Las clases en Castillejos están vacías. Solo asisten las niñas. Los varones fueron engatusados con falsedades que les llevaron a salir a la carrera hacia Ceuta, dejando atrás a sus familias que en muchos de los casos no sabían que sus pequeños habían huido. Ahora los reclaman, piden ayuda para que sus hijos regresen. Lo hacen remitiendo de forma masiva fotografías de estos niños a los que perdieron la pista en los días de salidas masivas auspiciadas por el vecino país.
Se están poniendo en contacto con amistades en Ceuta o familiares para que los busquen en la nave del Tarajal, en donde permanecen unos 700 niños. Anoche, no obstante, se procedió al traslado en autobuses militares de 250 de estos menores al centro de Piniers, que será gestionado por Samu. Hubo menores que pensaban que venían de excursión. A otros les dijeron que podrían ver
un partido de fútbol en el que jugaría Cristiano Ronaldo. Los más consideraban esto un juego. “La Condesa está vacía”, cuenta una vecina de Castillejos. Ella tiene consigo a sus hijas menores de edad, no ocurre lo mismo con sus vecinas, cuyos hijos, algunos muy pequeños, huyeron a Ceuta. “Muchos vieron que iba gente corriendo, dijeron que habían abierto la frontera, que era como una fiesta, y se marcharon. El colegio ahora está vacío, sin niños, y los padres llorando”, añade. Uno de esos niños es Omar, otro Nwafal, de 13 y 17 años, cuyos padres se pusieron en contacto con este periódico para solicitar que aparecieran y que volvieran a casa. Como ellos muchos más. Hasta niños de unos 5 años que partieron solos, en lo que se tomaba como un juego, sin serlo.
Representantes del Ministerio Fiscal acudieron este miércoles por la tarde a las naves del Tarajal para ver las condiciones en las que están los menores, verificando que son “insuficientes” para poder asumir a tantísimo menor. Y allí no están todos, hay más por Ceuta que no han acudido a las naves. A los menores se les hicieron las pruebas de detección del virus, para aplicar el protocolo anticovid, trámites que finalizaron ayer mismo
para facilitar los traslados de buena parte de los niños. Fuentes de la Fiscalía de Menores de Ceuta, tras visitar las instalaciones de las naves, advirtieron de que tanto niño en la nave no era algo adecuado. El Ministerio Público quiso garantizar que estaban siendo atendidos “lo mejor posible”. Ahora hay un problema de gravedad, porque estos menores no están documentados y es necesario formalizar una reagrupación en condiciones con unos padres que los reclaman, que verifiquen con documentación que son sus hijos y a los que se les pudiera hacer entrega de los mismos con un Tarajal que, además, está cerrado.
La Policía Nacional hizo un trabajo exhaustivo, al filiar a los distintos inmigrantes, ahora bloqueados en una ciudad que no es la suya y en muchos casos con deseos de volver sin poder hacerlo. En total, entre el lunes y el martes han llegado a Ceuta unos 1.500 menores que se dividen en dos grandes bloques, los niños de 10 a 14 años que han cruzado solos, y los de 15 a 18 años. En el caso de los menores hasta 14 años, están siendo reclamados por sus padres por lo que se está estudiando cómo hacer el trámite de devolución. Esos niños solos no pueden regresar, sí en el caso de que vayan con sus familias al Tarajal, como están yendo más adultos. Por otro lado, se encuentra el grupo de menores de 15 a 18 años, que en su inmensa mayoría están por las calles y sobre los que aún no se sabe qué se va a poder hacer. Las administraciones han actuado con urgencia para, al menos en este caso, dar cabida a los menores respetando los derechos y las normas mínimas.