“Son mujeres y puedo hacer con ellas lo que quiera”. Esta es la frase que tanto víctimas de una agresión sexual como testigos han atribuido sin duda alguna al marroquí de casi 30 años, S.B., quien en octubre de 2022 fue detenido por la Policía en Ceuta después de amedrentar, con ánimo de atentar contra la libertad sexual, a tres chicas, dos de ellas menores de edad.
La unanimidad ha primado en los testimonios tanto de ellas como de dos testigos de los hechos, ocurridos en la calle Real poco después de las 17:00 horas del 22 de octubre pasado. Fiscalía pide por ello su condena, tanto por delito de exhibicionismo obsceno (11 meses de prisión) como por dos de agresión sexual (11 meses por cada uno). Considera además que no cabe la suspensión de la pena ya que el acusado tiene un antecedente por robo. Tampoco la expulsión a su país.
Las tres víctimas han coincidido en lo sucedido aquella tarde y en cómo tras intentar sobrepasarse con ellas el acusado escapó en dirección hacia el Recinto. De aquello que sufrieron y que hoy han tenido que rememorar no han tenido dudas. Tampoco de los intentos de tocamiento ni de los gestos obscenos que S.B. les hacía constantemente.
Y un dato importante, todas entendieron perfectamente como el acusado les decía que eran mujeres y que por tanto podía “hacer con ellas lo que quisiera. Tengo libertad para hacer lo que quiera con ellas”, han recordado. Así también aludía a que la Policía nada le iba a hacer.
Unas declaraciones de testigos claves y un acusado confuso
Fue clave para la protección de las tres amigas la intervención de otras personas que pasaban por el lugar. Una vendedora de lotería ha testificado de manera ejemplar, narrando las “barbaridades” e “insultos” que el acusado realizaba contra las chicas, entendiendo perfectamente sus frases porque conoce el árabe, así como aclarando los gestos que le hacía.
También ha declarado un vecino de la zona, que además tiene conocimientos de seguridad y que protegió a las chicas e incluso intentó convencer al acusado para que las dejara en paz. Ha coincidido, como todos, en los gestos obscenos que hacía S.B. así como las frases que emitía en el mismo sentido.
Ante estos relatos unánimes, sin fisuras y en la misma dirección solo quedaba la declaración del acusado, quien ha ofrecido un relato marcado por la confusión. Ha insistido en que él siempre habla a las “chicas con respeto” porque también tiene “madre y hermanas”, negando que hubiera querido tocarlas y reconociendo que entabló conversación con ellas porque “solo quería hablar”, decirles “con respeto, buenas tardes, qué pasa…”.
Asegura que solo les dijo “guapas” para “conocerlas” y si eso “es delito en España” él no lo sabía.
Los informes de Fiscalía y Defensa
El Ministerio Fiscal ha pedido la condena de cárcel (2 años y 11 meses) sin admitir que quepa su suspensión ni tampoco expulsión a Marruecos al no darse los requisitos establecidos. En su informe ha valorado las distintas testificales sin “ambigüedades” y la coincidencia de todos en los “hechos” así como el “día y hora”, existiendo además una “persistencia” en la incriminación.
Los testimonios “son creíbles” y no cabe tampoco un ánimo de venganza porque ni víctimas ni acusado se conocían de nada.
Por su parte la Defensa ha solicitado la absolución considerando que lo sucedido puede haber venido motivado por un “cúmulo de circunstancias” o de “malos entendidos” teniendo en cuenta además el desconocimiento del idioma y recalcando que los tocamientos no han quedado acreditados. Así ha asociado un gesto interpretado como obsceno con la simulación de que su cliente cogía un micrófono imitando a un cantante.
En el derecho a la última palabra el acusado, que está en prisión preventiva. ha insistido en negar los hechos. El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dejado el juicio visto para sentencia.