Hace unos días, El Faro de Ceuta se hacía eco de la historia de Mustafa, un joven
marroquí con
discapacidad mental que duerme desde hace dos meses en la calle, en el
entorno del Tarajal, y al que su país deniega la entrada por estar indocumentado. El limbo de esta persona, que estuvo años internada en un centro del Puerto de Santa María (Cádiz), es más profundo de lo que parece pues ahora mismo nadie se hace cargo de él ni recibe más ayuda que la solidaridad de los responsables de la cafetería Puerta de Europa.
Este periódico ha realizado las consultas a organismos sociales e instituciones de la ciudad para ver si tienen constancia del caso concreto de este joven, que ha sido agredido por algunos niños y se encuentra en una clara situación de vulnerabilidad. Desde las entidades sociales consultadas aseguran no tener constancia de la situación de Mustafa ni competencias al respecto.
Desde Cruz Roja advierten que tras gestionar el albergue del Tarajal a petición de la Ciudad Autónoma, una vez finalizado el contrato no disponen de recursos para este tipo de demandas. Por su parte, la oenegé Luna Blanca se encarga de alimentar a personas en riesgo de exclusión, pero su cometido no es el del alojamiento, por lo que si aparece por sus instalaciones están abiertos a ayudarle en la cuestión de las comidas.
Desde
Servicios Sociales del Gobierno de Ceuta tampoco se conoce la situación de Mustafa debido a que nadie se ha puesto en contacto con ellos directamente. Igualmente, fuentes del Ejecutivo local aseguran que es muy difícil que pueda recibir una prestación por parte de esta Área al no estar empadronado o tener aquí residencia habitual, y su ayuda tendría que llegar a través de mecanismos como oenegés, entidades sociales o, incluso, la implicación de la Administración Estatal para que entrara en el CETI al ser alguien foráneo y no con arraigo en Ceuta. En cualquier caso, tras conocer la historia de
Mustafa, marroquí de Kenitra de 29 años, al que su país le ha denegado la entrada en tres ocasiones, advierten desde la Ciudad que intentarán saber más sobre su situación.
Por parte de la Delegación del Gobierno destacan que si es una persona indigente que vive en la calle la competencia tendría que asumirla Servicios Sociales de la Ciudad como órgano competente. De esta forma, según ha podido saber El Faro hay alrededor de un centenar de marroquíes en esta situación en la que se le deniega la entrada a Marruecos por falta de documentación o por no disponer de la pauta de vacunación y que se encuentran en un limbo legal. Un limbo del que es difícil escapar.