Cada enero, la concentración motera de Pingüinos en Valladolid reúne a miles de entusiastas del motociclismo, dispuestos a enfrentarse al frío y las inclemencias del tiempo. Entre ellos, destaca Alejandro Izquierdo, un militar vallisoletano destinado en Ceuta.
Desde hace cinco años no falta a esta cita, a pesar de las complicaciones logísticas de partir desde la ciudad autónoma, tal y como publica Diario de Valladolid sobre esta edición 2025 de la concentración motera invernal más importante de Europa.
Un viaje épico desde Ceuta
El trayecto de Izquierdo comienza cruzando el Estrecho de Gibraltar, un paso que añade un componente impredecible a su aventura. "Es una ruta complicada porque arrancas con un barco y dependes de las condiciones del mar", comenta.
El viaje arranca temprano, a las cinco o seis de la mañana, aunque no puede continuar hasta bien entrada la mañana, siempre con la vista puesta en el estado del mar.
Desde Algeciras, la ruta continúa hacia Jerez, donde se enfrentó a intensas lluvias antes de tomar la Ruta de la Plata.
Las condiciones meteorológicas convierten este trayecto en una prueba de resistencia. Sin embargo, Izquierdo asegura que la recompensa lo vale: "Lo que más disfruto es el ambiente, los compañeros y la camaradería".
En cada edición, Izquierdo y su grupo de amigos aprovechan para visitar lugares emblemáticos del entorno vallisoletano. Este año, eligieron la Abadía Retuerta en Sardón de Duero como parada cultural.
Aunque algunos optan por acampar, él prefiere alojarse en un hotel, lo que facilita las salidas nocturnas en Valladolid.
Francisco Javier Bailén: desde Melilla a Valladolid
Otro ejemplo de determinación es Francisco Javier Bailén, un veterano motero que lleva asistiendo a Pingüinos desde 2006. Partiendo desde Melilla, su ruta incluye un ferri nocturno hacia Málaga y un largo recorrido por carretera que lo lleva por Granada, Sevilla, Zafra, Cáceres y Salamanca antes de llegar a Valladolid.
A pesar de los desafíos, Bailén, de 71 años, asegura que "el tiempo es lo de menos" y que lo importante es disfrutar del evento y reencontrarse con amigos de toda España. "Somos como las Naciones Unidas del motociclismo, nos juntamos todos aquí", comenta con entusiasmo.
Emoción y homenaje en Pingüinos
Tanto Izquierdo como Bailén destacan el desfile de banderas y antorchas como uno de los momentos más conmovedores del evento. Este homenaje, que se celebra el sábado por la noche, une a miles de moteros en memoria de aquellos compañeros que ya no están, convirtiendo la concentración en una experiencia única e inolvidable.