Mujeres heridas y dos guardias lesionados en nuevos tumultos

La falta de entendimiento entre CNP y Benemérita contribuyó a que la aglomeración se prolongara dos horas

El Servicio de Emergencias 061 atendió ayer a tres mujeres contusionadas en las aglomeraciones de porteadores formadas en la Aduana española, en la frontera del Tarajal, y en los polígonos. Dos de ellas sufrieron distintos daños durante la espera que se prolongó durante unas dos horas –8:30 a 10:30 aproximadamente– en el acceso para peatones anterior a la Puerta Norte. La tercera porteadora resultó herida en las naves sobre las 11:30 en otra avalancha.
Las tres féminas subieron a la ambulancia con ayuda del equipo sanitario del 061 y fueron trasladas al Hospital Universitario. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) comunicó que ninguna de ellas requirió ingreso en el clínico, de modo que fueron dadas de alta en el transcurso de la jornada.
Los efectivos de la Guardia Civil también se vieron afectados por la concentración de más de 200 mujeres en la cola de entrada a los polígonos, la cual discurre entre la primera puerta de la frontera ceutí  y los últimos comercios del Tarajal. Según pudo conocer este periódico, dos agentes acabaron lesionados en su esfuerzo por ordenar a la masa que se balanceaba por las embestidas y los intentos de escapar entre la muchedumbre. La larga espera estuvo salpicada de desmayos, gritos y empujones hasta que el Instituto Armado y los auxiliares de Seguriber abrieron el paso.
Los efectivos de seguridad privada decidieron cerrar la Puerta Norte –acceso a las naves de la fila de mujeres desde que se replanteó su recorrido hace unas semanas– sobre las 8:30 ya que, poco antes, se produjo una avalancha y los auxiliares percibieron una situación de peligro, como pudo comprobar este diario. La falta de entendimiento entre Guardia Civil y la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional (UIP) tampoco contribuyó a que la normalidad volviera al primer tramo de la cola de porteadoras, según pudo saber El Faro. Los integrantes del operativo de Seguriber esperaron el respaldo de la Policía Nacional, con quienes trabajan en los polígonos y en la misma Puerta Norte, para controlar un tumulto que desbordaba las vallas de delimitación.
Sobre las 9:30, una hora después del inicio de la acumulación de camalos, varios policías nacionales se personaron en la entrada de peatones en la frontera del Tarajal. Tras mantener contacto, los funcionarios de la Benemérita y los auxiliares de seguridad se hicieron cargo de la situación y los compañeros del Cuerpo Nacional se marcharon. Fue el momento en el que Guardia Civil organizó el desorden de porteadoras, operación que repitieron en varias ocasiones en las dos horas previas, y miembros de la seguridad privada, acompañados de guardias en la Puerta Norte, empezaron a darles paso al recinto comercial.
A pesar de la descoordinación entre el Instituto Armado y la Policía Nacional, es la afluencia masiva de porteadores el factor que se encuentra detrás de las escenas de tensión a las que tanto las fuerzas de seguridad como los trabajadores de Seguriber tuvieron que enfrentarse ayer.  
Durante el parón en el tránsito de porteadoras, la Benemérita devolvió en varias ocasiones a decenas de personas a la acera ya que ocupaban el carril de entrada a la frontera. Numerosas mujeres, a causa de la demora, optaron por abandonar su puesto y sentarse en la rotonda del Tarajal, de donde también fueron levantadas para evitar la obstrucción al tráfico rodado.

Empujones, gritos y desmayos

Hace unas semanas, el trazado de la fila de mujeres experimentó modificaciones en su primer tramo, tan pronto las mujeres acceden a la ciudad autónoma. Mientras que antes rodeaban el recinto por la barriada Príncipe Felipe, ahora entran directamente por la Puerta Norte –conecta el paso fronterizo con los polígonos–. La cola de porteadoras alcanzó los últimos tres negocios del Tarajal y pasó de mantener el turno de uno en uno hasta el caos absoluto en la cabecera, apiñadas contra la verja. Golpes, peticiones de auxilio, maldiciones y desvanecimientos por el aplastamiento fueron algunas de las escenas que se vivieron en este lado de la frontera.      

Asfixiadas

Los guardias socorrieron a algunas de las porteadoras que, tras un largo tiempo atrapadas en la maraña de personas, desistían de su intención de llegar a las naves y abandonaban la cola desfallecidas.

Llegaron a los negocios

Tal fue la cantidad de mujeres acumulada que alcanzaron los últimos tres establecimientos en el Tarajal. Pese a ser cola de uno, la cabecera estuvo desbordada.

Solo seis auxiliares se encargan de la seguridad en los polígonos desde hoy 

La decisión se aplica un día después de la fecha pactada por los empresarios. La Comunidad de Propietarios de los Polígonos del Tarajal acordó la semana que los auxiliares de seguridad que sirven de refuerzo a la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional (UIP) pasaran de ser 16 a seis, medida que empieza a aplicarse desde hoy. La ronda de contactos entre Delegación del Gobierno, comerciantes y Seguriber –empresa de seguridad contratada por los polígonos– se agotó ayer como última oportunidad de dar marcha atrás a la reducción de personal.
Los comerciantes admiten la colocación de solo seis auxiliares de seguridad: dos para la Puerta Norte –donde ayer recibieron atención sanitaria varias personas– y cuatro como encargados de la colocación de vallas y auxilio a los funcionarios de la Policía Nacional. Un servicio que se mantendrá, únicamente, hasta el día 30 de este mes. El colectivo tiene previsto cancelar el contrato entonces.
Su distribución consistirá en dos efectivo en la zona de hombres, tanto en la parte superior como inferior; dos en el puente del Biutz y uno en el área de mujeres, de modo que el resto de los polígonos quedará descubierto. Asimismo, los auxiliares dejan de ayudar en las labores de contención de porteadores y se limitarán a traducir; hacer recomendaciones sin intervenir sobre los bultos así como a instalar y desinstalar las vallas.
Por otra parte, Seguriber recibió ayer la confirmación, por escrito, de la disminución de los efectivos de seguridad privada en los polígonos del Tarajal por parte de Alborán, Fase I y La Chimenea. En cuanto al futuro de estos trabajadores, unos serán reubicados en otros servicios y otros solicitaron la baja.
Algunos trabajadores de Seguriber aseguraron que se marchan con la satisfacción del trabajo bien hecho y lamentaron haber sufrido amenazas de algunos porteadores en la fila de hombres.

La Policía Nacional devuelve a Marruecos los vehículos usados para llevar mercancía

Menos vehículos que de costumbre accedieron ayer a la ciudad autónoma por la frontera del Tarajal. La Policía Nacional desvió ayer a estos vehículos del paso habilitado, conocedores sus agentes de que, según fuentes oficiales, son los que generan las retenciones ya que se utilizan en el transporte de porteadores y para la carga y descarga de mercancía. Unas actividades que se están efectuando incluso en el puente internacional, lo cual provoca bloqueos a los coches que entran de nuevo en Ceuta o salen hacia Marruecos.
A diferencia de la saturación habitual de vehículos marroquíes estacionados en el carril que asciende a la barriada Príncipe Felipe, o en los llanos en los alrededores de la rotonda que conduce al Hospital Universitario, estas áreas de descanso improvisadas se encontraban en la mañana de ayer prácticamente vacías. Normalmente, confían en que el cambio de turno en la Aduana les sea favorable y así puedan introducir los productos en el país vecino.
El traslado de camalos y la entrega de bultos en el puente internacional ha generado tapones en el paso fronterizo en más de una ocasión. Con esta medida, las autoridades persiguen que este tipo de colapsos no vuelvan a repetirse porque provocan una situación de inseguridad en el Tarajal.