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El comandante general despidió ayer al grueso de los 113 Regulares que parte de misión a Mali. Se han preparado durante meses para la instrucción al ejército maliense, son sin duda los elegidos para una operación delicada
Madres que no pueden contener sus lágrimas abrazando al hijo; la pareja que se da el último beso; los niños que se reparten los abrazos de un padre emocionado. El puerto acogió ayer demasiados sentimientos, los de los 70 Regulares del contingente EUTM MALI-IX que parten en misión de entrenamiento al Ejército maliense bajo el paraguas de la Unión Europea. En total son 113, aunque en las últimas semanas han marchado ya a Málaga algunos del grupo, dejándose para el día de ayer la partido del grueso más importante.
La explanada de vehículos de acceso al puerto fue el escenario elegido para la despedida oficial, con la presencia de los jefes de las distintas Unidades, los familiares y la presidencia del comandante general, Javier Sancho Sifre. A los hombres y mujeres que integran el contingente fue dirigido un mensaje clave que encierra la relevancia del papel que todos tienen que desempeñar en el país africano, en un momento en el que la defensa se debe ejercer de otra manera.
“Han pasado las épocas en las que la seguridad de un país se basaba en defender sus fronteras contra cualquier amenaza o agresión. Hoy en día vivimos en un mundo globalizado y la seguridad hay que buscarla dentro y fuera de nuestras fronteras. El Sahel, debido a la alta conflictividad que tiene, es un área prioritaria para los intereses de España. La república de Mali, en pleno corazón del Sahel, ha pedido ayuda para mejorar la capacidad de sus fuerzas armadas ya que está siendo azotada por el terrorismo yihadista y sufriendo las consecuencias de una guerra civil. Por tanto, en el marco de la Unión Europea, vamos a tratar de formarles, de que mejoren su capacidad y de que sean capaces de garantizar su integridad y seguridad”, expuso el comandante general a los Regulares antes de zarpar.
La misión que tendrán que llevar a cabo es de peso, de su buen hacer depende que el ejército maliense tenga la capacidad de luchar con mayor fuerza y preparación ante este fenómeno terrorista. Todos los Regulares que abandonan la plaza han sido entrenados durante meses para saber, ahora, trasladar sus conocimientos a los militares malienses. “Mali tiene que ser capaz de controlar su territorio y garantizar su seguridad, lo que contribuirá a la estabilidad del Sahel y a nuestra propia seguridad”, añadió.
La Comandancia General ha tenido especial atención a las familias de los Regulares, de los hombres y mujeres que han sido elegidos específicamente para esta misión. Es una pata importante en esta tarea, porque trabajar en que estén tranquilos incidirá directamente en que los soldados Regulares trabajen seguros. “No os preocupéis por vuestras familias. Van a ser nuestra preocupación y prioridad, cualquier duda e inquietud que tengan pueden dirigirse a nosotros. Estamos para apoyarles”, apuntó.
Los elegidos son unos privilegiados. Hace tres años que la Comandancia de Ceuta no participa en operaciones en el exterior. “Son muchos en la Comandancia, de otras Unidades, a los que les hubiera gustado estar en vuestro lugar”, expuso Sancho Sifre. “Espero que no defraudéis esta confianza y hagáis honor a este privilegio. Estoy seguro de que va a ser así y que lo vais a hacer tan bien o mejor que los contingentes anteriores que han dejado muy alto el pabellón de España y del Ejército”, resaltó. “Mucha suerte y buena misión”, deseó, antes de que el contingente rompiera filas para despedirse de las familias, hacerlo después uno a uno del propio comandante general y embarcar en el ferry que les esperaba para su traslado a Algeciras. En los próximos días tomarán un vuelo en Málaga iniciándose la misión tan esperada, para la que se han preparado con esfuerzo, en la que han pensado durante estos meses... En definitiva la que marcará sin duda un episodio importante en sus vidas.