La atleta marroquí Nezha Bidouane, que logró ser campeona mundial en 1997 y 2001 siendo especialista en la prueba de 400 metros vallas, no solo es un ejemplo en el deporte sino también en la humanidad, sencillez y cercanía expresada hacia los niños, los que aspiran, como ella, a destacar en este ámbito.
Bien lo sabe el fotógrafo de Ceuta, Abdeselam Mohamed, que ha estado realizando cuantiosas imágenes del torneo deportivo organizado por asociaciones nacionales del deporte de Tánger, Tetuán y Al-Hucemas en apoyo al deporte rural en celebración de los 25 años de ascenso al trono de Mohamed VI.
Nezha es una grande en el deporte marroquí sencilla y muy humana, algo de lo que ha sido testigo Abdeselam Mohamed, quien ha querido agradecerle el gran trato que ha dado en este torneo de verano a los jóvenes deportistas realizado en Alcazar Seguir.
“Les ha tratado de una manera exquisita, ha dado tiempo a cada uno de los participantes, a los que les hacía una tremenda ilusión, verla de tan cerca para ellos”, explica.
Atenas 1997: ganó la medalla de oro en 400 metros vallas
En el Mundial de Atenas 1997, Nezha Bidouane ganó la medalla de oro en 400 metros vallas, llegando a la meta por delante de la jamaicana Deon Hemmings y la estadounidense Kim Batten.
Cuatro años más tarde, en el Mundial de Edmonton 2001 volvió a ganar la medalla de oro en la misma prueba, por delante de la rusa Yuliya Pechonkina y la cubana Daimi Pernia.
Es un referente en el ámbito deportivo. “Ha demostrado que es una gran profesional y sobre todo un ser humano maravilloso, para mí ha sido todo un placer formar parte de este evento deportivo”, explica agradecido por la invitación.
En este torneo se han practicado deportes como por ejemplo el boxeo, fútbol playa, aerobic o también yoga.