Ser funcionario municipal tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo. Una de las buenas puede ser que trabajas poco y ganas un buen sueldo, si lo comparas con cualquier empresa privada o funcionarios de la administración central, etc.
Si la comparación la hacemos con la mayoría de políticos, directores generales, asesores y toda esa caterva de "servidores" públicos, que más que servir al ciudadano, que es para lo que deberían de estar, parece que se sirven a sí mismos y a los suyos, entonces en este caso los funcionarios municipales trabajamos demasiado.
Si tu intención como funcionario es cumplir con tu obligación y servir al ciudadano, muchas veces, bastantes, lo vas a tener jodido.
Y lo vas a tener jodido, porque no son pocas las veces que tus superiores, en este caso en concreto que voy a relatar, la encargada del servicio de los Museos Municipales de Ceuta, Ana Lería, no ponía los medios para el buen funcionamiento del Museo, por los motivos que fuesen.
Entre julio y agosto del 2019 fueron bastantes las veces que se avisó a la encargada que los visitantes que venían a ver la Basílica no paraban de quejarse de que no funcionaba el aire acondicionado y que el calor dentro del Museo era insoportable, así como que los baños tampoco funcionaban. Ni que decir del perjuicio para la salud de los trabajadores por la falta de ventilación, al no funcionar el aire acondicionado, en un edificio cerrado y sin ventilación natural donde está ubicado el yacimiento de la Basílica Tardorromana con todos los restos arqueológicos que tiene.
Eran muchas las quejas que se recibían de personas que habían venido de vacaciones de la península en pleno verano y se encontraban con que al principal Museo de Ceuta no le funcionaba el aire acondicionado y los baños tampoco se podían utilizar porque estaban averiados. El recuerdo que se llevaban estos visitantes al salir del Museo era bastante malo.
Se llegó a dar el caso de una familia de Ceuta que había venido de visita con familiares suyos que viven en la península que se quejaron de que hacía mucho calor dentro del Museo y de que los baños estaban averiados, por supuesto, como a las demás personas que se quejaban, se les hizo saber que ya se le había comunicado a la encargada varias veces lo que estaba ocurriendo.
Esta misma familia de Ceuta volvió pasado un tiempo con más familiares de la península y seguía sin funcionar ni el aire acondicionado ni los baños. Ya se pueden imaginar la indignación de estos señores y también la mía, que, como trabajador, no podía hacer nada por solucionar este problema más que volvérselo a comunicar a la encargada.
Casualidades de la vida, EL FARO DE CEUTA, un medio de comunicación serio y siempre dispuesto a servir al ciudadano, sacó la noticia en portada el 10 de agosto de 2019 con el título: "Un museo sin baño y sin aire acondicionado", porque les había llegado quejas de ciudadanos. Fue "mano de santo", al poco tiempo todo solucionado.
Con todo esto vengo a decir que muchas veces, demasiadas, los trabajadores pagamos las consecuencias de que los encargados, jefes, políticos... no cumplan, parece que se les olvida que estamos para servir a los ciudadanos y que cada uno tenemos nuestra obligaciones y responsabilidades.
Para terminar, decir que quien no sepa ser director, jefe, encargado, político, etc., que se dedique a otra cosa.
Continuará, pues queda mucho contar.