La concursante valora la gran acogida que ha tenido por parte de la sociedad ceutí y su familia a su regreso a la ciudad l Asegura que volvería a entrar en la casa de Guadalix.
Tras su paso por Gran Hermano y el gran recibimiento a su llegada a Ceuta, Shaima, la concursante ceutí, ofrece una entrevista con este medio para hablar de su participación en el reality.
–El pasado lunes llegó a la ciudad y fue recibida por un centenar de ceutíes. ¿Cómo vivió esta bienvenida?
–El recibimiento ha sido una sorpresa porque no me esperaba tanta gente. He sentido el calor de mi gente, de mi ciudad. Yo esperaba que me iba a acoger de otra forma, que iba a tener más críticas que halagos, pero me ha demostrado cómo acoge a uno de los suyos.
–¿Por qué pensaba que iba a tener más críticas que halagos?
–No soy la representante del Islam, quiero recalcarlo. Yo soy una ceutí y si he representado a algo ha sido a mi ciudad, no he representado al Islam, porque no soy nadie para hacerlo. Nadie podría representar al Islam porque nadie es perfecto. A Ceuta sí, porque la he mencionado muchas veces. Como mi imagen es una chica ceutí y musulmana, aunque yo no quisiese representar al Islam, ha tenido que influir eso.
–¿Cómo vivió su expulsión?
–La venía venir.
–¿Por qué?
–Porque sabía que los votos eran para Paula y para mí. No estaban repartidos. Por ejemplo, a Telecinco le interesa más Paula que yo porque ella tiene una historia de amor y arrastra a Omar y a Luis también. Son tres concursantes y si se iba Paula pues... Y nada, he perdido por un leve porcentaje de votos. Pero bien, estoy bien.
–¿Cómo ha sido su paso por la casa de Guadalix de la Sierra? ¿Cómo lo ha pasado?
–No esperaba que me acogieran así. Me han tratado de una manera más especial que a los demás. Se ha respetado mi comida, la hora del rezo, cuando entraba en la ducha que ningún hombre entrara al servicio... Muchísimas cosas.
–¿Se ha sentido respetada por los compañeros?
–Sí, muchísimo. Hemos demostrado que en el fondo somos todos iguales, todos somos hermanos queramos o no queramos.
–Eso dice la canción...
–(Risas) Sí, me ha pillado...
–Dice la web de Telecinco que es una de las concursantes más polémicas. ¿Se considera polémica?
–Vamos a ver... En mi entrada en la primera gala de Gran Hermano he sido cinco veces trending topic. Al principio del concurso, según me cuentan, he sido muy polémica. He salido en La Razón y en El Mundo por una foto mía matando a un cordero... La foto sorprende pero tenía 16 años. También un comentario que había en la foto en plan “a más de uno le haría esto”... Era muy pequeña, estaba picada con una persona y se lo puse. Cosas de críos. No esperaba que pensara la gente que estoy maltratando a un animal o me gusta maltratar a un animal. Es mentira porque tengo muchísimos animales. Eso me ha sorprendido.
–¿Cuál ha sido el momento más dulce que ha vivido en la casa?
–Muchísimos.
–¿Puede decirme alguno?
–Conocer a nuevas personas, a mis compañeros, levantarme con la música de Gran Hermano, compartir muchas situaciones y momentos...
–Y el más amargo...
–Cuando venían personas a gritar a Guadalix. Venía gente a gritar, aunque luego se ponía la música a tope. Cuando estás dentro, un solo comentario pequeño afecta muchísimo.
–Porque se siente sola y no sabe qué está pasando...
–Exacto.
–¿Qué escuchaba?
–Por ejemplo, soy diabética y el programa no podía dejarme sin comer. Aunque perdía las pruebas, me pasaban comida, atún y pavo. Entonces escuché un comentario que decía “ladrona de choped de pavo”. Fuí al Súper y le pregunté si había explicado que sabían de mi enfermedad y que me pasaban comida. He escuchado que el programa tardó en decir que me pasaban comida, entonces había videos en los que yo comía, y me dijeron “Shaima, ladrona”.
–En relación a las críticas que me comentaba, hay un grupo en Facebook que considera, según indica su nombre, que Shaima no representa a las musulmanas. Usted deja claro que nadie puede representar al Islam porque nadie es perfecto, pero ¿le han afectado estas críticas?
–No, porque la psicóloga ya me había planteado que iba a haber críticas y halagos. Así que si hay críticas, las respeto. No les tengo miedo.
–¿Ha sido positivo su paso por la casa?
–Sí, ¡y madre mía la gente de Ceuta en la calle! Viene un anciano o un niño pequeño que se emociona por darle un abrazo. Yo sé que esto puede durar unos meses pero de momento Ceuta me ha acogido muy bien.
–¿Volvería a entrar en la casa?
–Sí.
–Hay posibilidades en la repesca.
–Sí, y en las redes sociales el hashtag #repescahabibi casi se está volviendo trending topic. Es una frase mía que ha dado revuelo, como tantas otras (risas).
–Ahora fuera de la casa, ¿piensa aprovechar esta fama?
–Yo estoy estudiando, aún sigo matriculada en el Instituto Almina en Técnico en Emergencias Sanitarias. Me afecta un poco todo lo de la tele porque jueves y viernes no puedo asistir a clase, tengo que subir... También tengo muchos bolos... Pero yo hablo con mi profesor y se va a intentar seguir con los estudios.
–¿Le están saliendo muchos bolos?
–Sí.
–¿Para programas de televisión?
–No, para discotecas. Para programas de televisión estamos negociando. Lo lleva mi representante.
–¿Tiene miedo a lo que pueda pasar a partir de ahora o es una chica valiente?
–He ido contra el mundo... La primera chica musulmana en Gran Hermano...
–¿Era un reto?
–Sí, y lo más importante era que Ceuta me acogiera. Mi ciudad es mi ciudad. He recibido también críticas pero hay personas que no pueden recriminarme nada si hacen incluso cosas peores. Nadie es perfecto.
–Veo que se siente contenta.
–Sí, ha habido políticos que me han enviado mensajes, como Mohamed Ali, también Benaisa. Me han hecho un video y me ha alegrado muchísimo.
–Cuando entró en la casa tuvo un problema con la familia. ¿Qué ocurrió?
–Nada, mi familia estaba en contra, pero había otros familiares que me apoyaban, como mis primos. Yo le dije a mi madre que no me iba al otro mundo para que estuviera tan preocupada. He demostrado que un musulmán también puede concursar en un programa de televisión. También quise hacer entender a la sociedad que no es nada malo hablar con un amigo para contarle tus cosas o que te vean con un chico, ya que se puede tener amigos.
–Pero el pasado lunes estaban esperándole en el puerto...
–Mis padres no lo van a compartir pero soy su hija. No pueden renegar de mí porque soy su hija, además me he portado bien dentro de lo que cabe, como dijo mi padre. No se tienen que sentir avergonzados.
–¿Qué le han dicho en la intimidad del hogar?
–Me tratan de una manera más especial (risas) porque han visto que he adelgazado seis kilos. Además, salgo a la calle con mi madre y todo el mundo me halaga, entonces ya se pone contenta.
–También se ha hablado mucho de cuál es realmente su barriada... ¿El Príncipe o Bermudo Soriano?
–Es muy fácil, estoy empadronada en Bermudo Soriano pero también soy del Príncipe. Tengo más amigos en el Príncipe, pero también en Bermudo. Tengo dos barrios. Respondiendo a la gente que me criticaba diciendo que no soy del Príncipe o que he entrado por eso, quiero decirles que he entrado porque soy Shaima Al-lal, no porque diga que soy del Príncipe. Sabemos que está teniendo una repercusión importante por la serie pero a mí me da igual. No he entrado por tener velo, he entrado por lo que soy, entraría con velo o sin velo, me lo ha aclarado muy bien el director del programa.