Según se aprecia en las imágenes que estamos viendo estos días en todas las televisiones, Internet, medios de comunicación, etc., de lo que está aconteciendo en Cataluña como respuesta a la sentencia dictada por Tribunal Supremo contra los independentistas que estaban en prisión preventiva, un grupo bastante grande de individuos se han hecho con las calles de Cataluña y están incendiando y rompiendo todo el mobiliario urbano que pueden, arrojando piedras, botellas y todo tipo de objetos contundentes a los policías antidisturbios. Estos energúmenos están poniendo en grave peligro la integridad física de muchas personas, incluida la de los policías antidisturbios que son lo que están haciéndole frente a estos vándalos, los cuales tienen mucha “mala leche” y están bien organizados, tanto como en su día lo estuvo la kale borroKa en el País Vasco. Ya se llevan 5 días de auténticas batallas campales.
Al ministro del interior, Fernando Grande-MarlasKa, se le debería de caer la cara de vergüenza al suelo, lo mismo que al presidente del gobierno actual y a los anteriores de ver como los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía trabajan a destajo y jugándose el tipo con una profesionalidad digna de todo elogio y cobrando muchísimo menos que un mozo de escuadra que está haciendo lo mismo (yo diría menos) y encima están mejores equipos.
¿Cómo es posible que los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, como material antidisturbios tenga una escopeta que dispara pelotas de goma que pesa y mide el doble que la que lleva un mozo de escuadra? Menuda mierda de gobierno el actual y el anterior. Poca vergüenza no, ninguna.
El ministro del Interior dice que los mozos de escuadra están trabajando bien, y los felicita. Si le parece al ministro que hagan lo que hicieron hace 2 años, más bien poco.
Al final, como siempre, los que menos cobran (Policía Nacional y Guardia Civil), pero más profesionales que ningún otro cuerpo de seguridad les tienen que sacar “las castañas del fuego” al gobierno de turno ya sea socialista, de centro, de la extrema derecha, de “la derechita cobarde” como llama Abascal al PP, o de donde sean (al final todos son iguales). A los hijos de todos ellos los mandaba yo arreglar el conflicto catalán, y los ponía en primera línea como están los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, ya verás que pronto hacían efectiva la equiparación de salarios entre policía nacional, guardia civil y mozos de escuadra. Y seguro que también los dotaban de mejores materiales antidisturbios y de todo lo que hiciese falta.