La Operación Mammut supuso uno de los mayores golpes de la Policía Nacional contra las estafas continuadas efectuadas a través de internet. La hilera de detenidos en Ceuta, muchos de los cuales siguen en prisión, no cesa. La Jefatura Superior ha comunicado otro arresto, en este caso el de un individuo que ejercía de ‘mula’.
Son cooperadores necesarios en las redes de estafa que constituyen organizaciones criminales, ya que trabajan como los últimos eslabones de la cadena que pretende engaños continuados.
En este caso, el detenido facilitó su número de cuenta a otra persona para que realizara ingresos. Su misión era la de posteriormente entregar ese momento a los que integran la cúpula de las estafas llevándose una comisión. Si no existieran, no podría cerrarse el círculo de los engaños.
En la Operación Mammut, la UDEF de la Policía Nacional pudo dar no solo con los presuntos responsables de esta suerte de engaños sino también con los pequeños enlaces, esas ‘mulas’ que terminan siendo claves para cometer el delito. La Jefatura Superior advierte que la investigación sigue abierta y destaca al trabajo llevado a cabo por la Brigada Provincial de Policía Judicial.
La Policía Nacional ejecutó este mes de julio los hasta 7 registros en domicilios y practicó arrestos en Miramar, Reyes Católicos y Loma Colmenar, imputando a los arrestados delitos de estafa continuada y crimen organizado. Desde 2019 llevaban indagando esta cadena de hechos, después de que una denuncia presentara en Algeciras fuera el enlace que llevó a destapar cuantiosas estafas.
Destaca la Jefatura que “como resultado” de esas investigaciones, que contaron con el trabajo de los grupos de delitos tecnológicos tanto de Ceuta como de Algeciras, “se ha logrado desmantelar una organización criminal especializada en la comisión de estafas a través de internet”, esclareciéndose 48 estafas pero pueden terminar siendo hasta 150 si se vincula más casos con los arrestados.
Para llevar a cabo estas estafas usurpaban la identidad de anteriores víctimas de las que habían obtenido mediante engaño las fotografías de sus DNI, las cuales aportaban a las nuevas víctimas para ganarse su confianza, habiendo propiciado de este modo que en algunas ocasiones las acciones policiales y judiciales se dirigieran dirigidas contra estos.
Las víctimas pagaban las cantidades requeridas mediante transferencias a distintos números de cuentas, sin que en ningún caso llegaran a recibir el producto por el que habían abonado lo pactado.
Las conocidas como mulas son usadas por los delincuentes mediante contacto directo o a través de correo electrónico, también vía redes sociales o por mensajería telefónica y anuncios en internet.
Los principales objetivos son las personas menores de 35 años, especialmente menores de edad. La Policía pide que se verifique antes cualquier oferta para detectar si se trata de una estafa.
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