La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado públicamente que la Jefatura de la Benemérita ha cerrado 30 de los 40 cuarteles en la Región de Murcia, en los que solamente se atenderá al ciudadano en determinados horarios reducidos. Unos estarán abiertos desde las nueve hasta las dos y de las cinco a las diez, cinco cuarteles, abrirán por las mañanas los laborables y cerrarán los fines de semana. Por último, hay casos extremos, como los de cuarteles que sólo estarán abiertos de nueve a dos de la tarde pero ni siquiera todos los días laborables, sino que darán servicio al ciudadano lunes, miércoles y viernes. Se trata de cuarteles como Pliego, que permanece con un solo agente de la Guardia Civil este verano o El Palmar, que tiene tres.
Los alcaldes no han tardado en denunciar la situación manifestando que es una situación injustificable y exigen la apertura. Les gusta tener un cuartel abierto, aunque no sirva para proporcionar seguridad al pueblo. Desde AUGC creemos que esta provisionalidad debería ser definitiva y cerrar estos acuartelamientos, pero la falta de coherencia y valentía de la clase política les impide tomar decisiones eficaces para el conjunto de la sociedad.
La deficiente plantilla de la Comandancia, como se apunta desde la Asociación, se paliaba con la incorporación de un centenar de alumnos en prácticas, pero este año sólo vienen diez. Durante todo el año el servicio en los puestos con tan escasa plantilla se ciñe a dar protección al acuartelamiento y nula seguridad a los ciudadanos. Los guardias están en el cuartel mientras los delincuentes se pasean por el pueblo. Sin embargo, a los alcaldes y ciudadanos les encanta tener un Puesto de la Guardia Civil, aunque sea inoperativo y reste seguridad al propio pueblo y, por lo tanto, al conjunto de la comarca y ciudadanos.
Llevamos años reclamando un cambio en la distribución y organización operativa de la Guardia Civil con la intención de aprovechar los recursos y aumentar la seguridad. Estos dos son los principales objetivos que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Se trata del cierre de aquellos cuarteles que por motivos funcionales, de seguridad o de mantenimiento no son rentables para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hemos realizado estudios y sólo en la Comandancia de Málaga existe una veintena de cuarteles que serían susceptibles de cierre. Hablar de cierre puede resultar alarmante. Lo que nosotros planteamos es el agrupamiento de cuarteles sin que eso suponga una reducción en el número de agentes.
El agrupamiento de Unidades implicaría contar con muchísimos agentes que actualmente se dedican a velar por la seguridad de cuarteles que han quedado obsoletos. Al parecer, los alcaldes de Murcia, desconocen que existen desde hace mucho tiempo cuarteles en todo el país que sólo permanecen abiertos durante ocho horas u otros en los que apenas se registran actividad.
La actual distribución de la Guardia Civil está creando un grave problema de seguridad, porque todas las Unidades están al límite de efectivos. En determinadas Unidades – no decimos cuales por motivos de seguridad- un solo guardia civil tiene que realizar las funciones que normalmente realizan tres y en algunos casos donde debía haber un agente no hay ninguno. Sin embargo, la Dirección General de la Guardia Civil es incapaz de tomar decisiones, porque no quieren tomar medidas que les resten votos en los pueblos donde se eliminen los puestos.
Hace unos días se presentaba en Ceuta la OPERACIÓN PASO DEL ESTRECHO, donde se anunciaba la incorporación de policías nacionales, pero no se hablaba nada de la incorporación de guardias civiles para este dispositivo.
Nadie desconoce que en este tránsito de personas los guardias civiles se ven sometidos a un mayor volumen de control de equipajes, pasajeros y vehículos y tampoco que esta función es vital para el conjunto de la seguridad pública.
Las funciones de la Guardia Civil en la lucha contra el tráfico de estupefacientes, el contrabando e inmigración ilegal no se pueden paliar intentando crear al GUARDIA CIVIL SUPERMÁN, que realiza varias funciones a la vez, porque al final ninguna las hace bien.