Es el negocio de los recreativas y funciona. Tanto que sigue llenando los bolsillos de las pequeñas redes dedicadas al tráfico de personas. Entre 4.000 y 6.000 euros. Ese es el precio que paga un marroquí por subirse a una de estas embarcaciones para cruzar de Ceuta a la Península. Muchos lo logran y eso reactiva un efecto llamada que mantiene a flote una actividad ilegal con enlaces en nuestra ciudad, en el sur peninsular y en Marruecos. Si el inmigrante cruza con éxito se produce el pago.
Las fuerzas de seguridad llevan meses investigando las distintas prácticas delictivas que han florecido detrás del pase organizado de personas, que se ha disparado desde la entrada masiva de más de 10.000 marroquíes aprovechando la anulación por completo de la vigilancia de fronteras por orden de Mohamed VI. Aquel pulso directo a España y a Europa, usando a Ceuta como cabeza de turco, sigue teniendo sus consecuencias. Este verano han aumentado las salidas y los intentos, mientras las organizaciones delictivas ganaban mucho dinero.
Los pilotos de las recreativas, buena parte de ellas matriculadas en Gibraltar o procedentes de puertos del sur, llegan a zonas próximas a la costa donde dejan las embarcaciones que son ocupadas por magrebíes ya advertidos y coordinados para hacerse con ellas y emprender ruta a la Península. Las investigaciones de las fuerzas de seguridad desvelan un mismo patrón de conducta: son los propios inmigrantes los que pilotan la embarcación a turnos. Quien ha patroneado la recreativa para traerla a Ceuta deja el lugar sin rastro, e incluso arrojándose al mar para ir a nado a otro punto próximo. Lo difícil es conectar esa llegada con la carga de personas y situar en el mismo escenario al piloto. Las pequeñas redes eligen puntos de embarque diversos, desde Santa Catalina -uno de los más explotados y a plena luz del día- hasta el tramo de Calamocarro y Benzú.
Si esas personas no son interceptadas en el camino, si llegan al destino, sus familiares pagarán al enlace que trabaja en Marruecos entre 4.000 y 6.000 euros, bien en efectivo (hay familias cuyos miembros aportan ese dinero como garantía de que uno de los suyos llegará a cruzar el Estrecho) o bien en trabajos que tendrán que hacer en beneficio de la organización hasta subsanar la deuda.
Este verano no han cesado en el intento de seguir cruzando a personas. Ahora la presión es algo menor pero continúa. Esta semana pasada 4 menores fueron interceptados a bordo de una de estas recreativas por la Guardia Civil. Días después se repitió similar escena con adultos. Detrás de estos pases estaba el negocio de quienes habían preparado la ruta.
Las fuerzas de seguridad mantienen activas sus investigaciones para intentar aminorar la fuerza de un negocio que sigue existiendo a base traficar con personas.
Los refugiados y los emigrantes no se crean solos, los crean los dictadores apoyados por potencias, paso en Siria, Irak, Yemen, Libia y otros paises "tercermundistas", entre Putin, Bush y otros entre ellos Iran y los del golfo, arruinaron el mundo.
Ni Putin, ni Bush ni nadie tiene la culpa de que esos paises sean pozos de corrupción, que hagan revoluciones y cambien a sus mandatarios, está inventado desde hace siglos, hay que acabar con esa forma de ver la vida, no exportarla al resto del mundo civilizado para que acabe igual.
Si los clandestinos supieran que les espera cárcel y expulñsión, como havce Portugal y Gibraltar, no habría ningún negocio de tráfico de personas. Clandestinos, cero. Los "políticos" son los responsables. Hay gato encerrado, entre "políticos" y onejetas que viven de ellos.... sobran comentarios.