Ya son 33 las personas que han fallecido a consecuencia del virus en Ceuta. Un número que esconde los dramas de las familias que no han podido despedirse como hubieran querido de sus seres queridos, de las familias que en muchos casos han tenido que vivir esas muertes confinadas en sus viviendas, sin poder siquiera asistir a los entierros. Es una realidad que muere gente, que el virus las mata y que además contagia de manera alocada a cada vez mayor número de personas. Una realidad innegable que choca, por contra, con un movimiento negacionista que se hace fuerte en redes sociales y que se sostiene sobre dos pilares fundamentales: primero, negar las muertes y acusar a los medios de comunicación de encuadrar como ‘muerte-covid’ lo que es un fallecimiento por causas naturales derivado de la edad o las patologías provocadas por la misma. Segundo, arremeter contra el sistema sanitario y sus profesionales acusándoles de generar miedo colectivo con la complacencia de todos los medios de comunicación.
Lo que nació como la opinión de unos pocos se hace cada vez más fuerte, convirtiéndose en el peor de los enemigos en esa lucha global contra el virus en la que todos deberían estar por una vez unidos. Dejar resquicios, grietas contra esa unidad provoca precisamente más contagios y más muertes. Asimismo da pie a un movimiento incipiente de rechazo a las normas que termina materializándose en la imposición de sanciones a gente que no quiere llevar la mascarilla o a quienes burlan el toque de queda o mantienen reuniones que no deben llevarse a cabo por el número y los contactos de sus participantes.
La última ‘moda’ de ese movimiento es criticar, denunciar y arremeter públicamente por la publicación de fallecimientos que primero son negados y después, tras ser aceptados como un hecho real, se cuestiona que sean noticiables. Una incongruencia más en esa cadena que no solo niega sino que además insulta de manera constante a los sanitarios amparándose en una falsa libertad de expresión que pisotea e invade los derechos de los demás.
No se preocupe nadie!!! Ya van a sacar la vacuna y estamos tos salvaos!! Cuando estemos tos vacunados ya no se muere nadie ni de cáncer, ni por sobredosis, ni por el tabaco, ni de sarampión, ni de gripe común. Tos salvaos!! Se acabaron las enfermedades, ya podemos convertir los hospitales en CETIS. Se acabaron todos los pobremas.
Los negacionista del covid19,son los nuevos terraplanistas.
Manada de aborregaos de toooda la vida!
Muchas mas muertes que cualquier virus crea el terrorismo informativo que llevan cometiendo los medios de manipulación durante ocho meses difundiendo las medidas totalitarias de un gobierno que está llevando a la ruina a miles de personas y encima vosotros los creeis y los defendéis. No nos creemos ya vuestras mentiras y tenemos todo el derecho a decirlo bien alto, no nos vais a callar. La única verdad es que esta enfermedad mata al 0,01 % de personas en todo el mindo, un porcentaje ridículo en comparación con otras enfermedades como el cáncer. Todas esas personas que siguen muriendo en soledad lo hacen por vuestra locura de no querer admitir la verdad, y vuestro chantaje emocional y deseos de muerte no nos va a doblegar. Cada vez somos mas personas las que nos damos cuenta de esta farsa y no vamos a parar. Galileo fue acusado de negacionista y tenía la razón. No a la censura. No al pensamiento único. La ciencia debe ser plural y abierta, no un dogma de fe.
Espero que los que piensan como tú, si os contagiais o necesitáis ingresar en algún hospital, por coherencia con lo que promulgais , rechazareis cualquier tipo de ayuda. Simplemente por coherencia. Por cierto muchos que hablaban como tú, han fallecido. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero si llega el momento, COHERENCIA con lo que se dice ahora.
Ya hemos llegado a querer controlar las opiniones ajenas: no hablar, no decir.
Veremos cómo acabamos.
Ya está en marcha el Ministerio de la Verdad.
No es controlar opiniones ajenas, es intentar que no siga avanzando las noticias falsas, sobre temas tan delicados como este.
Por favor, que a esos señores se les puedan organizar viajes turísticos masivos y guiados a hospitales y plantas Covid-19, sin mascarillas ni distancia social, para que por sus propios ojos puedan ver y presenciar, la cruda realidad de esta enfermedad, y de paso posiblemente, se llevarán el corona virus puesto, con lo que la experiencia será ya inolvidable. De esta manera se cortaría en seco el problema sanitario y social que está provocando este colectivo en la expansión del virus. Y que se puedan llegar a contagiar, sería un mal menor, para evitar otro mayor. Ya está bien de gente insolidaria, antisocial e nhumana.