Agentes de la Guardia Civil se afanaban en la mañana de ayer, radial en mano, en extraer los bloques de hachís que se escondían debajo de un doble fondo de una lancha fueraborda. Dos peninsulares, el algecireño A.J.N.P., de 32 años, y el linense A.S.M., de 43, habían previsto su introducción en la península pretendiendo burlar, sin éxito, al Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
A unas tres millas al través del espigón del Tarajal, la pareja fue interceptada sin que pudieran arrojar la totalidad de bloques que llevaban de carga: en total 428 kilos valorados en 640.000 euros. La rapidez en la actuación de los agentes impidió que la pareja se deshiciera de unos bloques que constituían la prueba para imputarles un delito contra la salud pública. En otras ocasiones no se ha podido salvar la droga o se ha actuado sin que la misma fuera hallada en la embarcación, pero en el servicio de ayer, desarrollado pasadas las 11.30 horas, sí se consiguió la aprehensión de la práctica totalidad de la carga antes de que los sacos de arpillera fueran arrojados al mar.
La información aportada sobre su salida por las cámaras térmicas fue clave para que se activara al Servicio Marítimo Provincial y vetara su escapada, después de que la carga del hachís, presumiblemente, se hubiera llevado a cabo en la Bahía Sur.
La lancha fueraborda en la que viajaban los dos detenidos estaba provista de un motor de 70 caballos. Tanto en la superficie como en un doble fondo dispuesto por toda la lancha, se habían dispuesto los distintos bloques. Cuando la Benemérita trasladó la fueraborda al puerto deportivo, fue cuando empezó la segunda parte de la historia. Había que buscar toda la droga.
Un par de agentes, radial en mano, empezaron a sacar todos los bloques, algunos pequeños pero otros de grandes dimensiones, cargándolos en cestos que iban introduciéndose en el torreón de la base para su pesaje.
Por los laterales de la lancha, en el suelo, en la parte delantera y en la trasera... toda la embarcación se había convertido en una ‘narco-lancha’ preparada para llevar la casi media tonelada de hachís a la península.
Mientras la Guardia Civil iba sacando todo el hachís, los dos detenidos permanecían al lado siendo testigos de las labores policiales. A uno de ellos, sabedor de que los próximos años le espera como compañera la cárcel, no le quedó más que lanzarse a cantar, bajito, algo de flamenco para calmar su mala fortuna.
Las petacas de combustible con las que pensaban llegar hasta el punto de destino fueron recogidas por los agentes, al igual que las escasas pertenencias de la pareja, cuyo papel es el último de una cadena de narcotráfico mucho mayor.
Un cartón de leche, algo de queso y una bolsa de pescado; dos chalecos salvavidas, un gorro de paja y una toalla conformaban el equipaje de un trayecto que les salió mal.
En las dos últimas semanas la Benemérita ha intervenido otras dos lanchas que presumiblemente iban cargadas de hachís o iban a servir para ello, que han quedado intervenida tras levantarse un acta de contrabando. Una de estas embarcaciones iba provista también de un doble fondo, preparado para servir de almacén.
Más atrás en el tiempo, el pasado 7 de junio, se consiguió interceptar una semirrígida de cuatro motores, un auténtico portento en el mar, en cuyo interior solo pudieron recuperar 28 kilos de hachís, es decir, el peso del único fardo que los detenidos no pudieron arrojar al mar y que motivó que se pudiera dictar su entrada en prisión acusados de un delito contra la salud pública.
En la intervención de ayer desarrollada por los agentes del Marítimo, se procedió al decomiso de la lancha para su puesta a disposición de la autoridad judicial, quedando la sustancia intervenida a disposición del Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno.
Del hueco al torreónHubo que registrar toda la lancha hasta sacar los bloques Hasta pasadas las 14.00 horas, la Guardia Civil estuvo sacando bloques de hachís del interior del doble fondo de la lancha. Los bloques de la imagen estaban repartidos por los laterales y el piso, así que los agentes tuvieron que estar cortando diversas zonas con ayuda de una radial para ir sacando los diferentes bloques de hachís.
La droga está valorada en más de 600.000 euros Detenidos, al cuartel; la droga, a Sanidad y la lancha, intervenida En estas imágenes se aprecia el hachís en el doble fondo de la embarcación, a los agentes sacando las piezas para al final organizar todo este montante: 428 kilos valorados en más de 600.000 euros. La lancha ha quedado intervenida y se verá si puede dársele alguna utilidad para poder perseguir el narcotráfico. Fotos: Juanmi Armuña