en los procedimientos...
- Efectivamente.
- ¿Hay puesta en marcha alguna operación para investigar la entrada de armas en nuestra ciudad tal y como adelantó este periódico?
- No diría la entrada de armas en Ceuta, pero sí hay una investigación y lo decimos así, pero si me pide detalles, le diría que mala investigación es si la publicamos antes de que dé resultados. La Policía está pendiente de los movimientos de armas que pueda haber y más si tenemos una sucesión de hechos como han sucedido desde el año 2009.
- ¿Los menores están guardando esas armas como publicamos?

- Hay evidencias en nuestras investigaciones de que no solamente las guardan, sino que de un sitio a otro las pueden estar trasladando los propios menores, para que en el caso de que fueran interceptados la responsabilidad sea mínima. Luego, el ejecutor realiza la acción que tenga diseñada y vuelta por el mismo camino.

-¿Por qué a usted no le gusta llamar mafia a la actitud delictiva en nuestra ciudad?
-Mafia es una organización. Cuando alguien habla de comportamientos mafiosos o de mafia es ignorar un poco la realidad delincuencial establecida desde cualquier punto criminológico. Mafia es una organización, como ETA es una organización terrorista, pero no a todos los terroristas se les llama ETA. Si hablamos de la mafia como tal, la misma tiene unos tipos de comportamientos muy claros: hacerse con el poder de la sociedad civil, sus actividades delictivas van más por la estafa a los organismos públicos, apoderamiento de conciertos y de contratos... aparte que continúan con sus actividades de tráfico de cocaína o asesinatos. Pero hablar que todos los grupos son mafia, pues no.
-¿Cómo define entonces a esos grupos de Ceuta?
- En Ceuta tenemos grupos de delincuencia organizada. En nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal es a mediados de la pasada década cuando se introduce un artículo que define lo que es la delincuencia organizada. Hasta entonces nos basábamos en una construcción que había realizado el Tribunal Supremo que definía lo que era delincuencia organizada y siguiendo los parámetros de esa definición se consideraba delincuencia organizada cuando había más de tres individuos delinquiendo, que tuviera una perdurabilidad en el tiempo, que se cometieran delitos graves, que se utilizaran instituciones para el blanqueo...así hasta once puntos, requisitos donde cuatro eran obligatorios y los demás aleatorios. Y esos requisitos son los que definen a determinada delincuencia que tenemos en Ceuta, porque no toda la delincuencia que tenemos es organizada.
-Pero quizá se utiliza la palabra mafia porque es una acepción que ya se encuentra en el lenguaje del ciudadano de la calle para definir a un tipo de delincuencia.
- Pero el alarmismo es distinto. Por ejemplo, la existencia de un grupo de kosovares cometiendo asesinatos o robos en viviendas por las noches es delincuencia organizada muy grave y asusta a la gente, pero a la gente del entorno. Si se produce en Toledo, nadie en Madrid tiene miedo a esa palabra de delincuencia organizada. Pero si hablamos de mafia, todo el mundo lo asocia a delitos muy graves y entonces sí se crea esa diferencia de concepto entre uno y otro.
-Entonces, basándonos en sus apreciaciones, la situación de los tiroteos vividos en Ceuta en los últimos años con los dos asesinatos de 2011, uno de ellos disparándole por la espalda al ciudadano Tarek, responden a comportamientos de delincuencia organizada...
- Sí, por supuesto. Pero quiero hacer una salvedad, siempre en el marco de la investigación, porque en uno de esos asesinatos hay autores detenidos, pero no en el otro. La presunción del porqué y la hipótesis de trabajo apuntan a ello.  
-Después del 11-M se estableció que tanto Cuerpo Nacional de Policía como Guardia Civil debían establecer aún más sus conexiones y se crearon órganos específicos. ¿Hay una verdadera conexión, de trasvases de investigaciones e incluso de confidentes entre ambos Cuerpos?
-Haciendo referencia al 11-M, la comisión que se creó para ver qué había ocurrido aconsejó crear un centro de inteligencia contra el crimen organizado y un centro nacional contra el terrorismo. Estos centros son receptores de las informaciones que lleva cada Cuerpo. Nosotros, cada vez que abrimos una investigación, se vuelcan todos los datos, en primer lugar en la Dirección general nuestra y luego en los otros dos organismos, que pertenecen ambos a la Secretaría de Estado de Seguridad. Lo mismo hace la Guardia Civil. En cualquiera de los niveles de control se produce la asociación de los datos y automáticamente se produce una reunión de coordinación para seguir conjuntamente, continuar cada uno por su lado, avisarse, etcétera.
-Es el funcionamiento a nivel nacional, ¿pero en Ceuta?
-En Ceuta, la competencia en materia de seguridad ciudadana es del Cuerpo Nacional de Policía, porque la Guardia Civil no tiene competencias en esta materia, ni en investigaciones de este tipo. Sí nos podemos cruzar en algún momento en temas de drogas, pero no hay competencias en materia de seguridad ciudadana como lo han dicho ellos mismos. Nosotros nos intercambiamos más opiniones verbales, conocimientos de noticias... Sin embargo, el cruce de investigaciones se nos produce fundamentalmente con el sur peninsular. Ahí las comunicaciones son constantes, el trabajo conjunto con la Guardia Civil de Cádiz en los últimos años supera los veinticinco mil kilos de haschís decomisados. Son investigaciones que hemos iniciado nosotros o que han iniciado ellos y que luego se han encontrado. Nos relacionamos tanto, que a veces les hemos solicitado apoyo porque nosotros no podamos ir.
- ¿Cómo son las relaciones del jefe superior con los sindicatos?
-Entiendo que bastante buenas, con sus discrepancias, fundamentalmente con uno de ellos, pero con el resto bastante buenas.
- ¿Piensa que las críticas que hacen algunas veces determinados sindicatos son leales?
- No, ni muchos menos. En relación con el Príncipe, la presencia de la UIP y de la UPR. He visto las declaraciones y resulta más o menos que la UIP de Valencia ha venido porque ellos lo habían pedido, cuando resulta que desde esta Jefatura Superior se había solicitado con mucha anterioridad y el delegado del Gobierno es testigo. Lo que pasaba es que por la celebración de las elecciones generales no podían dejar su destino. Los comicios tuvieron lugar el veinte de noviembre, el veintiuno se pusieron en camino y el veintidós llegaron a Ceuta.
- Pongamos nombre a ese sindicato. Es claramente la UFP...
- Está claro que son ellos.
- ¿Por estas críticas se deterioran las relaciones con ese sindicato?
- Ni mucho menos, cada vez que quieren se sientan en mi despacho.
- Vamos a hablar de la frontera. Se dice que hay entrada de menores que llegan a nuestra ciudad avalados con el pasaportes de sus padres, que luego se quedan y regresan los progenitores a Marruecos sin ellos, tal y como denuncia la AUGC. ¿Hay alguna posibilidad de controlar esta situación?
- He leído también a otros que opinan mucho de la seguridad y no de lo que les corresponde a ellos dentro de la seguridad sino la que le corresponde al Cuerpo Nacional de Policía. Nunca les he oído comentar sus problemas de seguridad internos, que parece tienen bastantes. Les he oído hablar de que la Policía no cumple con sus obligaciones en ese tema y que lo que deberíamos hacer, al menos así lo he entendido, es retener los pasaportes de los padres cuando vienen con los niños y luego cuando el padre regrese y pida su pasaporte, que le preguntamos por el niño... ¿Por qué hacerselo a un marroquí y no a un español? La ley no permite retirar la documentación personal. ¿Le retenemos el pasaporte y le damos un papelito para que ande por Ceuta? No se de dónde ha salido esa idea tan peregrina de retirar la documentación personal para justificar luego la salida. ¿Qué capacidad tenemos para preguntarle a todo el que sale si traía niño o no traía niño? No es serio.

“Por la quema de un vehículo se paga 100 euros a un chaval de 17 años"

-En tres años hemos llegado a más de quinientos vehículos quemados. ¿Por qué se ha llegado a ésto? Tengamos en cuenta que superamos la media de una ciudad como Barcelona.
- Motivaciones hay muchas y dispares. He oído alguna crítica a la legislación nueva que ha introducido la Asamblea sobre el desguace de vehículos en la vía pública y a la existencia de talleres ilegales. Más del cincuenta por ciento de vehículos quemados se está produciendo en zonas donde antes existían talleres ilegales o todavía hay en algún caso. Háblese de la ITV, Huerta Téllez, Loma Colmenar, Arcos Quebrados, etc...Y si le pregunta a Bomberos, a muchos de ellos les faltan piezas como la batería, o el motor o determinados elementos que son necesarios para funcionar. Luego tenemos otro tipo de hechos que se dio mucho hace un par de años, de robos de vehículos, principalmente de la marca Ford, porque se abrían de una manera muy concreta. Chavales entre los doce y los dieciséis años que los utilizaban para aprender a conducir, para hacer derrapes, gente que no llegaba casi ni a los pedales. Fueron detenidos varias veces por esos hechos y como consecuencia de ello, ahora cada vez que lo hacen, le prenden fuego para que no quede rastro. Luego, una tercera vía es la delincuencia organizada, en una proporción más alta que lo sería para otras ciudades y hay muchos ajustes de cuentas. Debe tenerse en cuenta que los responsables de muchas de estas actividades ya no viven en el Príncipe, aunque allí se realicen, pero también les queman vehículos. Una cuarta son los coches que no pueden pasar a Marruecos porque no cumplen las condiciones y una gran parte de ellos son matrícula de Barcelona, de Alicante y de otras provincias, entonces los abandonan y son susceptibles de ser quemados por estar abandonados o por ocupar una plaza de aparcamiento que otras personas necesitan. Pasa mucho en la explanada del Chorrillo, frente a Miramar. Siguiendo con las clases también nos encontramos con los fraudes a las compañías de seguros y esta ciudad es muy dada a éso, hasta el punto de que tenemos una cierta cultura del fuego, produciéndose quema de vehículos. En algún medio se ha publicado la posibilidad de que haya interesados en la venta de vehículos de alta gama y entonces los queman para que vayan a comprarles unos nuevos. Hay quien ha comentado la posibilidad de vivir de la chatarrería que luego genera...
- ¿Ustedes investigan todos los casos?
- En todos y cada uno de los casos intentamos llegar hasta donde podemos. ¿Qué ocurre? Es muy difícil. Imaginémonos la acción del fuego sobre un vehículo y la gran mayoría quedan absolutamente calcinados. No son fuegos que se producen fortuitamente, sino provocados. Y en fuegos provocados se utiliza material inflamable y claro, inmediatamente sale ardiendo todo. Cosa distinta es el procedimiento utilizado que puede ser con pastilla o con líquido. Si a ello le unimos la acción de los bomberos echando mil litros de agua, ya me dirán que se puede buscar. También esta ciudad es muy peculiar en cuanto al resto de otras poblaciones: nadie ve nada, nunca hay un testigo. Hay veces que te llaman y te dicen que hay unos chavales que están dando vueltas con un coche, entonces decimos ‘coche que van a quemar’...
- ¿Hay líneas de investigación que impliquen de manera directa a sectores profesionales?
- No, pero aunque lo hubiera tampoco lo podría comentar porque estaría investigándose.
- ¿Se puede destacar la presencia de un pirómano?
- No se descarta, pero los pirómanos tienen unos hábitos de conducta y nosotros lo primero que hemos hecho es entregar unos formularios a los agentes que acuden a estos hechos para que recaben datos. Y entre esos datos está el entorno, es decir vehículos en las cercanías mientras arde el automóvil o personas que se quedan de manera permanente. Si hubiera un pirómano ya habría saltado la presencia, porque el pirómano siempre ve su obra.
- ¿También se puede descartar a las bandas profesionales?
- No se puede descartar, porque aquí se paga por la quema de vehículos cien euros a un chaval de diecisiete años.
- Hablando de fuego, hace unos veinte meses intentaron quemar nuestro periódico... ¿qué hay de nuevo?
- La investigación sigue, porque además una de las personas que allí se identificaron nos ha aparecido relacionado con el fuego de un vehículo.

El ofrecimiento para ser director general de Gobernación

Hace casi un año y medio que publicamos la noticia del ofrecimiento que le habían realizado a José Luis Torres para hacerse cargo de la Dirección General de Gobernación de la Ciudad Autónoma, una vez que se produjeran las elecciones de mayo del presente año. Entonces, se desmintió con tibieza, alegando que primero el PP debía ganar los comicios, pero se produjo un gran revuelo incluso en las mismas alturas del Ministerio del Interior. Ahora, preguntado el jefe superior, en ningún momento, lo niega categóricamente y dice, sencillamente, que “soy funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, estoy a disposición de mis mandos naturales y en tanto en cuanto no deje de ser funcionario del Cuerpo Nacional de Policía no comento nada. También soy director de seguridad de empresas privadas y tampoco lo digo. No tengo ningún comentario que hacer, puesto que mientras sea funcionario...”.
- ¿Pero el ofrecimiento le pudo llegar o que le venga en un tiempo y no aceptarlo?
- Es como si nos jugamos un boleto de las quinielas y vamos a echarla.
- ¿La plantilla está cubierta en el catálogo de puestos de trabajo?
- Ninguna plantilla de España está cubierta al cien por cien. Aquí estamos al 94 ó 95%. Nos faltan mandos intermedios: oficiales, subinspectores e inspectores. Hemos doblado el personal desde el año 2006 cuando vine.