En sus dependencias se forman un biólogo colaborador y una becaria, esta última fruto de su convenio con la Universidad de Córdoba
No es simplemente una entidad museística en el más estricto sentido de la palabra. El Museo del Mar también busca promulgar la formación de estudiantes y la divulgación de las actividades que llevan a cabo desde hace un tiempo. Para ello, este año han puesto en marcha un programa de formación de becarios a raíz de su convenio de colaboración con la Universidad de Córdoba. “El Museo del Mar juega un papel fundamental en la atención a los alumnos que tengan interés en aprender porque somos una entidad que presenta una parte divulgativa y otra educativa”, explica el director del Museo, Óscar Ocaña.
Paula Millán es la primera becaria que se forma en esta entidad fruto de dicho convenio. Su trabajo consiste en colaborar en el desarrollo de un proyecto que recopila una amplia información sobre las distintas especies de algas en el Mediterráneo. “Me encargo de etiquetarlas, preparar los paneles, identificar las familias a las que pertenecen y ordenarlas en un listado que se publicará en la web del Museo para cualquier científico, estudiante o persona en general que esté interesada”, apunta esta estudiante de Biología que únicamente está a expensas del trabajo final de carrera para obtener su licenciatura.
Millán subraya la importancia de un trabajo de estas características precisamente en un momento en que las algas invasoras se han convertido en un problema, no sólo en nuestra ciudad, sino en numerosas áreas del Mediterráneo. “Es un alga japonesa que está haciendo mucho daño en la Bahía Norte y que ahora también se extiende a la Sur. Hay que concienciarse de que no sólo es molesta porque la gente no se puede bañar, sino que tiene un trasfondo biológico importante porque estas especies ocupan el nicho de los organismos autóctonos y los desplazan reduciendo su número”.
Santiago Orduña es biólogo colaborador del Museo del Mar. Aunque quiere enfocar su futuro profesional hacia la enseñanza, también le apasiona el trabajo de divulgación que lleva a cabo en esta entidad. Desde abril, participa activamente en la supervisión de los varamientos, la colección de osamentas, así como en la revista ‘Alidrisia’ que se edita con carácter anual. “El Museo del Mar está bastante adelantado y formado en los trabajos que desarrolla. Son muy necesarios para dar a conocer el litoral y el Estrecho que es un paso impresionante de fauna”, comenta.
En este número, que saldrá a la luz en los próximos meses, se recogen temas como el trabajo de Geología elaborado por el geólogo Francisco Pereila y el arqueólogo José Manuel Pérez Rivera o sobre el impacto en osamentas de los delfines. Precisamente sobre esta materia versará un estudio que está elaborando el Museo del Mar: un análisis histológico sobre las osamentas de delfines que permitirá conocer numerosos aspectos de estos animales. “Este estudio nos aportará muchas cosas sobre ellos, desde el conflicto entre especies en la lucha por el territorio, cual es su estado actual en el litoral, por qué hay especies que ya no se ven tanto en el Estrecho o el motivo de tanto varamiento de algunas especies de delfines”, apunta Orduña.
El estudio forma parte de las actividades que el Museo presentará al público tras la reapertura al público una vez concluya la obra que se acometerá en el Muelle España.