Niños de mamá

La adopción está difícil, no hace falta que yo se lo diga y la gente, aún más desesperada, por ser padres.    Supongo que es por eso por lo que algunos son capaces de hacer lo que sea por tener un niño en sus brazos. No digo que esté bien, solo que puedo entenderlo. Dejemos a un lado esos que solo quieren tener niños como maritatas de postín, prolongaciones de coches , pisos y estatus genérico o los que quieren botines perfectos, rubios de ojos azulados, con pinta de angelitos arios y nos encontraremos con gran cantidad de personas , que, después de años de tratamiento no pueden tener ese bebé-porque es un bebé en la mayoría de los casos- que tanto ansían.                                              
No me extraña por ello -y supongo que a los polis tampoco- que algunos lleguen a mafias o a tramas extralegales, para conseguir niños de cualquier modo.                                             
No es la forma , me dirán y llevarán toda la razón, pero lo entiendo, porque he visto en carne ajena los dolores , no de parto, sino de cabeza, que hay que echarle a la administración para que te dé un hijo, al que los padres biológicos, han despojado de la vida que le correspondía y que no le van a dar a cualquiera, pero tampoco es normal que se tarde tanto y se pidan tantas cosas , en tanto tiempo, como para que niños que podían adoptarse con pocos años se queden en centros o en casas de acogida sin ver a los verdaderos padres que lo esperan con tantas ganas.                                                            
En España la adopción es complicada, no hay casi recién nacidos, debes tener una buena edad, menos de los cuarenta, estabilidad sobrada y díganme como las cosas como están , quién sería capaz de cumplir todas esas reglas, cuando además te hace falta mucho dinero para viajar a otros países, dinero para mandarles papeles y más papeles y además llevarte allí estancias más o menos prolongadas, resultando que optas a un niño originario de otro país con los trastornos que eso con lleva, de una edad incierta y posiblemente con problemas de salud.                                                                                                                                  
No estoy diciendo que cuando pares, te  vaya a salir todo perfecto, que no, que es lo mismo a nivel de sentimientos, parir que adoptar, lo que le veo a la adopción es la dificultad añadida de los cursos, los papeles y sobre todo la burocracia, cuando lo importante es la criatura y que esté cuanto antes en un hogar bueno para su educación y su bienestar.                                                                                                                     
Nunca justificaría lo que en Ceuta presuntamente ha pasado, de que una pareja ha sido denunciada por una ciudadana marroquí por quererle comparar a su hijo, pero a mí lo único que me da por pensar es cuántas chicas jóvenes habrá en esa misma situación y que será al final de esos críos que no son bien recibidos.
Que esté de acuerdo, con la venta, pues no, que piense que lo mejor que pueda hacer la madre es quedárselo, pues  tampoco, lo mejor para el crío es eso, lo mejor, que lo quieran, que lo cuiden, que sea la mejor cosa que te ha sucedido en tu vida, una hipoteca dura de pagar,  pero gratificante, con subidones y bajadas , con malos momentos y muy buenos, porque el que está tapadito y berrea cuando tiene hambre o porque ha manchado el pañal, les puedo asegurar, a los que no sean padres , que da muchos quebraderos de cabeza y si no lo quieres incondicionalmente vas de nalgas.
O te tiene para todo , pero sobre todo para los malos ratos, o les aseguro que la vida puede convertirse en un verdadero infierno. Entiendo perfectamente que servicios sociales haga las pruebas, entiendo que hay niños mayores que necesitan un hogar y entiendo a las que les duelen las entrañas, sin haber parido, porque los sentimientos se te escapan del cuerpo y solo ves lo que tu corazón te dicta y se te pierde la conciencia y la razón, cuando quieres ser madre, pero hay que tener esperanza y no perderla, porque nuestro futuro está ahí esperándonos, sin color, ni vida anterior, solo palabras huecas, que no oímos, porque no queremos oír, porque se borran al mirarlos y sentir su calor y ver en su cara tallada, la realidad de nuestros sueños.