Forman un grupo de 45 personas que viven una situación “al límite” en una nave de los
polígonos del Tarajal. Son
las marroquíes atrapadas por el cierre de la frontera a causa de la expansión del coronavirus. Los meses que llevan en Ceuta ya no los pueden contar con los dedos de una mano:
el pasado 13 de agosto se cumplieron cinco meses desde que el paso fronterizo cerró y se encaminan al sexto.
Ellas explican su situación dentro de esta nave: “Estamos viviendo debajo de esas chapas. La situación es inhumana. Estáis viendo las imágenes de tantas mujeres que aquí físicamente están mal. Pasamos todo el día fuera porque aquí dentro es imposible por el calor que generan las chapas dentro de la nave”. Entre ellas “hay mucha gente enferma”, continúan. Una padece del corazón; otras tienen problemas de tensión y también las hay que tienen diabetes. Por esta situación complicada, que está repercutiendo física y psicológicamente a todas, señalan que están “cansadas físicamente y psicológicamente”.
No es la primera vez, ni parece que será la última, en la que estas mujeres pidan ayuda a las autoridades de un lado y de otro. “Literalmente, estamos cansadas. Nos hemos hartado de pedir ayuda a las autoridades españolas… nos dicen que la puerta está abierta, pero Marruecos es la que no quiere que nos saquen de aquí”, consideran. Y como marroquíes piden “una solución. Hemos aguantado muchísimo tiempo. Más de seis meses. Que se pongan en nuestra piel. Queremos volver a nuestra tierra. Estamos aquí, no hay nadie contagiado, y no podemos salir. Rogamos a las autoridades que miren por nosotros para volver a nuestra tierra”. Vuelven a dirigirse al monarca marroquí, Mohamed VI, como hicieron en anteriores ocasiones, con la esperanza de que sea él quien medie para que puedan regresar a sus casas. “Deseamos que nuestro rey de Marruecos que nos saque de esta situación. Llevamos tiempo aquí en la nave del Tarajal, en unas condiciones inhumanas. Y pedimos a nuestro rey que nos lleve a nuestro hogar”.