El virus maldito
se ha llevado ya 9 vidas en Ceuta. La última la de Antonio 'el cocinero', a los 63 años. Un agente del Cuerpo Nacional de Policía que resistió como pudo en la UCI del
Hospital Universitario de Loma Colmenar, pero cuya batalla la ganó este enemigo invisible en la tarde del sábado. El tercer policía muerto de
coronavirus, el primero en activo en nuestra ciudad. Su barrio, el de Santa Adela, en Motril, le rendirá la despedida debida en la tarde de este martes. Antonio López, destinado en la brigada de Seguridad Ciudadana y en calabozos, se marcha con las buenas palabras dedicadas por sus compañeros de 'curro' que lo han calificado, por unanimidad, como un buen compañero que trabajó hasta el final, hasta poco antes de confirmarse que se había contagiado.
Había regresado a Ceuta teniendo una jubilación a la vuelta de la esquina, después de haber permanecido destinado en Motril. Sus compañeros destacan de él, además de sus apreciaciones de buena persona, las manos que tenía para la cocina lo que le había llevado a ser apodado como 'el cocinero'. Sus últimas semanas de destino en nuestra ciudad las pasó en la UCI hasta confirmarse su muerte, en la tarde de este pasado sábado.
En su pueblo preparan una misa, una despedida a quien ha pasado a formar parte de esa lista negra de fallecimientos que en los últimos días se ha recrudecido en Ceuta, hasta el punto de estar atravesando la fase más letal de este virus. Antonio deja familia, deja hermanos, hijos, descendientes que le echan de menos y que han tenido que afrontar un mazazo en la vida inesperado. Como el que les tocó a las demás familias de los hombres y mujeres que han perdido la vida por esta pandemia.
Los mensajes lamentando su muerte ocuparon el mismo sábado las redes sociales, entre ellos el del sindicato al que llegó a pertenecer la Unión Federal de Policía. En momentos como estos se hacen más fuertes los mensajes reclamando responsabilidad, porque el virus no entiende de excusas, solo entiende de romper familias.