Finalmente la leucemia se llevó la vida de
Ismail. El bebé tetuaní que
despertó una cadena de solidaridad, que nació en Ceuta, para
poder ser tratado en la Península no ha podido superar la enfermedad, falleciendo en Málaga en la madrugada de este martes. Fue en esta ciudad donde el pasado mes de marzo recibió el trasplante de médula que se vislumbraba como la única esperanza para que el pequeño se pudiera curar. Sin embargo, pese a que los médicos que llevaron el tratamiento de Ismail -tanto en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz como en Málaga- celebraron el buen resultado de la operación y la buena respuesta del pequeño, apenas unas semanas después un cúmulo de complicaciones hizo que empeorase la salud del niño de apenas un año de edad. Después de más de dos semanas luchando por su vida con la compañía de su madre, el pequeño murió en el hospital donde permanecía ingresado desde la operación. “Ha luchado todo lo que ha podido”, lamenta Juan Carribero, fundador de la Asociación Marcos Carribero, quien desde que conoció el caso de Ismail se ha volcado en conseguir que el pequeño recibiera todas las atenciones que necesitaba por su enfermedad. Tras él, un grupo anónimo y numeroso de personas que ha trabajado de manera desinteresada para que el niño pudiera superar esta enfermedad, después de
que su historia se diera a conocer a través de El Faro de Ceuta.
Desde personas que ofrecieron sus casas en Cádiz para alojar a la familia durante el tratamiento, hasta un partido solidario organizado por el futbolista Dani Carrasco, cuya recaudación ha ayudado a sufragar parte de los costes de la familia durante este tiempo, sin olvidar las gestiones burocráticas para que el pequeño y su madre pudieran viajar hasta Cádiz. Acciones, todas, que se hicieron de manera totalmente altruista. Para todos ellos, reconocen, también ha sido un duro golpe la recaída del pequeño y este desenlace. No obstante, desde la asociación que encabeza Juan Carribero han prometido a su madre no dejarla sola en este duro trance, por lo que ya se han puesto en marcha para lograr que el cuerpo del niño sea trasladado a Ceuta para su sepultura. Aunque el deseo de la madre era poder enterrarlo en Tetuán donde residen, dadas las circunstancias derivadas del estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus y el cierre total de la frontera con Marruecos, sólo podrán enterrarlo en nuestra ciudad, en el cementerio de Sidi Embarek. Desde Tetuán, su abuela Amina, consternada aún por la noticia y con la pena de no poder consolar a su hija en persona, sólo tiene palabras de agradecimiento en estos momentos de dolor. Da las gracias a todos los que “ayudaron a Ismail hasta el último momento” y reconoce con pesar que su nieto “ya ha dejado de sufrir y ahora ya descansa con Dios”. Por el momento se desconoce el tiempo que tardarán en poder trasladar el cuerpo del niño para enterrarlo en Ceuta. La familia que dio acogida a Ismail y a su madre durante su tratamiento en Málaga está acompañando a la progenitora en este difícil duelo, separada por la distancia de su familia. El caso de Ismail, pese al triste desenlace, fue un ejemplo de solidaridad y colaboración para que un niño con una grave enfermedad pudiera tener el tratamiento que necesitaba, pero que con su situación económica no se podía permitir. Por ello, por el esfuerzo y el apoyo recibido, dentro del dolor que les embarga, la familia de Ismail sólo entona un agradecimiento sincero a todas esas personas que lucharon por salvarle la vida al pequeño.