La Ciudad ha dado luz verde a la ejecución durante 8 meses de los trabajos orientados a poner en valor los restos arqueológicos ubicados entre la calle Menahem Gabizón y la avenida Sánchez-Prado con la construcción de una cubierta acristalada. Será justo enfrente del Palacio autonómico de Ceuta, obras cuyo presupuesto alcanza los 418.232,75 euros.
El Ejecutivo local ha estado analizando la documentación presentada por Africana de Contratas y Construcciones, quedando satisfecha por la solvencia económica y, sobre todo, por el número de operarios que van a ejecutar los trabajos sin problema alguno.
Era uno de los objetivos desde que se hizo el monumento de la Orden Trinitaria y es que la Ciudad trabaja para poner en valor el patrimonio y que este sea uno de los lugares idóneos para que los turistas conozcan las diferentes raíces que pasaron por nuestra ciudad.
Se trata de una obra de envergadura que tiene como objetivo comenzar en este mes de abril.
El proyecto elaborado por el arquitecto Ángel Moreno prevé “la construcción de una cubierta acristalada que cubrirá todo el espacio entre la medianera del edificio colindante y el monumento de la Orden Trinitaria, conservando todos los restos aparecidos y dotándolos de un espacio anexo para documentar a los visitantes sobre los elementos visibles”.
El espacio, con un total de 135 metros cuadrados de superficie, incluirá una zona expositiva y los restos arqueológicos con acceso peatonal desde la Gran Vía.
En la planta de cubierta y a dos alturas habrá una estructura acristalada íntegramente que permitirá pasar la luz solar tamizada por una celosía de viguetas de madera decorativas hasta los vestigios.
En el estudio arqueológico dirigido por el arqueólogo municipal, Fernando Villada, en la zona que ocupó la Madrasa Al-Yadida y un Convento de los Trinitarios, se ha recogido la exhumación de vestigios “que certifican ocupaciones sucesivas de este espacio desde hace aproximadamente unos 2.000 años”.
Según se detalla en la documentación del proyecto, los elementos arqueológicos más destacados son “estructuras (muros, pavimentos, cetariae) de época romana (siglos II-V después de Cristo), una ocupación tardo-antigua muy afectada por construcciones posteriores, construcciones tardo-medievales e islámicas (aljibes, muros, pavimentos, etcétera), algunas reutilizadas como fundamento para la construcción de la cripta, así como remodelaciones de distintos momentos de las edades moderna y contemporánea”.
En suma, se trata de “un nuevo testimonio de la dilatada secuencia histórica de esta zona ístmica de Ceuta y de su ocupación continuada de este lugar desde época romana” que se presenta como “un yacimiento multifásico y no de los vestigios de un único edificio, por lo que resulta coherente y conveniente incorporar toda esta información y estos nuevos elementos históricos a la valorización prevista de este lugar”.
Uno de los aspectos más complejos de la obra proyectada será el del sistema de cimentación, con el que se buscará “alterar lo menos posible los restos” a través de la ejecución de una losa armada sobre los muros de la cripta de tal forma que se salve “la luz suficiente para no tocar ningún resto medieval”.
El objetivo de este requisito básico consistirá en limitar dentro de los edificios, y en condiciones normales de utilización, el riesgo de molestias o enfermedades que el ruido pueda producir a los usuarios como consecuencia de las características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento.
Para satisfacer este objetivo, los edificios se “proyectarán, construirán, utilizarán y mantendrán de tal forma que los elementos constructivos que conforman sus recintos tengan unas características acústicas adecuadas para reducir la transmisión del ruido aéreo, del ruido de impactos y del ruido y vibraciones de las instalaciones propias del edificio, y para limitar el ruido reverberante de los recintos”.
Dada la naturaleza de la actuación, el sistema de aguas residuales solamente tiene recogida de aguas pluviales por conductos de PVC.
Se proyectará un sistema de red separativa por gravedad, configurándose la evacuación de pluviales de forma independiente, “si bien el proyecto no contempla red de aguas residuales a carecer de instalaciones que generen este tipo de residuos”.
Esta red desaguará en los pozos generales, constituyendo los puntos de conexión entre las instalaciones de evacuación y la red de alcantarillado público situado en la esquina entre la calle Menahem Gabizón y Avenida Alcalde Sánchez-Prado.
La conexión de la red de pluviales con los pozos se realizará con interposición de una arqueta sifónica impidiendo la transmisión de gases de una a otra. “Entre las arquetas sifónicas de salida y la conexión al pozo se colocará una arqueta de registro para acceder a la red en caso de posibles atascos”.
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