Ceuta es la única región de toda España desde la que
ningún inmigrante extranjero se ha adherido durante los tres últimos años al Proyecto de Retorno Voluntario Asistido y Productivo (PREVAP) que, de la mano de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), financia la Dirección General de Migraciones del Ministerio de Inclusión para ayudar a regresar a su país a aquellos extracomunitarios que han visto frustrado su proyecto de vida en nuestro país o han decidido desistir del mismo y se encuentran en una situación “vulnerable”. Solamente desde Madrid se han sumado 493 personas, un cuarto del total registrado entre 2019 y 2021 (1.943) según los datos publicados por el Ejecutivo central, y otras 397 lo han hecho desde Cataluña, la segunda autonomía que ha acumulado más peticiones por delante de la Comunidad Valenciana (196), Andalucía (192) y Canarias (115) y el País Vasco (113), las únicas que superan el centenar. Catorce lo han hecho desde la ciudad hermana
Melilla para recibir una ayuda directa de 450 euros, entre otras medidas de asesoramiento y apoyo económico. El proyecto (que busca regresos “de forma digna, segura y ordenada”), va dirigido a migrantes que no tengan nacionalidad de algún país de la
Unión Europea, que lleven como mínimo 6 meses continuados en España y que voluntariamente desean retornar a su país de origen. El personal de la OIM orienta en todo el proceso para que los beneficiarios se sientan “acompañados y asesorados en cada paso”.
Incluye ayudas para la compra de billetes de avión e incluso para obtener un nuevo documento de viaje, así como 450 euros “para satisfacer las primeras necesidades”. A los nacionales de Colombia, Honduras y Senegal también se les ofrece “asistencia técnica, económica y monitoreo para la puesta en marcha de un pequeño negocio en el país de origen”. Como se indicaba, Ceuta es la única zona del país donde nadie se ha acogido.