En la barriada de Bermudo Soriano, en Ceuta, cuando un niño o niña de cuatro o cinco años lanza su pelota a según que zona, sus padres tienen que ir corriendo para evitar que vuelva con las manos llenas de orín u otros deshechos que no son, precisamente, obra de los animales del barrio. Esto ocurre especialmente en la zona del Coso y, más concretamente, junto al kiosko. En este punto, concretamente, se denuncia desde hace meses la situación sin que nada cambie.
Este periódico ha publicado en varias ocasiones la situación tras recibir la llamada de unos y otros. "A ver si sacándolo en el Faro nos hacen caso", suelen decir. Pero nada. Otro más de esos
vecinos ha llamado este martes. Explica, como antes hicieron otras personas de su barrio, que la insalubridad del kiosko es constante. "Hace un par de meses daba tanto asco que me fui a Hadú, localicé a los
policías locales que estaban ahí y les hice venir", comenta "una vez que lo vieron todo hicieron su informe y nos dijeron que cuando ellos hacían el informe ahí sí había respuesta oficial. Pero nada, aquí seguimos igual, nada cambia". Además, enfatiza, meses atrás se echaba la culpa a los menores extranjeros que solían estar por el barrio pero, desde hace tiempo, estos jóvenes ya no están "así que no son Menas ni nada, son chavales de la zona". Y se pregunta, "¿somos
animales para ir haciendo nuestras necesidades por la calle?".
Más atención hacia los niños y niñas
Además, reclama que se preste más atención al bienestar de los más pequeños. Por un lado, en lo relativo a sus zonas de ocio. "Ellos necesitan un parque en mejores condiciones, ahora mismo las baldosas del suelo ya no amortiguan, incluso crece la hierba entre medio, hay cuatro cacharros mal contados cuando a veces aquí se juntan tranquilamente quince niños", detalla, "muchos se bajan sus propios juguetes porque el mobiliario que hay no da". Pide que, como se observa en otras zonas de la ciudad, se invierta en un parque más completo y moderno porque "espacio hay, solo hay que aprovecharlo más". Tema aparte es la seguridad. "¿Por qué no ponen algún baden o, al menos, una placa que indique a los conductores que se está entrando en una zona residencial y que hay niños por todos lados?", se pregunta con el temor evidente de que cualquier día un pequeño salga con su bicicleta y ocurra una desgracia. Y es que, sin ningún indicativo ni medio preventivo, todo el que entra y sale del barrio lo toma como una vía más y las velocidades están muy por encima de lo deseable.
Insalubridad, seguridad y atención a la infancia. Temas constantes de conversación, y que no cambian, entre los vecinos de Bermudo Soriano, una barriada que, como se publicó hace unos meses, muchas veces
se siente 'la barriada olvidada'.