José Luis Sancho era natural de Zaragoza, pero sentía Ceuta como lo que era, un caballa más. En la ciudad autónoma a quien es muy aficionado a algo y sigue con fruición un tema se le conoce como ‘fatiga’. Pues Sancho esto es lo que era con su Agrupación Deportiva Ceuta.
Era un aficionado más e iba al estadio Alfonso Murube a animar al equipo de la ciudad: “Acudía a casi todos los partidos, casi nunca fallaba”, explica Hassan Larbi, uno de sus mayores cómplices y amigos en su estancia en Ceuta.
Sancho era conocido en el estadio de fútbol por su bondad y sinceridad, era una “gran persona”, dicen los aficionados que más le conocían. Y cómo no, como cualquiera que sigue la actualidad de la AD Ceuta en la ciudad no paraba de hablar del equipo y de la situación en la que se encuentra en la clasificación: “Hablaba mucho con él del Ceuta”, refleja su amigo.
El organizador de las excursiones cuando el Ceuta juega fuera de casa, lo quiso llevar una vez con él y los aficionados a una de ellas, en este caso a la de Algeciras.
Hassan Larbi recuerda con cariño y nostalgia una anécdota en la que hizo todo lo posible por llevarlo consigo a cruzar el Estrecho: “Él tenía una silla de ruedas especial que pesaba mucho, un día me lo quería llevar de excursión a Algeciras y le gestioné todo, un autobús con rampa para que pudiera venir con nosotros”, recordaba. Pero lamentablemente, José Luis no pudo asistir a la excursión porque “ese día se quedó dormido”.
Le recuerdan con cariño en el Conan Gym
Sancho no sólo era asiduo al ‘Murube’ también frecuentaba el gimnasio Conan de la ciudad junto a su amigo Jesús, dueño del establecimiento con su hermano Dani.
“Su sobrino Alejandro lo movió todo para que el pudiera ir al gimnasio, nosotros le hicimos una semana de prueba y al ver que iba perfectamente ya le hicimos la ficha”, cuenta Jesús al recordar cómo Sancho empezó en el Conan Gym.
Era un hombre “con muchísimas ganas, siempre con una sonrisa, venía todos los días a entrenar y para nosotros era un referente, se llevaba con todo el mundo bien, nunca ni una pega”, comentó el dueño del gimnasio sobre la personalidad de Sancho.
Para Jesús, Sancho era “como un padre o abuelo”, afirma. Hasta le acompañó a Cádiz a por “una silla nueva porque se estropeó y la empresa de allí no la enviaba, entonces fuimos un par de veces donde se sinceraba conmigo”.
Sin él, el Conan Gym no será lo mismo: “Ha sido un golpe muy duro, vamos a hacer una placa en el gimnasio con su nombre, ya que era un referente y nunca ponía un impedimento a su invalidez, era un ídolo para todos”.